Hace pocos meses que me di cuenta (aunque no he podido ver ninguna salvo esta) que David Gordon Green tenía un lado más indie antes de su faceta por la que es más conocido como lo llamo yo como un "cineasta fumeta / fiestero" y uno de los tentáculos de la extensísima "factoría Apatow" por compartir películas, estilo, guiones, actores o de todo un poco. En esta me da que se acerca más a sus orígenes o sin duda puedo afirmar que es diferente a las que he visto como las destacbales "Superfumados" y la serie "De culo y cuesta abajo" o las desechables "El canguro" o "Caballeros, princesas y otras bestias".

Dejando a un lado repasos filmográficos, esta nos relata la convivencia entre dos hombres (cuñados entre si) que trabajan pintando las señalizaciones de una carretera perdida en medio de un bosque que ardió tiempo atrás. Explora con acierto temas como la soledad, el encontrarse a uno mismo, pero no llega a rascar mucho más allá de la superficie. En una película donde claramente el peso lo llevan sus dos actores, Paul Rudd y Emile Hirsch están correctos pero no brillan y a veces da la sensación que el director se pierde en la bonita fotografía de un entorno con un trasfondo histórico al que parece dársele importancia en momentos muy esporádicos y no acaba de encajar en el conjunto. Se me antoja que por momentos el film tiene un aire (aunque leve y no cargante) pretencioso y la cinta en resumen, no merece el suspenso pero tampoco permanece en la memoria mucho tiempo tras el visionado.

Nota: 5'2