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Voto de Angie Banshee:
5
6,9
28.251
Ciencia ficción. Fantástico. Cine negro
John Murdoch se despierta solo en un extraño hotel y comprueba que ha perdido la memoria y es perseguido como el autor de una serie de sádicos y brutales asesinatos. Mientras intenta juntar las piezas que componen el puzzle de su pasado, descubre un submundo habitado por unos seres conocidos como "los ocultos" que tienen la habilidad de adormecer a las personas y alterar a la ciudad y a sus habitantes. (FILMAFFINITY)
2 de octubre de 2011
12 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tengo que reconocer que esperaba más de “Dark City” y que, precisamente por ello, me ha decepcionado un poco, pero en fin, en líneas generales, se deja ver, entretiene y resulta bastante original.
Cabe decir a su favor que está construida sobre un guión harto interesante, y que el mensaje que yo creo inferir es puramente existencialista, tratándose de una cuestión que se aleja de lo superficial y trivial. De hecho, es el argumento lo que más me gusta de esta película. Sin embargo, la forma elegida para desarrollar la narración no me parece acertada, ya que parece adolecer de un deseo obsesivo por explicarlo todo con minuciosidad y al detalle. Desde luego que, desde mi punto de vista, es de agradecer –en cualquier película– la claridad narrativa, que no se dejen cabos sueltos, que las ideas principales, ésas que constituyen la clave para comprender el sentido de la cinta, no resulten farragosas, oscuras o ambiguas. Y Dark City cumple con esa premisa, pero incurriendo en un exceso explicativo, desmenuzando, pormenorizando y reiterando lo expuesto hasta la saciedad. No era preciso explicar lo mismo varias veces.
El trabajo de los actores, en lo global, es bastante flojito. William Hurt, que me parece un gran actor, pasa aquí sin pena ni gloria, si bien cumple. Kiefer Sutherland está aceptable. A Rufus Sewell se le ve muy contenido para todo lo que le sucede en la película; tal vez era eso lo que se le pidió a la hora de dar vida a su personaje. Y, por último, Jennifer Connelly no me dice nada; bueno sí, que es muy mona.
Por otro lado, la estética de la película me ha gustado, así como también los efectos especiales. “Los ocultos”, no obstante, me han resultado decepcionantes. De hecho, son ellos, los villanos de esta historia, los que no me parecen convincentes en absoluto, con esa extraña forma de hablar, que digo yo, si son tan inteligentes y avanzados como para montar semejante tinglado, ya podían haber aprendido a imitar con más naturalidad el habla humana. Además, cualquiera diría que son parientes lejanos de “La Familia Adams”. Sinceramente, ha habido momentos en los que me han llegado a resultar ridículos.
Por último, y antes de pasar al spoiler, donde comentaré algo relativo al final de la película, diré que no le veo tanto parecido con “Matrix” como para levantar las ampollas que, al parecer, ha levantado. Sí hay similitudes, como las hay también con otras películas (“El Show de Truman”, sin ir más lejos), pero no creo que éstas justifiquen una acusación de plagio. Yo creo que no lo hay.
Cabe decir a su favor que está construida sobre un guión harto interesante, y que el mensaje que yo creo inferir es puramente existencialista, tratándose de una cuestión que se aleja de lo superficial y trivial. De hecho, es el argumento lo que más me gusta de esta película. Sin embargo, la forma elegida para desarrollar la narración no me parece acertada, ya que parece adolecer de un deseo obsesivo por explicarlo todo con minuciosidad y al detalle. Desde luego que, desde mi punto de vista, es de agradecer –en cualquier película– la claridad narrativa, que no se dejen cabos sueltos, que las ideas principales, ésas que constituyen la clave para comprender el sentido de la cinta, no resulten farragosas, oscuras o ambiguas. Y Dark City cumple con esa premisa, pero incurriendo en un exceso explicativo, desmenuzando, pormenorizando y reiterando lo expuesto hasta la saciedad. No era preciso explicar lo mismo varias veces.
El trabajo de los actores, en lo global, es bastante flojito. William Hurt, que me parece un gran actor, pasa aquí sin pena ni gloria, si bien cumple. Kiefer Sutherland está aceptable. A Rufus Sewell se le ve muy contenido para todo lo que le sucede en la película; tal vez era eso lo que se le pidió a la hora de dar vida a su personaje. Y, por último, Jennifer Connelly no me dice nada; bueno sí, que es muy mona.
Por otro lado, la estética de la película me ha gustado, así como también los efectos especiales. “Los ocultos”, no obstante, me han resultado decepcionantes. De hecho, son ellos, los villanos de esta historia, los que no me parecen convincentes en absoluto, con esa extraña forma de hablar, que digo yo, si son tan inteligentes y avanzados como para montar semejante tinglado, ya podían haber aprendido a imitar con más naturalidad el habla humana. Además, cualquiera diría que son parientes lejanos de “La Familia Adams”. Sinceramente, ha habido momentos en los que me han llegado a resultar ridículos.
Por último, y antes de pasar al spoiler, donde comentaré algo relativo al final de la película, diré que no le veo tanto parecido con “Matrix” como para levantar las ampollas que, al parecer, ha levantado. Sí hay similitudes, como las hay también con otras películas (“El Show de Truman”, sin ir más lejos), pero no creo que éstas justifiquen una acusación de plagio. Yo creo que no lo hay.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Llegados al desenlace de la película, me pregunto por qué el protagonista no intenta descubrir la verdadera procedencia de todas las personas que habitan la ciudad, incluida la suya propia. En lugar de eso, elige quedarse con sus recuerdos implantados, seguir siendo John Murdoch y utilizar su poder para moldear la ciudad a su gusto. Es decir, opta por seguir viviendo una ficción de la que también serán partícipes el resto de los ciudadanos. Tal vez era ésa la única opción plausible y, de hecho, resulta muy significativo dicho conformismo final, ya que se asemeja al que adoptamos los seres humanos para combatir la angustia vital que se derivaría de la toma de conciencia de nuestra insignificante existencia dentro de la desconocida inmensidad del Universo. Conclusión: Dark City seguirá siendo una ciudad ficticia, preñada de vidas igualmente ficticias, pero esta vez, por deseo expreso de Murdoch, las ficciones serán inmutables (nada de experimentos) y, además, habrá océano y solecito. Ya que no puede sino vivir una mentira, al menos que ésta sea acogedora.