Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Bea Veloso:
8
Drama. Romance. Comedia Camille limpia oficinas por las noches y dibuja con arte en sus horas libres. Philibert es un joven aristócrata amante de la historia, tímido, sensible y solitario, que vive en un espacioso piso, propiedad de su familia. Franck, un cocinero duro y tierno a la vez, quiere muchísimo a su abuela Paulette, una frágil y peculiar anciana. Los tres aprenden a vivir juntos y a superar dudas y penas. (FILMAFFINITY)
2 de marzo de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una vez más, sucumbo a la sencillez del cine francés. ¡Cómo no hacerlo! Siempre es simple, lento y con un marco muy bien definido. Pero también puede ser histriónico, sorprendente, divertido e incluso excéntrico.

He de decir que no soy muy fan de Audrey Tatou (no me maten, cada cual tiene su opinión), y no es que este metraje haya cambiado la visión que tengo de ella, porque si lo dijera mentiría. Si bien es verdad, que en V.O no me disgusta, tampoco me encanta. En cambio, Guillaume Canet consigue que mi amor por él se reafirme con cada uno de sus papeles. En cuanto al tercer y último protagonista, Laurent Stocker, he de decir que su locura en ciertas partes, y su dulzura y encanto en otras, me han conquistado. Tampoco puedo decir nada malo de Francoise Bertin, pues encarna a la dulce y exigente Paulette.

En lo que concierne al argumento, me he sumergido sin saberlo en una historia de amor a todo el que nos rodea. Guillaume, o su personaje Franck, se nos presenta en un principio como un nieto preocupado por su más que entrañable abuela, pero a lo largo de la película mi visión sobre su comportamiento se hace muy diversa, hasta que llega un punto en el que me gustaría ser uno de sus compañeros de piso. Es entonces cuando nos muestra su lado más generoso, haciendo que Camille tenga que replantearse ciertos aspectos de su vida. Franck, con su fachada de grosero, que no es más que la fachada un niño perdido en el cuerpo de un hombre, hace que el espectador pueda ponerse en la piel de alguien como él a lo largo del metraje. Nos muestra la soledad en la que a veces nos sumergimos sin llegar a saber por qué, hasta que alguien llega para dar ese giro a nuestro mundo que no sabíamos que necesitáramos, aunque así fuera.

Sin saberlo, me he topado con una película que se entreteje alrededor del buen hacer de Laurent Stocker, que sin pretenderlo se convierte en el centro de todas las miradas, y cuya interpretación hace que esta película sea algo más que una historia de amor, hace de la solidaridad una forma de amor como remedio a la soledad y el mal humor.
Bea Veloso
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow