Estamos ante la quinta parte de la saga Resident Evil, aunque para hacer esto mejor que acaben ya con la saga. Desde que empezó allá por el 2.002, siempre me he declarado un fan nato de la saga, que no de los videojuegos que es muy diferente, pero con esta quinta parte creo que nos han querido tomar el pelo a los fans.
Empezando por el argumento, sin pies ni cabeza y demasiado confuso como para poder seguirlo. La película se basa en un remix de las cuatro anteriores, ponen un poco de aquí, otro poco de allá, y asi consiguen llenar los 95 minutos de duración.
Los actores, exceptuando Milla Jovovich, un desastre total, y encima hay algunos que salen por duplicado, no digo más. Lo que se salva son los efectos especiales y varios momentos de acción muy conseguidos.

Querido Paul W.S. Anderson, póngale fin a la saga ya de una vez, no la destroce más.