Ahora que pasado un tiempo desde que la vi, la veo con otra perspectiva y la valoro un poco más. La trama resulta realmente interesante. Explora las ambiciones y el ansia de quererlo todo del protagonista, que, en su ascenso a la cumbre, juega con total ecpatía con los sentimientos de dos mujeres que, a su vez, pertenecen a dos mundos muy diferentes. Con el añadido de que una de ellas es mayor que él.
En ocasiones se me hizo un poco densa, pues el guion cuenta con detalles que podrían haberse recortado.

-Comentando los Óscar-
Simone Signoret rebosa elegancia clase y sentimiento en toda la película. Pero como he dicho, su personaje me resulta poco interesante. No le perdono, sin embargo, el “robo” del premio de la academia. que aquel año tuvo que haber sido para Elizabeth Taylor o Katherine Hepburn por “De repente el último verano”