Haz click aquí para copiar la URL

Los fantasmas de Goya

Drama España, 1792. Goya (Stellan Skarsgard), el pintor de la Corte de Carlos IV (1788-1808), se ve implicado en un gran escándalo cuando su musa adolescente (Natalie Portman) es acusada de herejía por un importante miembro de la Inquisición (Javier Bardem). (FILMAFFINITY)
<< 1 4 5 6 10 17 >>
Críticas 82
Críticas ordenadas por utilidad
12 de marzo de 2008
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Este film lo tenía todo para lograr buenos resultados: un cineasta de calidad (Milos Forman), un elenco actoral de alto nivel (Portman, Bardem, Skasgard), un guionista famoso (Jean-Claude Carriere) y un director de fotografía de talento (Javier Aguirresarobe).

Entonces... ¿por qué el film no funciona?

Supongo que por la historia. Afrontémoslo: el enfoque de la misma es errado (a Goya apenas se le da importancia) y lo que nos cuenta es folletinesco.

¿Y los actores? Pues no muy bien: Bardem interpreta su papel con afectación, Natalie Portman hace lo que puede con un doble papel y Skasgard queda como mero comparsa.

Por otro lado, el apartado visual resulta mediocre, tendiendo hacia lo televisivo, lo que emparenta este film más con "Los Borgia" que con "Amadeus".

Un gran decepción. Espero que Milos Forman vuelva a levantar cabeza, porque aquí ha errado el tiro de manera notable.

Eso pasa por rodar en coproducción con Antena 3.
metabaron
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
12 de noviembre de 2006
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pues éso es lo que es esta película: el fantasma de lo que pudo ser y no fue.
No obstante, la dirección del realizador checo es impecable, elegante y cuidada como pocas. La cámara de Forman, acompaña la acción sin ahogarla con excesos visuales, que ya es decir mucho. Y es que en algo se tenía que notar que es el mismo responsable de las magistrales Amadeus y Alguien voló sobre el nido del cuco. Igualmente, todo el trabajo técnico es increíble, destacando el diseño de producción y la fotografía del siempre sobresaliente Javier Aguirresarobe. Entre los actores, cabe reconocerle a Stellan Skarsgard su buen oficio, a pesar de estar tan alejado de lo que otros actores como Paco Rabal o Jorge Perugorría hicieron con el mismo personaje ( y que probablemente se asemejaba más al Goya real) y a José Luis Gómez que nos regale no sólo la mejor interpretación de la película, sino también la mejor escena (aquella en la que invita a cenar a su casa al hermano Lorenzo. Por cierto, son curiosas las presencias de Mabel Rivera, Fernando Tielve y Unax Ugalde como los hermanos y la madre de Natalie Portman).
Pero desgraciadamente, tanta buena intención queda destrozada por el guión. ¿Cómo puede ser que la primera hora de metraje sea tan buena, y la segunda tan mala? El final en particular es absolutamente horrible, precipitado, absurdo y cogido con hilos. Lo que sí me ha gustado es que no se casa con nadie, y que demuestra que la Inquisición y las ideas supuestamente liberales francesas no eran tan distintas en el fondo, y sobre todo, en sus métodos.
Sobre los otros dos protagonistas de la película, debo reafirmar mi total indiferencia hacia el trabajo de Javier Bardem; no malo, pero para mi gusto sin jugo, sin sentimiento, sin nada destacable. Y Natalie Portman, actriz a la que admiro bastante, pues bueno, deslumbra de nuevo durante su primera hora, pero al igual que la película se derrumba inmediatamente después. Su segundo personaje, Alicia, es ridículo y Forman lo deja completamente desdibujado, mientras que el primero, Inés, recibe a mi juicio un trato bastante inhumano por parte de los guionistas. Sí, ya sé que esto no es una peli americana al uso, y me gusta que no todo sea perfecto y maravilloso, pero creo que se pasan bastante con ese personaje.
En definitiva, Los fantasmas de Goya es una película fallida, que quiso abarcar mucho y logró bastante poco, pese a contar con escenas de indudable fuerza dramática. Conmueve solo a ratos y es demasiado confusa. Una pena.

