Después de que 'Los Mercenarios' (2010) dejase al público con ganas de mucho más, llegó 'Los Mercenarios 2', dirigida esta vez por Simon West. En esta secuela, Barney Ross (Sylvester Stallone) y su equipo (Jason Statham, Jet Li, Dolph Lundgren, Terry Crews, Randy Couture y Liam Hemsworth) tendrán que realizar un nuevo trabajo para el señor Church (Bruce Willis) como compensación por haber desobedecido sus órdenes en Vilena. Con la ayuda de Maggie Chan (Yu Nan), tendrán que rescatar el importante contenido de un avión que se ha estrellado en unas montañas de Albania. A pesar de la aparente sencillez del trabajo, todo se complica con la llegada de Villain (Jean-Claude Van Damne), un terrorista que quiere lo que contenía el avión. Tras el asesinato de uno de sus compañeros, Barney y su equipo no se detendrán hasta vengarse y acabar con Villain.

'Los Mercenarios 2' es puro y total entretenimiento. No se echa de menos un guión más original porque realmente no hace falta, sino que la principal aportación de esta película es ver juntas a todas las grandes leyendas del cine de acción. Sylvester Stallone, Bruce Willis, Arnold Schwarzenegger, Chuck Norris, Jean-Claude Van Damne, Jet Li, Jason Statham, Dolph Lundgreen... todos ellos tienen su momento para poder lucirse y por supuesto para autoparodiarse. Son muchos los guiños que ofrece la película a los trabajos de estos actores, frases como el famoso 'he vuelto' de Schwarzenegger o el 'Yipi ka yei' de Bruce Willis están presentes en la película. También hay sitio para las leyendas urbanas, como la ya inolvidable frase de Chuck Norris (el personaje de Sylvester Stallone le dice que escuchó el rumor de que le había picado una cobra real, a lo que el personaje de Norris responde "Sí, así fue. Pero después de cinco días de insufrible dolor, la cobra murió").

La película cumple con creces y ofrece todo lo que promete. Debo reconocer que he disfrutado en todo momento, especialmente con el final. Ver en la misma escena a Sylvester Stallone, Arnold Schwarzenegger, Bruce Willis y Chuck Norris, pistolas en mano y luchando juntos, ha sido toda una delicia. Un acierto aumentar el protagonismo de Willis y Schwarzenegger en esta secuela. Por otra parte, las incorporaciones de Van Damne, Chuck Norris, Yu Nan y Liam Hemsworth también han sido todo un éxito, sobre todo las dos primeras. En cuanto al resto, Jason Statham no decepciona, Jet Li tiene una escena verdaderamente intensa (aunque hubiera preferido una mayor presencia en la historia), Dolph Lundgreen tiene algunos de los mejores chistes, y el resto cumple.

Por todo ello, 'Los Mercenarios 2' supera en todos los aspectos a la primera parte. Es una película entretenida y no busca más que eso, sin llegar a tomarse en serio excesivamente. He disfrutado con ella. Muy recomendable para aquellos a los que les guste el cine de acción o simplemente quieran pasar un rato entretenido viendo a las grandes leyendas del cine de acción haciendo lo que mejor se les da.

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Es más absurda, inverosímil y aparatosa que la primera, pero es también más divertida. Maneja mejor la dinámica no sólo por la acción, que puede llegar a verse hasta caótica, sino también por su singular y desacomplejado uso del humor.

Éste último funciona en el mejor de los sentidos autoparódicos. Frases como la de Norris sobre la picadura de una serpiente: "después de 5 días agonizando la serpiente murió" o Schwarzenegger diciendo la frase del duro de matar "yippee-ki-yay". Autoparodia en ambos sentidos, para con los personajes y para con los actores. En el primer sentido con gags como la bomba que arma Lundgren para salir de la mina -curiosamente el sueco sí es máster en química y obtuvo una beca de matemáticas-, o la BSO western en la aparición de Norris -para el encuadre-. Y en el segundo sentido los constantes chistes sobre la vejez de los protagonistas, como el que se mandan sobre el final cuando Willis trae un helicóptero viejo: "eso pertenece a un museo", y contesta "también nosotros".

