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Voto de Luis Guillermo Cardona:
6
Intriga. Romance. Thriller A pesar de que John Robie "El Gato" (Cary Grant) ha abandonado su oficio de ladrón de joyas, se convierte en el principal sospechoso de una serie de robos de piedras preciosas en los más lujosos hoteles de la Riviera francesa; así que no tendrá más remedio que demostrar su inocencia. Cuando conoce a una caprichosa heredera (Grace Kelly), ve la oportunidad de desenmascarar al misterioso ladrón, utilizando como señuelo las fabulosas joyas ... [+]
27 de febrero de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Conocido en los registros policiales como “Le chat” (El gato), John Robie fue un famoso ladrón de joyas que, durante un buen tiempo, mantuvo azotadas a las damas ricas de la Riviera francesa a quienes robaba con suma complacencia. Pero llegada la Segunda Guerra Mundial, Robie se enroló en la resistencia francesa, y desde entonces, todo el mundo creía que, “El gato”, era ya un hombre regenerado.

Sin embargo, llegado el año 1951, en los hoteles de Niza vuelven a presentarse nuevos robos de joyas, con un modus operandi que no tarda la policía en pensar que, el famoso gato, ha vuelto a sus andadas. Como si pensara igual que el director Alfred Hitchcock, tampoco El gato confía en la policía… así que, cuando les ve llegar a su casa, emprende enseguida las de Villadiego dispuesto a atrapar al nuevo ladrón que está empañando su, ahora, respetable imagen.

No siempre fue Hitchcock el único que hacía los buenos negocios con las novelas que adquiría. En esta ocasión, fue el escritor californiano David Dodge (1910-1974), quien apenas había escrito su novela “To catch a thief”, sin publicarla todavía se la ofreció al director inglés, con tal suerte que éste se interesó en ella y le compró los derechos cinematográficos… y con el cuento de que la había vendido al gran Hitchcock, los editores se interesaron enseguida y la publicaron en 1952. Hitchcock la pondría en manos de John Michael Hayes para que hiciera el guión, y tres años después saldría la película que, tiene una gran factura, pero aunque de seguro atrapan al ladrón, a nosotros no consigue atraparnos como lo esperábamos.

Estaba Cary Grant, quien ya había actuado para Hitchcock en “Notorious” y quien de nuevo se mostró dispuesto a lucirse como galán y comediante. Y a él le acompañaba nada menos que Grace Kelly, la adorable rubia que venía de protagonizar dos de los grandes éxitos de Hitch: “Dial M for murder” y “La ventana indiscreta”.

Todo estaba dado para tener otra gran película, pero no siempre el tigre agarra al ciervo al que persigue y, “ATRAPA A UN LADRÓN”, se queda en la linda fachada, en las mejores intenciones, en dos o tres momentos atractivos, pero sin lograr el suspenso… ni la comedia… ni el romanticismo que tanto prometía y que nosotros harto ansiábamos.

Sin resalto alguno a nivel argumental, Hitchcock se despista hasta el punto de que la escena del funeral de Toussaint se resuelve de manera inverosímil; la secuencia del baile ronda la sosería; y el desenlace es de tan pobre ingenio, que al final todo el cuento llegó a parecerse al edificio Space de Medellín: Excelente localización, una fachada bastante llamativa, moradores de alto nivel social, uno que otro gato rondando por los tejados… y al interior, una estructura que se derribaría bien pronto como un castillo de naipes.

“ATRAPA AL LADRÓN” es “tan eficiente” como El gato: No deja ninguna huella.

Título para Latinoamérica: “PARA ATRAPAR AL LADRÓN”
Luis Guillermo Cardona
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