Terminator: Destino oscuro (2019) es un intento de revitalizar la franquicia Terminator después de varios tropiezos en entregas anteriores. Afortunadamente, esta película logra capturar la esencia y la emoción de los primeros filmes, entregando una experiencia emocionante y satisfactoria para los fanáticos de la saga.

Una de las fortalezas de Terminator: Destino oscuro es su guion. A diferencia de las películas anteriores, este filme ofrece una historia coherente y bien estructurada. La trama sigue los acontecimientos de las primeras películas, ignorando las secuelas fallidas, y logra mantener la tensión y la emoción a lo largo de la narrativa. Además, se introducen nuevos personajes que aportan frescura a la franquicia, al tiempo que se dan varios giros argumentales sorprendentes.

El reparto, encabezado por Linda Hamilton y Mackenzie Davis, brinda actuaciones sólidas y convincentes. Hamilton regresa en su papel icónico de Sarah Connor y muestra una fuerza y determinación que los fanáticos adorarán. Davis también se destaca en su papel de Grace, una híbrida humana-Máquina que agrega una nueva dimensión a la historia. El resto del elenco también cumple con su cometido, aportando credibilidad y carisma a sus personajes.

La dirección de Tim Miller es excelente en Terminator: Destino oscuro. Miller logra capturar el tono oscuro y apocalíptico que caracteriza a la franquicia Terminator, al tiempo que dirige secuencias de acción emocionantes y bien coreografiadas. Los efectos visuales están muy logrados, especialmente en las escenas de persecución y combate, brindando una experiencia visualmente impactante.

En general, Terminator: Destino oscuro es una grata sorpresa que devuelve a la franquicia Terminator a su antigua gloria. Con un guion sólido, actuaciones convincentes y una dirección acertada, la película ofrece una experiencia emocionante y satisfactoria para los fanáticos y para aquellos que buscan una buena película de acción.