Imaginaros por un momento que sois hija/o de un famosísimo director de cine fantástico y no sabéis que hacer con vuestra patética vida porque básicamente no dais para mucho. ¿Qué hacéis? Pues decirle a vuestro papi que os enchufe al mundillo para sacarle partido al apellido. ¿No?, eso es lo que debió pensar Jennifer Chambers Lynch (hija de David Lynch) con su vida.
Chained es una película del género Slasher, del típico asesino de mujeres pero horriblemente mal hecha. Y es que, a mi juicio, si no vales para hacer una buena película de terror ... no vales para el cine.

La película en cuestión trata sobre un taxista chiflado que secuestra mujeres para llevárselas a su casa donde las mata. Pero un día recoge a una madre con su hijo y decide "adoptar" al niño (Tim) mientras la madre esta "en el cielo". A partir de aquí se repite una y otra vez el mismo patrón hasta la saciedad: Secuestro una mujer, la llevo a casa y la mato... Secuestro una mujer, la llevo a casa y la mato... Secuestro una mujer, la llevo a casa y la mato... durante unos insufribles largos minutos no veremos mucho más.

La interpretación del gordo seboso que hace de asesino (Vincent d'Onofrio) es & # $@&#¬¡? (insultos varios). No hace nada, absolutamente nada, solo que poner cara de loco. Un maniquí sentado en el sofá podría ser su sustituto. Esto también se podría aplicar al jovenzuelo que hace de Tim (Eamon Farren), su interpretación es & # ^$@&#¬¡** , el chico padece un forzado Síndrome de Estocolmo que no se lo cree nadie y se pasa toda la película contemplando asesinatos con cara de comer ajos.

El gore, ¿donde esta el gore? ¿donde esta la sangre? No hay. No hay escenas explicitas, salvo una que es también un situación super forzada y que una vez más, nos toma al público como tontos.

No obstante, si hay algo a favor de este film, es sin duda la ambientación. La mugre que hay por toda la casa le provocaría un gigantesco dolor de cabeza a cualquier ama de casa. (De verdad, de verdad.)

Secuestro una mujer, la llevo a casa y la mato... Secuestro una mujer, la llevo a casa y la mato... Después de estar esperando como tontos el desenlace para que por fin acabe esta angustia, te quedas patidifuso con los últimos 15 minutos que constituyen el final. Te quedas con cara de ¿eing?, ¿WTF?, ¿pero qué coño? y otras situaciones faceo-cómicas. (De verdad, de verdad.)

Final cogido por los pelos, con pinzas de las de los chinos (de esas de plástico que se rompen en un plis) un tanto incongruente y que si se hubiese explayado más en el desenlace no estaríamos ante un "quiero-y-no-puedo" convertido en película. En fin, Sra. hija de papa, otra vez será.
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