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Voto de Luis Guillermo Cardona:
9
Ciencia ficción. Fantástico. Cine negro John Murdoch se despierta solo en un extraño hotel y comprueba que ha perdido la memoria y es perseguido como el autor de una serie de sádicos y brutales asesinatos. Mientras intenta juntar las piezas que componen el puzzle de su pasado, descubre un submundo habitado por unos seres conocidos como "los ocultos" que tienen la habilidad de adormecer a las personas y alterar a la ciudad y a sus habitantes. (FILMAFFINITY)
1 de agosto de 2013
14 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Qué haría usted si, de repente y sin tener la menor conciencia de haberlo hecho, un día se da cuenta de que está siendo perseguido sindicado de haber asesinado a seis prostitutas? ¿Y qué tal, si además se diera cuenta de que todo un ejército de hombres oscuros lo persigue para trepanarle el cerebro en busca de aquello que lo hace humano?

Con un toque buñueliano (salvar a un pececillo cuya pecera ha quedado hecha añicos), el director Alex Proyas, nos introduce en la personalidad de John Murdoch, el hombre que ahora no sabe quién es; tiene una esposa a la que solamente ha visto una vez, y ahora se descubre en una ciudad que no ve la luz del sol y que se transforma cada día cuando el reloj marca las 12 horas. A Murdoch lo asedia la imagen de un mar luminoso: Shell beach al que verá en una postal, en una valla publicitaria, en un cuadernillo… y entonces sentirá que antes que encontrar cualquier explicación o solución a todo lo que sucede, tiene que encontrarse a sí mismo.

Sirviéndose de un guion escrito por él mismo en colaboración con, Lem Dobbs y David S. Goyer, Proyas ha logrado un magnífico filme de ciencia-ficción con certeros trazos de neo-noir, donde lo oculto entra en escena aplicando los poderes de la mente para cambiar la realidad física y tomando como ideal el ansia irresistible del hombre para lograr sentirse humano en un mundo frío y sombrío que no causa sino pesares.

La historia está ambientada a mediados del siglo XX, para asociarla primero con el género detectivesco encumbrado en aquellos años, y enseguida con los negros tiempos de aquel entonces; pero a diferencia de los fascistas que tan solo buscaban el poder desmesurado y la exterminación de todo lo que no fuera “puro”, The Strangers (Los Extraños), buscan el alma humana deseando tenerla también ellos, porque con la clase de vida que hasta ahora han llevado, bien que saben que su auto exterminio está bastante cercano.

<<DARK CITY>> se mantiene en alto de principio a fin, logrando que la acción física -sostenida con muy buenos efectos visuales-, se compagine de acorde manera con ese ímpetu del hombre por preservarse libre de toda manipulación y de cualquier pretendido atropello a su dignidad. Tan perseguido por el inspector, Frank Rumstead, al servicio de la justicia, como por el Dr. Schreber (nombre probablemente tomado del escritor y abogado Daniel Paul Schreber, autor de una autobiografía titulada, “Memorias de un enfermo de nervios”) al servicio de Los Extraños, para John Murdoch, la oscuridad que ahora envuelve al mundo quizás le traiga la ocasión de descubrirse en sus verdaderos potenciales y poder comprobar que, motivado por el amor y el ansia de libertad, el hombre puede conseguir cosas que jamás imaginó que lograría alcanzarlas.

Muy convincente resulta, Rufus Sewell, como el hombre que debe empezar por encontrar su propio nombre, para poder mantenerse firme en el cuidado de su propia conciencia. La siempre adorable, Jennifer Connelly, será la chica destinada a amarle y a considerarlo su esposo, y un Kiefer Shuterland bastante simpático, es el doctor que, obligado, sirve a la causa de aquellos que buscan la luz por los medios más oscuros.

<<DARK CITY>>, nos pone a pensar indefectiblemente y nos demuestra que, más allá de lo que ahora vemos, todavía quedan muchísimas cosas por descubrir.
Luis Guillermo Cardona
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