Aparajito (El invencible)

Satyajit Ray no tenía previsto realizar una segunda parte de “Pather Panchali”, pero el gran éxito de la película le dio la oportunidad de proseguir con las andaduras de Apu. En la cinta, en la que destacan las elipsis, se refleja su oportunidad de estudiar en un entorno duro y complicado por la mala suerte. La música de Ravi Shankar vuelve a ser determinante para crear esa exótica atmósfera que envuelve a los filmes de la trilogía.

Suena la música en Benarés, una de las ciudades sagradas de la India, a orillas del Ganges, mientras el padre de Apu sube las escaleras tras finalizar las correspondientes actividades religiosas que le tocan cada día. La familia de Apu se ha trasladado circunstancialmente a una gran ciudad y atrás quedan las desdichas de aquella casa inhóspita, atrás queda la vida en el medio rural en el que la infancia de Apu nos fue ofrecida de forma tan especial por Satyajit Ray. El tiempo pasa y lo cambia todo, en esta segunda parte somos partícipes de unos cuantos pasos más en la existencia de un joven indio que empieza a dejar de ser un niño, que descubre el mundo que le rodea, que lo siente y lo analiza, empieza a tomar decisiones importantes y observa el fluir de la vida. Y le crece el bigote, que no es poca cosa.

El ritmo pausado de "Aparajito (El invencible)" hace que no sea una película para todos, pero de algo estoy convencido, el que se interesó por la primera parte de esta trilogía y quedó mínimamente satisfecho habrá visto esta segunda parte. Tarde o temprano, la trilogía bengalí cae. El que quedó decepcionado con la primera parte aquí no habrá llegado, la vida de Apu es la de un ser humano nada menos que en los años cincuenta en el tercer mundo. No es que sea un drama, es más que eso, es la vida misma, es una bofetada de realismo, tal cual eran las cosas y explicadas con muy buenas maneras a través de un cine muy especial, el de Satyajit Ray.

El nivel es el mismo, el drama que supone una vida de verdad continúa. A Apu se le otorgan grandes cualidades de aprendizaje que aprovecha para intentar hacerse un camino a través de su propia formación. Estudia, trabaja y empieza a conocer el mundo. La vida pasa y el cine nos lo enseña tal cual es. Me río yo de "Boyhood" y el cine del actual siglo.

Segunda parte de la "trilogía de Apu", y segundo largometraje dirigido por Satyajit Ray, "El invencible", que ése es el título que se da en español a esta película -al menos en España- es la continuación de la previa "La canción del camino" (Pather Panchali, 1955), por lo que ahora seguimos viendo crecer a Apu (Pinaki Sengupta / Smaran Ghosal), acompañado de sus padres.

Creo que es un film algo inferior a su predecesor, pero se mantiene la emoción y el interés de la historia. Esta trilogía recuerda en algunas cosas a la saga de Antoine Doinel que François Truffaut comenzó en "Los 400 golpes" (Les quatre cents coups, 1959).

Satyajit Ray (1921-1992) fue el más internacional de los directores de la India. También uno de los que se desmarcó del cine característico de Bollywood, siendo un claro representante del neorrealismo de los años cincuenta.

Esta es la segunda película de la Trilogía de Apu, donde el niño que corre por las calles de Benarés se convierte, a lo largo del metraje, en el adolescente que decide ir a estudiar a Calcuta, lejos de su madre. Esta secuela se alzó con el León de Oro del Festival de Venecia.

Pese a que reconozco que las actuaciones son buenas, principalmente el de la madre de Apu (Karuna Banerjee), nominada al BAFTA por esta actuación, así como también destaco el poderío visual reforzado por el blanco y negro, el estilo narrativo parsimonioso, me llega por momentos a resultar aburrido. Dicho esto, si la comparo con su predecesora, “Pather Panchali” (1955), sí distingo en la segunda parte una evolución del personaje. En “Pather Panchali” no pasaba nada destacable durante la mayor parte de la película, dando la sensación de que no avanzaba… cuando de repente...una desgracia… y cada vez mayor a la anterior… lo que personalmente llega a superarme. Aunque la que nos ocupa no está exenta de desgracias, quizá maduras con el paso de los minutos, y no las sufres igual…

Trilogía de Apu. Parte 2. Aparajito (El invencible) de Satyajit Ray, es un drama basado en una familia India de principios del siglo XX que continua de forma sobresaliente la magnífica primera entrega. Dirigida con un ritmo reposado y con el mismo estilo humilde de la primera entrega, es una gran continuación que prosigue la vida de Apu desde la niñez hasta la universidad, pasando de nuevo penurias económicas y tragedias familiares pero gracias a la ayuda inestimable de su madre, seguirá buscando su prosperidad, concluyendo un film muy personal que cautiva a todos los amantes de las obras sinceras y verosímiles que plasman con veracidad la época de pobreza de un país y sus problemas para salir adelante. Realizada de manera admirable tiene un resultado magistral necesario para continuar la historia de Apu y su familia.
La fotografía en blanco y negro está repleta de detalles evocadores gracias a unas imágenes hermosas y confortantes que son idóneas para el film, ya que estéticamente son humildes y apropiadas. La música autóctona de nuevo, llena de melodías alusivas la historia, cumpliendo con sus armonías un gran acompañamiento según es requerido por la acción. Los planos y movimientos de cámara consuman un íntimo y particular trabajo técnico mediante el uso de los subjetivos, panorámicos, primeros planos, generales, grúas, cámara en mano, avanti y seguimiento que saca lo mejor de la acción y sobre todo de las interpretaciones.
Las actuaciones son de nuevo profundas y remarcables. De nuevo repiten Kanu Bannerjee como padre y Karuna Bannerjee como madre, cumpliendo de modo brillante y natural su labor, siendo convincentes las interpretaciones de Pinaki Sengupta como Apu de niño y Smaran Ghosal como Apu universitario, siendo además buenos los acompañamientos de Santi Gupta, Ramani Sengupta, Ranibala y Sudipta Roy. Emplea para estos la dirección artística unos vestuarios sugestivos en su humildad que muestra las carencias de la familia aunque en menor medida que la primera parte en una gran labor que, junto con los modestos decorados, te transportan al momento y lugar en cuestión.
El guion, escrito por el director, es hermoso y conmovedor por estar de nuevo la familia salpicada por la mala suerte, aunque nuestro protagonista Apu llega a la universidad con el firme propósito de prosperar, siendo por tanto una continuación sobresaliente que encantará a los amantes de los buenos films reales y naturales que muestran de un modo verosímil y profundo la historia de una de tantas familias de la India de principios del siglo XX. Esto se lleva a cabo con una narrativa familiar y variada según el personaje y su intención, pero de nuevo destaca el respeto y el afecto que se procesan los protagonistas, dejando en esta ocasión el tono pesimista un poco más de lado.
En definitiva, la considero una obra indeleble e insustituible en el séptimo arte que continua una trilogía de incalculable belleza y naturalidad, exhibiendo la vida de una familia a la que persigue la desgracia y no obstante sigue luchando y superando miserias para que al menos la vida de su hijo Apu, sea próspera y sobreviva con él, el buen nombre de la familia. Muy recomendable por su dirección, guion, interpretaciones, fotografía, música, montaje, planos, vestuarios, caracterizaciones y narrativa que vuelven a Apu 2. El invencible, un film de excepcional belleza y gran mensaje de lucha en su interior.