Se deja ver esta simpática comedia gangsteril con abundantes escenas de humor fruto de un ingenioso guión que plantea un sin fin de enredos más o menos chistosos y que sirven de vehículo perfecto para el lucimiento de Matthew Perry y Bruce Willis. Las atractivas Natasha Henstridge y Amanda Peet también sacan provecho con actuaciones brillantes. Sin embargo, a la película le falta el toque de genialidad, es decir, la magia de la comedia de calidad. Falsas apariencias no deja de ser una comedia amable y superficial correctamente interpretada en la que los actores se limitan a ser ellos mismos y a mostrarnos su peculiar sentido del humor.