Despropósito que no hay por donde cogerlo. Lo del canal Scifi, de verguenza, es preferible que saquen un par de películas al año más o menos decentes que no llenar su canal de mierda estratosférica procedente del planeta Scificutrez, y es que hablamos de producciones tan baratas y faltas de imaginación que rallan el ridículo. Enumero lo acontecido en este apasionante metraje:

1- Los créditos iniciales: una música country-rock ameniza la risible presentación del personaje principal, un niñato supuestamente guaperas y que ya hace presagiar lo que será el resto de la cinta.

2- El terremoto: la causa principal de que estas arañas se muestren es por un terrible terremoto del cual nadie habla (una triste mención durante el viaje en autobús) y de la que no se plasman imágenes.

3- El elenco protagonista: al cuarto de hora conocemos a los que nos acompañarán durante setenta minutos. El presagio se confirma.

4- El desarrollo: durante el resto de la cinta las arañas van y vienen con pésimos bagajes fílmicos. Escenas de auténtico sonrojo en las que, entre otros, el actor Edward Furlong (el niño Sayonara Baby de Terminator 2) muestra su declive.

5- Las arañas (fx): mención aparte. Salen por doquier, pero claro, hoy día es muy barato recrear estos insectos por ordenador, más cuando ni siquiera hace falta medir su tamaño. Además, gruñen como un perro, saltan como ranas y ¡corren! sobre el agua.

6- El ejército: ante una catástrofe de tales dimensiones y una amenaza tan temible como casi invencible, surge un ejército con seis soldados, un único vehículo, un triste helicóptero -superpuesto-, cuatro agentes de la policía y como arma más letal un bazooka (o algo similar), y para colmo uno de los personajes más sonrojables de la película lo roba.

Y para spoiler dejo el último punto, ya que desvela el apasionante final de esta gran película.

Lo mejor: su final. No da pie a posibles secuelas.

Lo peor: Que la araña madre sufre mucho con sus pequeñas crías (animalitos).