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Renoir

Drama La Costa Azul, 1915. Auguste Renoir, en el ocaso de su vida, está atormentado por la pérdida de su esposa, los dolores artríticos y la noticia de que su hijo Jean ha sido herido en la guerra. Sin embargo, cuando una joven entra en su mundo, el pintor se siente dueño de una nueva energía. Radiante de vida, bellísima, Andrée se convertirá en su última modelo. Jean regresa a casa para reponerse y también cae bajo el encanto de la estrella ... [+]
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Críticas 23
Críticas ordenadas por utilidad
26 de diciembre de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La pélicula de Gilles Bourdos flaquea al principio, un guión sin demasiado dramatismo emocional, pero que a mediados del metraje coincidiendo con la aparición del hijo, protagonizado por Vincent Rottiers, suelta el potencial gracias a un inconmensurable Michael Bouquet. Una fotografía de Mark Ping Bing Lee poderosa en colorido y recreación, y musicalmente Alexander Desplat está descomunal. Un film PINCELADO
lossentidosdelavida
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11 de marzo de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bourdos consigue, con una dirección artística y una fotografía admirable, abrir una ventana al mundo que rodeaba al famoso pintor impresionista a principios del pasado siglo. Nos asomamos a un entorno donde la naturaleza y la luz de la Costa Azul enmarcan las composiciones de desnudos que en su última época interesaban al autor. El director lleva a la pantalla la atmosfera en que viven sus personajes. Su hijo Jean, futuro gran director cinematográfico, su hermano pequeño Cloud, y su última modelo de importancia Andrée Madelaine Heuschling, junto con una pléyade de mujeres al servicio de la intendencia de la villa donde transcurre la acción. Acción pausada, bella, donde las pasiones se ven atenuadas por la importancia de la obra del artista. El horror de la primera guerra mundial en pleno apogeo revolotea sobre esta isla que pretende aislarse con un muro de belleza. El viento siempre perenne se lleva los últimos coletazos del pasado siglo XVIII y trae nuevas esperanzas donde el cinematógrafo se hará un hueco arrasador en las artes.

El esbozo de los personajes como los apuntes de Renoir padre apenas nos dejan intuir el mundo que se avecina a unos personajes que triunfarán unos y otros caerán en el olvido. La importancia en la vida de los Renoir de Gabrielle Renard apenas se insinua.

Boudos queda atrapado en este castillo interior y se le va el metraje en bellas composiciones.

La película se disfruta si uno antes se documenta sobre los personajes, si no, los minutos languidecen en imagenes pagadas de si mismas.
ELZIETE
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18 de abril de 2019
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Por qué la música, en sintonía con la cuidadísima fotografía, hace que quieras acariciar la propia película? ¿Por qué contando tan poco, se puede llegar a decir tanto? ¿Por qué unas ligeras pinceladas de ciertos temas, son suficientes para lograr que una película fascine y calme a uno en su interior? ¿Por qué los trinos de los pájaros, acompañando a las escenas de exterior, hacen llanos los problemas de uno? ¿Por qué soy capaz de olvidarme de casi todo durante algo menos de dos horas? ¿Por qué creo que por cierto tiempo sé y entiendo los secretos más recelados de uno de los grandes pintores de la historia? ¿Por qué me fascina la ficción que muestra a uno de los grandes cineastas nacer como artista? ¿Por qué me ha gustado tanto esta película?

¿Es acaso, cine?
Fer
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3 de septiembre de 2013
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Podemos decir que la modelo Andrée Heuschling fue una de las inspiraciones de Renoir. Ahora bien, a qué Renoir nos estamos refiriendo; al pintor Pierre Auguste Renoir o a uno de sus hijos el célebre director de cine Jean Renoir. Pues bien, debo decir que fue la inspiración de ambos o mejor dicho fue la última inspiración del pintor Pierre Auguste en sus últimos años y la primera de un joven Jean que por entonces aún no había encontrado su gran ambición cinematográfica aunque ya le llamaba la atención.

Andrée Heuschling fue sin duda la modelo que despertó las últimas pasiones artísticas en el periodo último de vida del pintor, triste por el fallecimiento de su esposa, postrado en una silla de ruedas con una alta incapacidad para poder andar y también con la piel de las manos totalmente hinchada, con quemazones que posteriormente a la conclusión de una de sus obras o de una de las sesiones en las que retrataba a la modelo tenían que ser tratadas por sus médicos y cuidadoras.

Y es que para el maestro pintor, el cuerpo femenino en general tenía una particularidad especial que daba auténtica viveza a sus cuadros los cuales muchas veces estaban llenos de matices impresionistas en los que resaltaba el color y la fuerza del paisaje. Pero a su vez también era un gran admirador de las pinturas renacentistas y concretamente de las obras expuestas en el Louvre de Tiziano o incluso de las pinturas barrocas.

