Simpática película de John Ford, que siempre te garantiza un visionado agradable y ameno, no es, sin embargo, de las mejores, ni siquiera de las más interesantes en mi opinión.
Con un argumento muy parecido a la de la genial " Centauros del desierto", pero salpicado de muchas notas de humor en su primera mitad, para ir deslizandose a la tragedia en la segunda, a pesar de que la he disfrutado bastante, tiene muchas cosas chirriantes que le restan calidad y que trataré de explicar en el spoiler.
Pero también tiene muchas cosas a su favor que hacen que su visionado resulte disfrutable.
La película supone una crítica nada complaciente hacia la población blanca llena de hipocresía y racismo, autoconvencida de su superioridad moral frente a los nativos, cuya " civilización" resulta más oportunista, cínica y corrompida que la de sus temidos enemigos " salvajes".
James Stewart es el sheriff de una pequeña población que gobierna a su antojo llevándose su pequeña comisión de todos los locales de la ciudad a los que brinda su protección.( La corrupción política, creo que se inventó en el pleistoceno al parecer).
Recibe el encargo del ejército ( la orden más bien), de negociar con los apaches el rescate de varios blancos secuestrados por ellos varios años atrás. El ejército no puede actuar porque romperían el vigente tratado de paz. Es necesario pues, que vaya un civil. Le acompañará un soldado al que previamente se ha "invitado" a desertar ( Richard Widmarck).
También nos dibujan a los familiares de las víctimas secuestradas. Un variopinto grupo que añora a los suyos, pero escasamente preparados para asumir lo que son en el presente.
Lo cierto es que ningún personaje de este film sale muy bien parado. Quitando a Richard Widmarck que nos lo presentan como un joven idealista y noble, todos los demás personajes tienen aspectos muy criticables y creo que en eso, el guion está bastante acertado.
Pero otras cosas no funcionan nada bien. ( spoiler).