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Voto de Luis Guillermo Cardona:
9
Drama Esta crónica sobre la lucha del político y activista Dr. Martin Luther King Jr. (David Oyelowo) en defensa de los derechos civiles se centra en la marcha desde Selma a Montgomery, Alabama, en 1965, que llevó al presidente Lyndon B. Johnson (Tom Wilkinson) a aprobar la ley sobre el derecho al voto de los ciudadanos negros. (FILMAFFINITY)
19 de septiembre de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
“El sistema de la no-violencia no cambia de inmediato el corazón del opresor. Primero cambia el corazón y las almas de las víctimas, les proporciona un gran respeto por sí mismos y les hace ver recursos de fuerza y de coraje que ignoraban poseer. Finalmente alcanza al atacante y mueve su conciencia a la idea de que la reconciliación es una realidad”. Martin Luther King

No hay lugar a dudas de que, la carrera política de Martin Luther King, ha sido la proyección más cercana al ideario de Mohandas Gandhi que hayamos visto en la historia. Él mismo reconocía su influencia y, en “SELMA”, vamos a ver la silueta de una estatuilla del líder hindú en casa de los King a manera de homenaje. Ha de haber sido muy poderosa la convicción y la grandeza de espíritu de este par de grandiosos personajes, para no responder con violencia a las afrentas, las humillaciones y las infames agresiones que tuvieron que soportar directamente, más las que vieron padecer a sus amigos y seguidores.

Entre sus adeptos, hubo también muchos mártires anónimos que, como sus líderes, supieron acoger el dolor como un acto de dignidad, de respeto por toda vida y de siembra roja que habría de dar sus frutos, porque, la sangre que los hombres buenos derraman en pro de una causa justa, indefectiblemente fertilizará la tierra. Creo que nunca la humanidad sabrá agradecer lo que todos ellos aportaron con sus sagradas existencias y seguimos confiados en que, el universo, les compensará como se merecen.

En plena Era Obama, cuando muchos pensábamos que la democrática decisión de elegir -y reelegir- a un presidente afroamericano, era la prueba decisiva de que la sociedad de los Estados Unidos de Norteamérica había madurado lo suficiente como para trascender, de una vez por todas, la ignorancia, el fanatismo y el absurdo humano que significa el racismo y la discriminación, podemos comprobar que todavía subsisten fuertes rezagos en ciertos Estados y en particulares instituciones… y tendrán que pasar ¡quién sabe cuantos años más! para que la luz entre de lleno a la tierra norteamericana.

Pero la Era Obama ha permitido que se pueda contar literaria y cinematográficamente, ¡y de manera objetiva!, muchos de los hechos históricos que antes estaban vedados, y ahora, hasta obtienen un mayor reconocimiento de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, cosa que antes era bastante escaso, y más complejo aún, lograrlo.

Dirigida por Ava DuVernay, primera mujer afroamericana en ser nominada al Oscar por Mejor Película -aunque injustamente se le denegó la nominación a Mejor Director-, “SELMA” partió de un guión que firmara Paul Webb, pero la directora tuvo profundas diferencias con lo escrito por éste, ya que su historia se centraba más en el presidente Lyndon B. Johnson –lavando su deplorable imagen- que en Martin Luther King y en la aguerrida gente de Selma. Así que, ella hizo cuanto pudo para poner las cosas en su lugar: Mostró a Johnson y al muy denostado gobernador George Wallace, como los afroamericanos en lucha los visionaron; recreó a King como el gran líder que fue, sin excluir sus debilidades; y exaltó a las masas con su inconmensurable heroísmo anónimo… y por supuesto, dejó ver a las fuerzas policiales y a los sectores más reaccionarios, en el triste e infame papel que jugaron en aquella historia de la gran marcha entre Selma y Montgomery, realizada con el único anhelo de conquistar el derecho al voto. Esto era todo. Algo que, cualquier presidente justo y Democrático, lo hubiera concedido desde su entrada a la casa blanca como un simple acto de justicia impostergable... pero la democracia, en los EEUU, ha sido históricamente de una debilidad aplastante.

Magníficamente rodada (incluyendo un segmento de la marcha original) y muy bellamente interpretada por David Oyelowo (Martin Luther King), Carmen Ejogo (Coretta Scott King), Oprah Winfrey (Annie Lee Cooper), entre otros, “SELMA” es una película imprescindible porque está comprometida hasta el tuétano con la dignidad humana.
Luis Guillermo Cardona
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