Pero sin duda, la desnudez en cuerpo y alma de la mujer, la entrega y la pasión de ella, la suavidad de su piel e incluso el propio olor corporal mezclado con la fragancia de las flores silvestres del campo hacia que diera la sensación que sus cuadros cobrasen vida. Es más, el pintor ya en sus últimos años decía que el cuerpo femenino retratado en sus obras era puro arte como la pintura y éste lo encontró en la joven modelo Andrée Heuschling que con estilo y entrega sirvió al pintor para que pudiese hacer sus últimas obras a pesar de su delicada salud.

Pero si hemos dicho que esta joven fue la última inspiración artística del maestro o del genio Auguste Renoir como ustedes lo quieran llamar. También, aunque no sea el eje central de la película fue la inspiración o la primera gran ayuda que tuvo Jean Renoir cuando se inició en el mundo del cine. Y gracias a ella y seguramente por lo enamorado que estaban en esa época ambos, Renoir hijo descubrió su pasión por el séptimo arte pues curiosamente la joven Andrée Heuschling una vez fallecido el padre y regresado el hijo de la Gran Guerra en la que fue herido inculcó al joven Jean para que se adentrase en el mundo del cine y se olvidase de lo que realmente hasta entonces le había despertado la atención que era ser aviador y defender el ejército y su patria.

Y es que sin duda fue ella la que en los últimos años del maestro impresionista ayudó con su pose, entrega y voluntad a las últimas obras del pintor francés Auguste Renoir en la que podemos destacar “La Baigneuse” pero a su vez fue también la primera esposa y actriz del periodo mudo cinematográfico de las primeras películas de su marido Jean Renoir, en la que ella aparecía en los rótulos con el nombre artístico Catherine Hessling pero que posteriormente y con la llegada del sonido y su separación conyugal con Jean quedaría en el olvido.

Por último, no me voy ahora a detener a explayarme en la extensa obra de Pierre Auguste Renoir aunque a lo mejor podría destacar a “Moulin de la Galette” 1876 y sobre todo a una de sus obras maestras como es "Le déjeuner des canotiers (el almuerzo de los barqueros)", 1880-81 siendo la luz y las personas que aparecen con actitud relajada y viajando de forma placentera y alegre por el río Sena los principales protagonista. Y tampoco voy a hacerlo en su hijo Jean pero de éste sí que destacaría dos películas por un lado “La gran ilusión” de 1937 que lo que intenta es promover un mensaje de paz ya en la época del Tercer Reich y en los albores de lo que un par de años después sería la Segunda Guerra Mundial. Y por otro lado, la que a mí particularmente me parece su obra maestra y una de las obras cumbres de la cinematografía mundial como fue “La regla del juego” 1939 en la que se nos retrata el desmoronamiento de los valores humanistas.

En síntesis, dos grandes maestros o dos grandes genios el padre y pintor Pierre Auguste Renoir y el hijo y director Jean Renoir la única pena es que por la gran diferencia de edad entre el padre y el hijo, éste pudo disfrutar de la sabiduría artística de su padre mientras que el maestro pintor no llegó para ver los comienzos cinematográficos de su hijo gracias a Andrée Heuschling la musa que con cariño se entregó a ambos.
DAVID FARIÑA
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21 de octubre de 2013
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Filme que retrata los últimos años de la vida de August Renoir, pintor francés recordado sobre todo por su técnica y su obsesión de retratar la belleza del cuerpo femenino al desnudo, los últimos años de Renoir fueron bastante dolorosos, sobre todo a nivel físico, ya que su cuerpo sufrió de dolores artríticos muy fuertes que parecían prometerle acabar con su única voluntad por vivir, la pintura. El filme de Bourdos esta bello en su cinematografía, como siempre el manejo de color y lo visual en el cine francés es muy enfocado a perfeccionar lo visual, por eso ese manejo de la luz y cinematografía tal vez sea lo mejor del filme, junto con la carismática retrato de Michel Bouquet como el apasionado pintor, esto también se retrata en el filme, esa visión y romance del artista por su modo de ver el mundo, por su arte y don. Después de eso el filme parece quedarse estancado en esa propuesta visual, y los conflictos dramáticos de los personales no parecen ser más que ese miedo a lo ordinario, a ese miedo de ser una persona sin un talento destacado, con un poco más de intención y trabajo en el guion no dudo que Renoir hubiera entrado entre lo mejor del año, tal vez un mejor desarrollo de los personajes secundarios, sobre intensificar esa relación entre Andrée Y Jean Renoir, tal vez ha jugado más con esos personajes que de entrada resultaban más que interesantes. Un apartado de interés en el filme es esa relación entre padre e hijo, entre pintor y cineasta, cada uno ellos con nombres imborrables en su ámbito. Un filme bello, de mucha belleza visual, personajes muy interesantes y conflictos manejado tibiamente.

Lo Bueno

La estética visual, clásica en el cine francés, una propuesta llena de colores y un uso de luz muy bello.
Bouquet da un carisma particular a Renoir, en si cada uno de los personajes tienen personalidades muy interesantes no tan bien explotadas.
Bella partitura musical
La escena en donde Renoir pinta “Las bañistas”…notable.

Lo Malo

Falta conflicto y fuerza dramática en el relato, realzar mas esos conflictos entre los personajes para que el filme no parezca tan plano.
CINELOCURA
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