Lo mejor: Stellan Skarsgard, Jose Luis Gómez y Blanca Portillo. La realización de Milos Forman.
Lo peor: El final. Precipitado, mal escrito y que denota que a Forman y a su coguionista se les acabó la imaginación es ése mismo momento.
Sibila de Delfos
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6 de diciembre de 2006
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
De Milos Forman solo cabe esperar lo mejor, pocas decepciones hay en su carrera. Quizás esta sea la mayor. No porque sea especialmente mala, que no lo es, sino porque podía haber sido mucho mejor.
Ya desde el guión la película creo que falla. Nos cuenta una historia demasiado melodramática, dejando a un lado los aspectos más interesantes. Se presentan los hechos históricos solo al servicio del dramón, cuando lo ideal hubiera sido una película de corte más histórico y menos folletinesco. Seguro que el director se hubiera encontrado mucho más cómodo.
Aun así, Los fantasmas de Goya se sigue con cierto interés y en algunos momentos ofrece secuencias muy logradas. Me gusta especialmente esa en la que se muestra como Goya confeccionaba sus grabados, también la cena en casa de José Luis Gómez está bastante lograda.
La ambientación carece del lujo y del buen gusto de, por ejemplo, Amadeus, por citar otra de Forman. En cambio, la fotografía si consigue dar en varios momentos con la esencia de los cuadros de Goya. Un Goya que aquí no deja de ser un simple espectador de los hechos.
El reparto, al igual que la película, irregular. Javier Bardem, peor que nunca. Pasado de rosca durante buena parte de la película, solo al final consigue dar un poco de fuerza a su personaje. Natalie Portman está muy bien al principio, pero le cuesta resultar creíble cuando su personaje sale de prisión. Y Stellan Skarsgard tan sólido como acostumbra. Del resto de secundarios, José Luis Gómez y Michael Londsdale están excelentes.
Al final resulta ser una película con sus virtudes, pero muy por debajo de lo que se podía esperar de ella.
ernesto
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
22 de marzo de 2016
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El convulso final del siglo XVIII y principios del XIX en España es el contexto de la trágica historia que escribió Milos Forman y Jean-Claude Carriere, ilustrando el abuso del poder contra los inocentes. Casi todo lo que podemos saber sobre Francisco de Goya (Stellan Skarsgard) está en sus lienzos. De este pintor con el don de la ubicuidad apenas se conocen pensamientos salidos de su boca o de su pluma. Todo brotó de su pincel: la forma en que retrató la corte y la pobreza, la paz y la guerra, lo tierno y lo siniestro, pueden rastrearse sus más profundas creencias. Esos son los fantasmas a los que alude la película. Por lo tanto, el pintor asiste de forma pasiva e impotente a tales acontecimientos.

Por eso no hay que sorprenderse de que la película de Forman, sea más bien una historia con Goya que sobre Goya. No se trata de una biografía, ni siquiera una ilustración sucesiva de sus más conocidos cuadros, aunque algunos hay. El film es como un viaje en dos trayectos que el cineasta emprende hacia el mundo que los ojos del pintor contemplaron con asombro. Un viaje imaginario y dolorido por la España de aquella época. Un universo en brusca transformación habitado por fantasmas: el impetuoso y cínico Lorenzo Casamares (Javier Barden) y la bella Inés de Bilbatúa (Nathalie Portman), que a su manera aglutinan la metáfora de un mundo escindido entre los injustos y los olvidados, es decir, el poder abusivo y el pueblo inocente.

“Los fantasmas de Goya” entrecruza los destinos de tres personajes que desaparecen durante la decadente monarquía de Carlos IV, el monje Lorenzo exiliado, Isabel en la mazmorra y Goya en su estudio pintando. Retomando su historia 15 años después, vuelven a coincidir en el Madrid liberado por la tiranía del imperio napoleónico. Esta abrupta división narrativa, se supone que debe asociarse a las series pictóricas “Los caprichos” y “Los desastres de la guerra” en esta conmovedora trama con talante europeo, pero con el patrón de las recreaciones históricas de Hollywood en mente. Lo ocurrido entre España y Francia, representa el inicio de la historia moderna en el mundo, el primer enfrentamiento entre fanatismo y pragmatismo.

Forman ilustra la falsa moral y el delirio de los fundamentalismos religiosos encarnada por la inquisición, la tortura indiscriminada, además de la invasión de un país por fuerzas extranjeras. El cineasta que huyó del comunismo checo en los sesenta, siempre defendió la libertad, desde el McMurphy de Jack Nicholson en “Alguien voló sobre…“ hasta el erotómano Larry Flint de la revista porno Hustler, con Woody Harrelson, o el Walker de “Ragtime”, todos ellos ansiaban la libertad del individuo frente a los abusos del sistema, aquí es Tomás de Bilbatúa (José Luis Gomez), el rico mercader el que se enfrenta a la injusticia, demostrando al impostado clérigo que ante la tortura del dolor, todos somos iguales. El film de Forman es atonal, tanto en su concepción dramática como en su registro visual, con ocre iluminación del operador Aguirresarobe y sin demasiados experimentos cromáticos como el film de Saura-Storaro. Una película que se deja ver, pero que no está entre las mejores de su autor.
Antonio Morales
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
17 de agosto de 2007
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
A pesar de cierta irregularidad en su desarrollo, me parece muy bien enfocado el personaje
de Goya, como testigo de su época. Testigo crítico de su época. Pinta lo que ve y en ese momento
histórico lo que ve, es mucho y muy importante. La inquisición, la nobleza, el dolor,... todo pasa
por el tamiz de Goya, todo es observado y plasmado en sus lienzos y en la película.
nogueira
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 4 5 6 10 17 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow