El poder del perro
2021 

6,4
24.731
Western. Drama
Montana, 1925. Los acaudalados hermanos Phil (Cumberbatch) y George Burbank (Plemons) son las dos caras de la misma moneda. Phil es impetuoso y cruel, mientras George es impasible y amable. Juntos son copropietarios de un enorme rancho donde tienen ganado. Cuando George se casa con una viuda del pueblo, Rose (Dunst), Phil comienza a despreciar a su nueva cuñada, que se instala en el rancho junto a su hijo, el sensible Peter (Smit-McPhee). [+]
23 de abril de 2022
23 de abril de 2022
14 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película es otro ejemplo claro del profundo divorcio que existe entre la crítica especializada y el gran público. En la primera, "El poder del perro" ha sido colmada de aplausos y premios: doce nominaciones a los Oscars, tres Globos de Oro, dos premios BAFTA, León de Plata en Venecia y suma y sigue. Pero luego, a nivel de calle, un tostón insoportable para el común. ¿Por qué sucede esto? ¿Somos más tontos y ellos más inteligentes? ¿Están comprados? ¿Corporativismo? Nada de esto, simplemente que tienen otra mentalidad y buscan en el cine algo diferente, a menudo relacionado con cuestiones ideológicas progresistas (deconstrucción del género y masculinidad tóxica en este largometraje). El gafapastismo de toda la vida. Yo lo comparo con el arte moderno. Mientras tú y yo valoramos la pintura figurativa, ellos se pirran por la no figurativa. Así, un churrete, un punto y una raya, es para el gafapasta moderno una obra de arte. Sí, así son las cosas.
Dicho esto, nos trasladamos a la Montana, Estados Unidos, de 1925, para seguir la vida cotidiana de unos rudos cowboys del oeste, según la novela homónima publicada en 1967 por Thomas Savage. Claro, lo de Montana es un decir ya que se ve claramente nada más comenzar que es cualquier otro sitio que ese estado. En efecto, se ha rodado en Nueva Zelanda. Sea como fuere, la película tiene un buen reparto y un aspecto técnico bastante cuidado, dirección, montaje y fotografía sobre todo. Sin embargo, se muestra irritantemente lenta, está llena de puntos muertos y su trama es de una pobreza espantosa. En definitiva, estás esperando que suceda algo pero nunca pasa nada y al cabo de media hora estás bostezando. Peor aún es que el guión ignora los elementos relevantes de tal forma que la evolución dramática y la psicología de los personajes ni existe ni se comprende, por lo que queda todo muy brusco. Además, una gran amoralidad que se ve bien.
Dicho esto, nos trasladamos a la Montana, Estados Unidos, de 1925, para seguir la vida cotidiana de unos rudos cowboys del oeste, según la novela homónima publicada en 1967 por Thomas Savage. Claro, lo de Montana es un decir ya que se ve claramente nada más comenzar que es cualquier otro sitio que ese estado. En efecto, se ha rodado en Nueva Zelanda. Sea como fuere, la película tiene un buen reparto y un aspecto técnico bastante cuidado, dirección, montaje y fotografía sobre todo. Sin embargo, se muestra irritantemente lenta, está llena de puntos muertos y su trama es de una pobreza espantosa. En definitiva, estás esperando que suceda algo pero nunca pasa nada y al cabo de media hora estás bostezando. Peor aún es que el guión ignora los elementos relevantes de tal forma que la evolución dramática y la psicología de los personajes ni existe ni se comprende, por lo que queda todo muy brusco. Además, una gran amoralidad que se ve bien.
7 de septiembre de 2022
7 de septiembre de 2022
12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hey chavales, quienes os identifiquéis como millennials, centennials y otros ennials ¿No sois capaces de digerir las películas de vaqueros? Os gusta sus trajes, sus paisajes ¿Pero no soportáis las costumbres arcaicas representadas en las viejitas películas del oeste? ¿Os parecen demasiado pasadas de moda, tanto el contenido como la forma? De hecho ¿No soportáis al sobrevalorado Clint eastwood ni al John wayne de los cojones, ambos par de fachas cuyo cine solo gusta a boomers con ideas machistas, racistas y homofóbicas?
Entonces, os presentamos The power of the dog. The power of the dog tiene todos los ingredientes por lo que a simple vista podéis identificar como western: sombreros, botas de vaquero y por supuesto, los paisajes, los hermosos paisajes llenos de campo. Pero eso sí, eliminamos las costumbres arcaicas para reemplazarlas por las que están de moda: deconstrucción de los personajes, cuestionamientos sobre sus actitudes, moralina contemporánea y por supuesto, mucha pero mucha discusión sobre la “masculinidad tóxica”. Esto, desde luego, promovido por su respectiva casa productora, Netflix, el streaming por excelencia que promueve estas ideologías.
The power of the dog tiene los elementos técnicos necesarios para que se le pueda considerar una buena película, si sois de esos que evalúan cine de manera casi robótica: dirección, fotografía, actuaciones, sonido, montaje, decorados, etc. Todo esto aderezado a un ritmo lento para que no se diga que no sabemos hacer cine.
Pero espere, hay más: The power of the dog cuenta con una suculenta nota de evaluación de 94% en Rottentomatoes, ese mismo sitio web donde otras películas del mismo tipo tienen jugosas notas de la crítica como Moonlight, Roma o Lady bird, eso le da el sello de calidad, para que le puedas rebatir a tu amigo el tipismiquis que de seguro te va a decir que la película no es nada del otro mundo.
The power of the dog, no la dejes de ver, en tu cuenta de Netflix más cercana.
Entonces, os presentamos The power of the dog. The power of the dog tiene todos los ingredientes por lo que a simple vista podéis identificar como western: sombreros, botas de vaquero y por supuesto, los paisajes, los hermosos paisajes llenos de campo. Pero eso sí, eliminamos las costumbres arcaicas para reemplazarlas por las que están de moda: deconstrucción de los personajes, cuestionamientos sobre sus actitudes, moralina contemporánea y por supuesto, mucha pero mucha discusión sobre la “masculinidad tóxica”. Esto, desde luego, promovido por su respectiva casa productora, Netflix, el streaming por excelencia que promueve estas ideologías.
The power of the dog tiene los elementos técnicos necesarios para que se le pueda considerar una buena película, si sois de esos que evalúan cine de manera casi robótica: dirección, fotografía, actuaciones, sonido, montaje, decorados, etc. Todo esto aderezado a un ritmo lento para que no se diga que no sabemos hacer cine.
Pero espere, hay más: The power of the dog cuenta con una suculenta nota de evaluación de 94% en Rottentomatoes, ese mismo sitio web donde otras películas del mismo tipo tienen jugosas notas de la crítica como Moonlight, Roma o Lady bird, eso le da el sello de calidad, para que le puedas rebatir a tu amigo el tipismiquis que de seguro te va a decir que la película no es nada del otro mundo.
The power of the dog, no la dejes de ver, en tu cuenta de Netflix más cercana.
3 de enero de 2022
3 de enero de 2022
14 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
A mí me ha parecido una película demasiado lenta. Te pasas dos horas esperando que pase algo violento, un desencadenante de la acción típica de un western, pero nunca termina de llegar. Así la película se llega a hacer soporífera. Tanto que cuando llega el desenlace, ya no estás ni prestando atención.
No es mala película, y el guión tiene sentido. De hecho probablemente sea una historia más verosímil que cualquier otro western que hayas visto, pero... no es lo que uno espera cuando decide ver una película de vaqueros. A toro pasado ves que es una película de Netflix y australiana, y te das cuenta del error.
No es mala película, y el guión tiene sentido. De hecho probablemente sea una historia más verosímil que cualquier otro western que hayas visto, pero... no es lo que uno espera cuando decide ver una película de vaqueros. A toro pasado ves que es una película de Netflix y australiana, y te das cuenta del error.
11 de enero de 2022
11 de enero de 2022
14 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Drama ambientado en Montana en 1925, que no western aunque estemos en un rancho que se dedica a la explotación de ganado, monten a caballo los vaqueros, etc.
El título de la cinta alude crípticamente a cierto salmo bíblico, aunque también podría ser a la forma de perro que algunos ven en las montañas que rodean el rancho, "Debe haber algo allá. -Si no puedes verlo no está".
Interpretaciones aparte, nos encontramos con los hermanos Burbank, George (Plemons), taciturno, pacífico, pulcro, sosegado, vamos como un auténtico perro pachón, mientras Phil (Cumberbatch) se muestra culto, desaseado, irascible y violento como un perro de presa.
El drama se desencadena cuando George se casa, más por evitar la soledad que por amor, con la viuda Rose Gordon (Dunst) que regenta una especie de hotel con su amanerado hijo Peter (Smith-McPhee) calzado siempre con sus maripís blancos. Llama la atención que no hay ni una sola escena amorosa en el matrimonio, solo alguna lagrimita de emoción.
Y se acabaron los personajes. El resto es fondo decorativo, lo mismo que las alusiones al suicida Dr. Gordon o a un tal Bronco Henry, por cuya memoria parecen sentir cierta veneración los hermanos Burbank. Evocaciones que debieron tener su importancia en la novela de donde se toma la trama, pero que cinematográficamente sobran en una cinta de desmesurada largura. A no ser, claro, que se busque desorientar premeditadamente al espectador.
El excesivo peso literario lastra un guion complicado y hermético que deja sin explicar saltos incomprensibles como el repentino alcoholismo de Rose o el fulminante cambio de Phil respecto a Peter que pasa de perseguirlo y humillarlo a tratar de ser el padre que nunca tuvo, al final resulta "Perro ladrador, poco mordedor". Por no hablar de la "desaparición" de George en casi toda la segunda parte que hace un poco la de "El perro del hortelano".
Inmejorables los aspectos técnicos de la película. Paisajes, fotografía, color, música, sonido, ambientación de interiores y exteriores, vestuario, etc. Nada que discutir en esta parte.
Los aspectos sanitarios juegan en esta ocasión un papel notable. Por ejemplo la profesión medica del padre de Peter, vocación que continúa con él pues estudia en la Facultad de Medicina y aprovecha las vacaciones para diseccionar animales o recoger plantas. También la omnipresencia del alcoholismo o el baño de barro que realiza en cierto momento Phil para desmentir su presunto desaseo.
Mayor protagonismo, sin embargo, ocupa la peligrosa zoonosis del carbunco o ántrax maligno, enfermedad contagiosa, aguda y grave causada por la bacteria Bacillus anthracis que se encuentra en el suelo de los pastos y otros lugares frecuentados por el ganado. Mientras el carbunco cutáneo es de baja mortalidad, el pulmonar que se contrae al inhalar las esporas es letal casi siempre. En el hombre es más frecuente el cutáneo por contacto con animales infectados o con sus productos contaminados (pellejo, lana o sangre), mucho más raro es el pulmonar o la transmisión de persona a persona.
En la película vemos que los vaqueros conocen perfectamente la peligrosidad de la enfermedad y evitan tocar o manipular los animales muertos de carbunco. De ahí la astucia criminal de Peter, "Muerto el perro se acabó la rabia", que recuerda en cierto modo a la de Norman (Perkins) en "Psicosis". Por cierto, también corre sus riesgos cuando recibe las caricias de su víctima.
De todas formas la cinta es lenta y aburre por momentos. Sobran escenas y falta dinamismo. Resulta muy larga y, encima, se explican mal algunas partes de la trama.
Sin embargo el mayor lastre para nosotros es el guiño gratuito e interesado al influyente mundo homosexual sin venir mucho a cuento.
Dejando claro que en realidad se trata de un drama ambientado en el Oeste, nunca de un western, la película se queda en pasable. No compartimos en absoluto las críticas supercerolimitifláuticas de los profesionales. A otro perro con ese hueso.
El título de la cinta alude crípticamente a cierto salmo bíblico, aunque también podría ser a la forma de perro que algunos ven en las montañas que rodean el rancho, "Debe haber algo allá. -Si no puedes verlo no está".
Interpretaciones aparte, nos encontramos con los hermanos Burbank, George (Plemons), taciturno, pacífico, pulcro, sosegado, vamos como un auténtico perro pachón, mientras Phil (Cumberbatch) se muestra culto, desaseado, irascible y violento como un perro de presa.
El drama se desencadena cuando George se casa, más por evitar la soledad que por amor, con la viuda Rose Gordon (Dunst) que regenta una especie de hotel con su amanerado hijo Peter (Smith-McPhee) calzado siempre con sus maripís blancos. Llama la atención que no hay ni una sola escena amorosa en el matrimonio, solo alguna lagrimita de emoción.
Y se acabaron los personajes. El resto es fondo decorativo, lo mismo que las alusiones al suicida Dr. Gordon o a un tal Bronco Henry, por cuya memoria parecen sentir cierta veneración los hermanos Burbank. Evocaciones que debieron tener su importancia en la novela de donde se toma la trama, pero que cinematográficamente sobran en una cinta de desmesurada largura. A no ser, claro, que se busque desorientar premeditadamente al espectador.
El excesivo peso literario lastra un guion complicado y hermético que deja sin explicar saltos incomprensibles como el repentino alcoholismo de Rose o el fulminante cambio de Phil respecto a Peter que pasa de perseguirlo y humillarlo a tratar de ser el padre que nunca tuvo, al final resulta "Perro ladrador, poco mordedor". Por no hablar de la "desaparición" de George en casi toda la segunda parte que hace un poco la de "El perro del hortelano".
Inmejorables los aspectos técnicos de la película. Paisajes, fotografía, color, música, sonido, ambientación de interiores y exteriores, vestuario, etc. Nada que discutir en esta parte.
Los aspectos sanitarios juegan en esta ocasión un papel notable. Por ejemplo la profesión medica del padre de Peter, vocación que continúa con él pues estudia en la Facultad de Medicina y aprovecha las vacaciones para diseccionar animales o recoger plantas. También la omnipresencia del alcoholismo o el baño de barro que realiza en cierto momento Phil para desmentir su presunto desaseo.
