Me ha dado la impresión de estar viendo una teleserie de altos vuelos, centrada en un tema impactante, pero sin la molesta publicidad de por medio. No creo que pueda decirse que se trata de una mala película. Creo que los actores cumplen (especialmente la hija del boxeador, que eclipsa al resto del reparto), que los hechos que se describen son lo suficientemente trágicos como para provocar la implicación emocional del espectador, pero a ratos me ha resultado aburrida, bastante previsible y, lo más llamativo, falta de fuerza dramática (los directores parecen no tener muy clara la diferencia entre tensión dramática y agobio narrativo). Algunos personajes, por su tratamiento, resultan difíciles de creer, rayanos en lo patético. No obstante, nunca viene mal recordar que hace no tantos años en la culta Alemania existió un régimen tan repugnante como el hitleriano.