Media votos
7,8
Votos
347
Críticas
3
Listas
0
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Aleph:
9
7,4
3.012
Drama
Yugoslavia, 1950. La ruptura de Tito con Stalin marcó el principio de un período de represión. Mesa es un buen hombre, casado y padre de dos niños. En una ocasión se le escapa un comentario crítico sobre política, y su amante, resentida, se lo cuenta al hermano de él, un funcionario del gobierno que hace que lo condenen a trabajos forzados. La mujer de Mesa consigue sacar la familia adelante y al más pequeño de sus hijos le cuenta que ... [+]
20 de julio de 2008
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pasa a versión con "spoiler"
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Una de las mejores películas de Emir Kusturica, que como todas las demás, contiene numerosos elementos autobiográficos. Por ejemplo, sólo por medio de detalles llegamos a saber que en la familia protagonista, la mujer es musulmana y el marido, serbio. Los niños son circuncidados como musulmanes. Pero en ningún momento se busca poner de relieve "hechos diferenciales". Eso sí, como en otros films ("Underground") el personaje femenino en negativo, traicionero, es croata. Todo ello forma parte de los estereotipos acuñados en la antigua Yugoslavia en la cual creció Kusturica, educado en su niñez por una familia musulmana de Sarajevo.
Por lo demás, el film realiza una reconstrucción soberbia de la Yugoslavia de los primeros años 50, tras la ruptura Tito-Stalin, en la cual el líder yugoslavo pone en marcha los mismos resortes represivos que aprendió de su ex mentor soviético. Y en el film desfila él habitual mundo de Kusturica: el cariño por críos y animales, el machismo omnipresente, mujeres de rompre y rasga (incluyendo la tranquila esposa del protagonista, ese omnipresente actor serbio que era Miki Manojlovic), la importancia relativa de los vínculos familiares, el protagonismo del compadreo mediterráneo en la ex Yugoslavia (y después)... y personajes muy tiernos como la niña tuberculosa y su padre, el médico ruso. A lo largo y ancho del film, late la visión vitalista y positiva de Kusturica y la obra no termina en final dramático, que hubiera sido lo más fácil. Como siempre, triunfa el amor por la vida y la superación de la amargura.
Por lo demás, el film realiza una reconstrucción soberbia de la Yugoslavia de los primeros años 50, tras la ruptura Tito-Stalin, en la cual el líder yugoslavo pone en marcha los mismos resortes represivos que aprendió de su ex mentor soviético. Y en el film desfila él habitual mundo de Kusturica: el cariño por críos y animales, el machismo omnipresente, mujeres de rompre y rasga (incluyendo la tranquila esposa del protagonista, ese omnipresente actor serbio que era Miki Manojlovic), la importancia relativa de los vínculos familiares, el protagonismo del compadreo mediterráneo en la ex Yugoslavia (y después)... y personajes muy tiernos como la niña tuberculosa y su padre, el médico ruso. A lo largo y ancho del film, late la visión vitalista y positiva de Kusturica y la obra no termina en final dramático, que hubiera sido lo más fácil. Como siempre, triunfa el amor por la vida y la superación de la amargura.