Mayor protagonismo, sin embargo, ocupa la peligrosa zoonosis del carbunco o ántrax maligno, enfermedad contagiosa, aguda y grave causada por la bacteria Bacillus anthracis que se encuentra en el suelo de los pastos y otros lugares frecuentados por el ganado. Mientras el carbunco cutáneo es de baja mortalidad, el pulmonar que se contrae al inhalar las esporas es letal casi siempre. En el hombre es más frecuente el cutáneo por contacto con animales infectados o con sus productos contaminados (pellejo, lana o sangre), mucho más raro es el pulmonar o la transmisión de persona a persona.
En la película vemos que los vaqueros conocen perfectamente la peligrosidad de la enfermedad y evitan tocar o manipular los animales muertos de carbunco. De ahí la astucia criminal de Peter, "Muerto el perro se acabó la rabia", que recuerda en cierto modo a la de Norman (Perkins) en "Psicosis". Por cierto, también corre sus riesgos cuando recibe las caricias de su víctima.
De todas formas la cinta es lenta y aburre por momentos. Sobran escenas y falta dinamismo. Resulta muy larga y, encima, se explican mal algunas partes de la trama.
Sin embargo el mayor lastre para nosotros es el guiño gratuito e interesado al influyente mundo homosexual sin venir mucho a cuento.
Dejando claro que en realidad se trata de un drama ambientado en el Oeste, nunca de un western, la película se queda en pasable. No compartimos en absoluto las críticas supercerolimitifláuticas de los profesionales. A otro perro con ese hueso.
21 de noviembre de 2021
21 de noviembre de 2021
46 de 84 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vista en sesión post-cena que siempre se hace un poco cuesta arriba. Hubo algo trabajo para mantener los ojos abiertos. Que diréis, bueno pero es un Western, siempre llenos de acción. ¡Pues no! Os pasaría como a un inocente espectador que cuando entraba le decía a sus acompañantes "Yo es que donde se ponga un western que se quite lo demás", y al sentarse hacía el chascarrillo "nos hemos sentado muy cerca, no? a ver si se va a escapar un tiro!". Pobre hombre, ni un tiro tiene la peli. ¿Primer western sin tiros? Tampoco lo podría asegurar.
Una vez establecido que es lenta cual res con carbunco, eso no quiere decir que sea mala, es bastante buena aunque de eso me di cuenta el día siguiente cuando até cabos. Un gran guión adaptado que dan ganas de leer el libro. No hay mucha acción porque la acción está en la mente de los personajes.
Típica película hermética que ganará premios (ya ha ganado algunos) pero desconcertará al gran público. No porque la gente sea incapaz de disfrutarla, es que hemos perdido la práctica. Si llegan a darle el Óscar principal será como repetir lo del año pasado con "Nomadland". Quizás esta año decidan conectar más con el populacho.
El apartado interpretativo es soberbio y sorprendería mucho que no hubiera nominaciones para Cumberbatch, en uno de los mejores trabajos de su carrera como el típico machito que sube los escalones de tres en tres, Kirsten Dunst en el mejor secundario de su trayectoria (superando a la niña de Entrevista con el vampiro!) y Kodi Smith-McPhee que dada su juventud no había hecho hasta hasta ahora papeles destacados, pero aquí arrasa con uno estilo Paul Dano.
La música también destaca, este año Radiohead Jonny Greenwood va fuerte por partida doble, ésta y Spencer.
Gustará a: Aquiles, bajistas, gente que mira las nubes
No gustará a: camareros, conejos, pianistas
Una vez establecido que es lenta cual res con carbunco, eso no quiere decir que sea mala, es bastante buena aunque de eso me di cuenta el día siguiente cuando até cabos. Un gran guión adaptado que dan ganas de leer el libro. No hay mucha acción porque la acción está en la mente de los personajes.
Típica película hermética que ganará premios (ya ha ganado algunos) pero desconcertará al gran público. No porque la gente sea incapaz de disfrutarla, es que hemos perdido la práctica. Si llegan a darle el Óscar principal será como repetir lo del año pasado con "Nomadland". Quizás esta año decidan conectar más con el populacho.
El apartado interpretativo es soberbio y sorprendería mucho que no hubiera nominaciones para Cumberbatch, en uno de los mejores trabajos de su carrera como el típico machito que sube los escalones de tres en tres, Kirsten Dunst en el mejor secundario de su trayectoria (superando a la niña de Entrevista con el vampiro!) y Kodi Smith-McPhee que dada su juventud no había hecho hasta hasta ahora papeles destacados, pero aquí arrasa con uno estilo Paul Dano.
La música también destaca, este año Radiohead Jonny Greenwood va fuerte por partida doble, ésta y Spencer.
Gustará a: Aquiles, bajistas, gente que mira las nubes
No gustará a: camareros, conejos, pianistas
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