“Todo pasado fue mejor, que tiempos aquellos los de aquellas comedias románticas con Katharine Hepburn,Cary Grant, James Stewart Margaret Sullavan, Claudette Colbert, que bonitas eran” aclaman muchas veces los nostálgicos. Da la sensación de que Woody Allen intenta evocar algo similar y nos trae una comedia con aroma clásico desde su música y créditos iniciales entre otras similitudes, aunque sin lugar a dudas, esta no se llevará las alabanzas que muchas de aquellas sí lo hacen, siendo en muchos casos, vistas hoy en día y objetivamente, de un nivel similar.

Sin englobar a todas, dado que las hay flojas y las hay que son fantásticas, la nostalgia ha elevado a un pedestal exagerado a unas cuantas del género de aquella época, que realmente lejos de ser una maravilla, son películas fáciles de ver, de las que se definen como “bonitas” y donde destacan sobretodo las actuaciones, sin dejar un poso importante o tener algún factor que las haga remarcables más allá del encanto de sus personajes. Emma Stone y Colin Firth son en esta ocasión la cabeza de cartel. Ella una supuesta vidente que tiene encandilada a toda una familia de alta alcurnia y sobretodo al joven soltero y heredero que sueña con hacerla su mujer; él un famoso ilusionista que viaja hacia allá con intención de desenmascararla.

La cinta nos plantea los típicos dilemas entre el racional y el pasional que se deja llevar, la fe y la magia contra el agnosticismo, la lucha interna entre la relación sentimental que te conviene y la que te dicta el corazón. La película mezcla el romance azucarado con no se si decir la intriga, pero sí la duda, el juego con el espectador, de si será una vidente real o una estafadora y un, no apasionante, pero si entretenida partida de buscar si hay trampa o no, como buen ilusionista, cual truco final, aunque todo enfocado hacia la vertiente amorosa.

Tenemos como comentaba y en general, una película que mezcla clichés y tópicos vistos ya muchas veces, pero que resulta una película “bonita”, fácil de ver, con diálogos no se si decir ingeniosos pero sí cuidados y sobretodo con una pareja protagonista que rinde a gran nivel y tiene mucha química en pantalla.