El club de las madres rebeldes

Vengo pensando desde hace un tiempo que los norteamericanos, como cultura en su sentido más extenso, son en general y teniendo en cuenta las excepciones, poco inteligentes, toscos y de mal gusto. Películas como la presente serían una confirmación de que el aserto es cierto. Vaya por delante de que como argumento, “Malas madres” tenía posibilidades. Eso de ver a tres mujeres desertando del rol familiar, ante el desconcierto de hijos, maridos, familiares y amigos, podía haber dado mucho juego. Sin embargo, no podemos olvidar lo que he apuntado al principio, la cutrez a la que sin duda los norteamericanos se han abonado. Así que convertimos a “Malas Madres” en un carrusel de tacos, palabrotas y disparates, como ese final de color de rosas que acabaría produciendo vergüenza ajena si no hubieras estado ya avergonzado de mucho antes ante el descaro de estas "señoras".

Dicho lo cual, además de ser soez, es que "Malas madres" no tiene ninguna gracia, la idea de ser una mala madre se olvida a los cinco minutos y al final el conflicto acaba siendo abordado de una forma tan idiota como tramposa y antipedagógica, pobres niños. De hecho, la solución de esta madre estresada es seguir la receta de los malos de esta película. ¿Acaso Gwendolyn (Christina Applegate) no es la que va al spa, desayuna tranquilamente y le dedica tiempo a sus hijos? Pues sí y lo hace porque precisamente no trabaja. Pero por supuesto, es la mala porque no trabaja. La otra por ejemplo se cree que por pegarle cuatro voces al marido éste se va a convertir de maltratador en hombre sumiso. De verdad que la película es tontísima. Pero lo que más me ha molestado es que con las villanas han querido hacer una especie de parodia crítica de las heroínas de "Fuera de onda" (1995). Imperdonable.

Pues en mi opinión es una pena. Más de medio siglo luchando por la igualdad entre sexos, batallando contra el machismo y la opresión del macho, contra la supremacía del hombre y que todo haya sido para conseguir resultados tan cuestionables como este. Si ya sé que se me dirá que si el hombre tiene un montón de películas de este tipo, pero a eso yo responderé que si esas no me parecen demasiado graciosas, esta no debe ser diferente.

Como digo, tenemos películas protagonizadas por hombres de humor zafio, chabacano y no encuentro diferencia con este en que lo único destacable es que va dirigido a las mujeres. Para mí es una pena, ya sé que me dirán que soy un machista, un misógino heteropatriarcal fascista y retrógrado pero siempre he pensado que la mujer es, en muchos casos, superior al hombre, sobre todo en lo que se refiere al intelecto y por eso siento tanta decepción cuando veo productos así, films en los que lo único que se supone que es gracioso es ponerse a la altura de las películas horteras y malas de Seth Green o Adam Sandler. Si estos films son bochornosos, ver a actrices como Christina Applegate o Mila Kunis hablar de mamadas, sexo anal ("dejaría que me la metiera por atrás") y circuncisión no es muy gratificante que se diga y no creo que sea la epítome de la comedia.

Tenía ganas de ver el film, pero ha sido una gran decepción. Lo dicho. Una pena