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Voto de Luis Guillermo Cardona:
7
Romance. Drama Japón, 1929. Chiyo, una niña de nueve años, es vendida por sus padres para trabajar en la casa de Geishas de Nitta Okiya. Su hermana mayor Satsu no es aceptada y es enviada a un prostíbulo. En la casa Chiyo conoce a Pumpkin, otra niña que va a ser instruida para ser geisha, así como a las famosas geishas Hatsumomo (Gong Li) y su rival Mameha (Michelle Yeoh). Los comienzos de Chiyo (Zhang Ziyi) son duros, pero un encuentro con el que ... [+]
16 de enero de 2009
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta es una película curiosa: La dirige un coreógrafo estadounidense, Rob Marshall, cuyo debut en la dirección cinematográfica fue “Chicago”, realizada tres años atrás. La protagonizan tres de las mejores actrices chinas: Zhang Ziyi, Gong Li y Michele Yeoh; pero tiene todas las características de una película japonesa que cuenta la historia de una Geisha, cuya vida, como es de suponerse, transcurre en la tierra del sol naciente.

Resulta que, la novela homónima en que se basa, fue escrita por Arthur Golden (miembro de la familia Ochs-Sulzberger, dueños del periódico The New York Times)-, quien se especializó en arte japonés habiendo obtenido una maestría en la Columbia University. Para su libro, Golden entrevistó a varias geishas y así logró un gran realismo en su historia.

Como película, <<MEMORIAS DE UNA GEISHA>>, tiene todas las bazas de una superproducción y se desarrolla en un ambiente de impecable diseño artístico, con una iluminación y una fotografía perfectas... y con una banda sonora que todavía resuena en nuestros oídos (John Williams, resulta grandioso).

La historia, adaptada por Robin Swicord -la también guionista de, "Little Women" (1994) y "Matilda" (1996)-, da cuenta de una jovencita que padece todas las vicisitudes de la crianza en un ambiente hostil y, al llegar a la adolescencia, los giros que da la vida la van convirtiendo en una cotizada geisha que, desde entonces, no tiene más que un sueño: Merecer el amor de un galante caballero que tuvo con ella un bello gesto cuando apenas era una niña.

Desde entonces, Zayuri (luego, Chiyo) se convierte en ejemplo de la clase de mujer con carácter que se traza un objetivo irreversible, y para lograrlo, hace lo que toda mujer tendría que hacer: Se preserva tan bella como puede; da siempre lo mejor que hay dentro de su ser; se muestra fina y con una fuerte personalidad... y de esta forma, hace que sea el hombre quien descubra que, ella, es un verdadero tesoro.

Con un ritmo pausado y poético aunque, a ratos, demasiado gélido, Marshall nos hace seguir con interés el proceso que, aquella hermosa y especial muchacha, tiene que seguir para alcanzar su mayor ideal. La paciencia, la constancia y la firmeza, fluyen en un sendero trazado, desde el comienzo, para lograr el triunfo.

<<MEMORIAS DE UNA GEISHA>>, se convierte así en una película con aroma de mujer, pues, hay en ella cosas muy valiosas que las jóvenes deberían considerar para poder fortalecer sus experiencias amatorias... y han de recordar que, una geisha es una artista: una cantante y una bailarina que vende su talento, pero no su cuerpo. Este es uno de los pilares para una vida digna… pero cada mujer determina lo que hace con sus principios y, finalmente, con su vida.
Luis Guillermo Cardona
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