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España España · Villardeciervos
Voto de McKnight:
7
Drama Poder, dinero y sangre: estos son los valores a los que los habitantes de las provincias de Nápoles y Caserta tienen que enfrentarse cada día. No hay elección; no tienen más remedio que obedecer las leyes de la Camorra. Sólo unos pocos afortunados pueden llevar una vida normal. (FILMAFFINITY)
15 de abril de 2009
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gomorra no fue seleccionada como candidata para la ceremonia de los Oscars, ¿ha de sorprendernos? Es un título que ha recibido excelentes críticas y multitud de premios a este lado del Atlántico, amén de la taquilla realizada. El impacto mediático de la novela y de su autor, Saviano, condenado a muerte por la mafia italiana, ha sido inmenso. Y Hollywood le ha dado la espalda. Sin embargo analizando el suceso todo parece comenzar a encajar como las piezas de un puzzle. El directo estilo visual de Gomorra, su estridencia auditiva, su violencia explícita hacen que sea una película ciertamente incómoda de ver. Sin retrotraernos en exceso una joya del tamaño de 4 meses, 3 semanas y 2 días, justa palma de oro en Cannes, con una secuencia de la realización de un aborto en primer plano, fue ignorada igualmente en las nominaciones de 2007; otra muestra del conservadurismo que se destila en la meca del cine y que pocas veces deja abrir las puertas para que entre aire fresco, como sucedió con el premio a Crash o al canto eutanásico de Million Dollar (aquí el plan B era premiar una historia de vaqueros homosexuales con lo cual en Los Angeles se encontraban atados de pies y manos a conceder la estatuilla a un film políticamente incorrecto y de temática controvertida). Ahí están Amenabar y su mar adentro, Benigni y su vida es bella, aparentes narraciones truculentas pero que son agradables de ver y encierran un canto por la vida, conmovedoras, tamizadas al más puro estilo norteamericano, rodadas sin hueco a la heterodoxia. De ahí sus galardones. Gomorra es un tortazo en la cara, a ratos hedionda, sucia, carente del glamour mafioso del Padrino. Hecha para no codearse con el tufo bienpensante californiano; bien lo sabía Tarantino cuando en su discurso por el mejor guión original de Pulp Fiction afirmó que tenía la certeza de que esa noche no volvería a subir al escenario…y tuvo razón.

…Y Kubrick murió con las manos vacías.
McKnight
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