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Voto de Sandro Fiorito:
8
Ciencia ficción. Thriller. Aventuras. Intriga En un plazo de cinco años el Sol se apagará, y con él se extinguirá la raza humana. La última esperanza de los hombres es el Ícarus II, una nave espacial tripulada por seis hombres y dos mujeres, cuya misión consiste en llevar una gigantesca carga explosiva que insuflaría nueva vida a la estrella y le permitiría volver a brillar, salvándose así la población de la Tierra. El problema es que la nave Ícarus ya había llevado a cabo la misma ... [+]
12 de septiembre de 2012
15 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Sunshine” es una fascinante obra de ciencia-ficción, otro indispensable aporte al género que provoca o reaviva la sensación de mantenernos totalmente maravillados con ese Universo al que pertenecemos y con todo aquello que no valoramos lo suficiente hasta el momento en el que llegan los problemas. Ese es el planteamiento de la película dirigida por Danny Boyle (“127 horas“, 2010): el Sol se apaga y un grupo de astronautas de la nave Icarus II se dirige hacia el mismo con el objetivo de insuflarle una bomba nuclear que pueda devolverle la vida. Sin el Sol, toda la Humanidad se encuentra en peligro y por ello la magnitud de la misión es descomunal, algo que tienen claro los tripulantes de la nave, reconociendo que el cumplimiento de la misión está por encima de su supervivencia personal.

Los miembros de la nave se verán obligados a soportar las tensiones surgidas entre ellos a raíz de diversas decisiones trascendentales acerca de la misión, mientras los espectadores somos testigos de un apasionante despliegue visual que nos muestra con detalle el Sol y el Espacio. La dirección, muy cuidadosa con los detalles y realista en la descripción de la vida espacial, también acierta derivando la trama hacia un misterioso e intrigante territorio a medida que avanza el argumento, lo que nos generará tensión y aumentará el interés sobre los actos que se van sucediendo. Pero lamentablemente, esto nos lleva hasta un punto en el que, desperdiciado el factor sorpresa o de fascinación sobre el descubrimiento más sorprendente de la película, la cinta cae en el desvarío con un tramo final decadente y reprochable.

Esto se perdona porque las ventajas son muy superiores, contiene escenas apasionantes y es una película que se sigue con asombro y muchísimo interés. Porque no sólo es una cinta original y bien realizada sino también necesaria y hasta didáctica, por lo menos en lo que respecta a que podemos ser más conscientes de la importancia, fragilidad o vulnerabilidad de nuestro Universo y las estrellas que lo componen. La más grata sorpresa interpretativa del reparto es un Cillian Murphy (“El caballero oscuro: La leyenda renace“, 2012) que se sale, pues logra transmitir la fascinación y el nerviosismo de su personaje, un joven físico que tendrá la mayor responsabilidad a bordo de la nave: el lanzamiento de la bomba nuclear. El resto del elenco se muestra equilibrado, ofreciendo unos correctos y creíbles papeles que cumplen con su objetivo.

De la banda sonora de esta película salió el extraordinario y cientos de veces versionado y reproducido “Adagio in D Minor” de John Murphy, uno de los mejores aportes musicales de la Historia del séptimo arte: cautivador, enigmático, de inmensa belleza y ejecución, magnifica cualquier momento en el que aparece y nos recuerda la importancia de la música y hasta qué punto podemos llegar a enamorarnos de una partitura. No es el único tema, pues otros menos recordados -de Karl Hyde y Rick Smith, además de John Murphy- pero de muy buena calidad acompañan al principal. También destaca un sonido que casi es melódico, una de las señales más misteriosas que he oído en cine: la “Icarus I Distress Beacon”.
Sandro Fiorito
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