Aprovechando su reciente pase por televisión, aún recuerdo todo el pitote que se montó a costa de ‘Serpientes en el avión’. Iba camino de ser una película de terror sin más, una de tantas que se estrenan a lo largo del año con el único aliciente de contar con Samuel L. Jackson en el reparto (y nuestra encantadora Elsa Pataky como sufrida Mamá).

El problema surgió cuando alguien de la productora descubrió el inusitado interés que despertaba la película en la red, aquel internet que entonces era un arma casi desconocida para las “majors” (y que, hoy en día también). Decidieron seguir los consejos de los fans para conseguir una calificación para mayores de 18 años y añadir escenas que estos habían sugerido.

¿El resultado? La muestra de que hacer caso a unos pocos no hace que consigas un éxito de taquilla y la película solo consiguió recuperar su presupuesto.

A pesar de todo el revuelo, descubrimos que meter serpientes en el avión tiene poca gracia y que, igual, no es un argumento suficiente como para intentar hacer un blockbuster veraniego. Los momentos sugeridos por los fans nos arrancan una sonrisa, pero hacen que nos tomemos el invento como un chiste sin gracia y no como algo simpático, como parecía en un principio. Su director, David R. Ellis, que destacaba con la sorprendente ‘Cellular’, comenzó una caída sin fin para realizar trabajos de tercera división.

Una película digna de la sobremesa.

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