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Intriga. Thriller
Después de ser secuestrado, Paul Conroy (Ryan Reynolds), contratista civil en Irak, se despierta enterrado vivo en un viejo ataúd de madera, sin más recursos que un teléfono móvil y un mechero. El teléfono podría ser el único medio que lo salvara de esa mortal pesadilla, pero la precariedad de la cobertura y la escasa batería parecen obstáculos insuperables en su lucha contra el tiempo: sólo dispone de 90 minutos para ser rescatado ... [+]
23 de marzo de 2011
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque la fotografía y la técnica son mucho más que aceptables, es muy posible que salgan de la sala con dolor de estómago, y no precisamente provocado por los nervios.
El menú del día, detallado en el Spoiler.
El menú del día, detallado en el Spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Debemos admitir que ni el ingenio ni el sentido común son los ingredientes esenciales en este primer plato de ensalada de arena, enderezada con gasolina, y con crujiente de serpiente endémica de esos dos metros cúbicos de terreno.
Acabados los entrantes, se nos ofrece un espléndido, sabroso, y facilón segundo plato, de incompetencia gubernamental delirante, demasiado pasada, por no decir carbonizada, con salsa de "pónganme de todo en esa caja hasta que no quepa ni una aguja".
De postre, una buena Tatin de secuestrador caramelizado con máster en negociaciones, y helado de blackberry.
En fin señores, que me he ido sin tomar café, y sin pagar la cuenta.
Acabados los entrantes, se nos ofrece un espléndido, sabroso, y facilón segundo plato, de incompetencia gubernamental delirante, demasiado pasada, por no decir carbonizada, con salsa de "pónganme de todo en esa caja hasta que no quepa ni una aguja".
De postre, una buena Tatin de secuestrador caramelizado con máster en negociaciones, y helado de blackberry.
En fin señores, que me he ido sin tomar café, y sin pagar la cuenta.