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Voto de Sergio Berbel:
10
Drama Son los últimos días de agosto. Diane, una vieja y vitalista estrella de cine, y su pareja visitan a su hija Lane en su casa de campo. Lane es una mujer depresiva, cuya vida está marcada desde la infancia por el asesinato del amante de su madre, a la que culpa de su mala suerte. Lane está enamorada de Peter, un escritor, pero éste ama a Stephanie, que le corresponde, aunque está casada. (FILMAFFINITY)
18 de agosto de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Reconozco ab initio que soy un idólatra de Allen un tanto peculiar por haberse fraguado fama mundial como autor de comedias, y adorarlo yo especialmente en esa otra vertiente suya menos conocida del drama bergmaniano. Discípulo expreso de Ingmar Bergman, “September” es una de esas películas con aroma a Chéjov de Woody Allen que no dejan respiro al espectador por la tristeza nihilista absoluta que rezuman en cada diálogo, en cada personaje, en cada situación.

“September” es un drama demoledor que se desarrolla sin sacar la cámara en ningún momento de una casa de verano, prácticamente en una única habitación, donde seis personajes pasean su amargura insondable y su falta de fe en cualquier tipo de futuro. La protagonista, copropietaria de la casa junto con su madre por herencia, ha vivido un curso que ya toca a su fin refugiada en la casa tras un intento de suicidio; está enamorada de un joven escritor que habita en una habitación como inquilino, pero que realmente está interesado en la amiga de la protagonista. Mientras tanto, un habitante mayor del pueblo se ha convertido en asiduo en la casa porque está perdidamente enamorado de su propietaria, aún a sabiendas de que la diferencia de edad lo convierte en algo totalmente imposible, simplemente por ese único motivo. En la casa también está la egocéntrica madre de la protagonista con su actual pareja. La mezcla de todos ellos hace presagiar una tragedia tan inminente como insondable.

Drama seco, rodado con ampulosidad y elegancia en los movimientos de cámara, con un ambiente de jazz continuo que encaja perfectamente con ese momento lánguido del final del verano bellamente fotografiado en tonos dorados, cuando las tormentas hacen presagiar el otoño que se acerca sigiloso, la tristeza inunda la pantalla y la falta de esperanzas asola el páramo que es la vida. Y nadie como Woody Allen para reflejarlo a través de certeras citas y reflexiones brillantes y desasosegantes.

Todo ello sostenido por un elenco actoral de primera magnitud en su mejor momento: Mia Farrow como la desesperada protagonista, Sam Waterstone como el joven escritor, Dianne Wiest como la amiga a la que el escritor persigue, Jack Warden como el dueño de un terrible amor otoñal no correspondido, Elaine Stritch como una madre castradora ingobernable… Cine en estado de magia con una conclusión clara y diáfana puesta en boca de uno de sus protagonistas: “El universo es fortuito, moralmente neutro e increíblemente violento.”
Sergio Berbel
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