Lo que más se echaba en falta en su predesora era la presencia de un villano contundente, elemento que mejora bastante en esta con la aparición de un Van Damme cojonudo desprendiendo un cinismo genial en cada diálogo. Roberts era un malo de traje y corbata, y más allá de su pasado en el cine de acción, en "Los indestructibles" (2010) no se ensuciaba demasiado las manos ni sudaba la camiseta.

La inclusión en el reparto de una mujer (Yu Nan) es bueno, no desencaja y aporta una excusa para hacer buenos chistes sexistas -en ambos sentidos-. Al que se extraña un poco es al viejo Rourke, y lamentamos un poco la corta actuación de Jet Li.

No caben dudas que el argumento es sencillito, aunque la pega más grande es la cursilería que le entra a Stallone -como guionista- con el tema del pueblo minero. Esa historia de la explotación es muy blandita y hasta maniquea.

La acción en tierra -cuerpo a cuerpo- es un poco escasa, y escenas como la pelea final están desprolijamente filmadas, aunque se salvan porque divierten más desde los diálogos que coreográficamente.

Resumiendo, si eres fan de alguno de estos veteranos no te la puedes perder porque el film es más que digno en la carrera de cualquiera de ellos. Stallone dice: "Rest in pieces" (qué en pedazos descanse), nosotros esperamos que estos héroes no descansen nunca.

Lo mejor: el humor.
Lo peor: a nuestros héroes les cuesta un poco el cuerpo a cuerpo y el film opta más por lo pirotécnico.

Segunda entrega de Los mercenarios, ese fenómeno retro que, según parece, se convertirá en una larga franquicia para gusto y deleite de todos los que disfrutamos con lo que tiempo atrás era cine comercial.

Simon West dirige de nuevo al grupo de Stallone & Friends. West juega en esta ocasión con mejores cartas que en la primera ocasión, así que sabe que lo que haga importa mayormente una mierda con tal de ver juntos a tantos mitos. Aun así, filma la acción con calidad y alterna bien entre las explosiones y las hostias como panes, lo que da a la película un aire más realista si cabe teniendo en cuenta que es una película de principios de los 90 rodada con 20 años de retraso. Los diálogos homenajean a clásicos como Terminator, La jungla de cristal o Rocky (de hecho son tres de las grandes bazas de la película) y hay escenas que llegan a parodiar las carreras de los actores que forman el reparto. Todo está hecho para ser reconocible, para sacar una sonrisa, para despertar el gusanillo de batalla épica de película de acción de las de antes... y coño, se consigue a base de bien. La violencia desmedida, la escandalosa sangre, las frases lapidarias, los malos con carisma... joder, cómo echo de menos esas películas...

Es difícil hablar del reparto en términos de interpretación. Aquí Stallone es Rambo con el cerebro incrustado de Rocky, Schwarzenegger es una parodia de sí mismo y de su carrera como actor cómico y de acción, Bruce Willis es el único que mantiene la compostura debido a que es el que mejor ha soportado el paso de los años entre los tres, Chuck Norris se ríe de sí mismo hasta decir basta (su personaje es una auténtica maravilla), Van Damme es un villano de puta madre que sigue dando patadas giratorias a una edad ya complicadilla, Lundgren es el tipo duro al que le suda el nardo cortarse un brazo si consigue lo que quiere, Statham muestra sus aptitudes para las artes marciales sin dejar de ser el chófer de Transporter... y luego están Jet Li, que en esta ocasión no aparece mucho pero sigue cayendo más simpático en Los mercenarios que en el resto de su carrera, Randy Couture, que se caricaturiza a sí mismo a base de burlas y mamporros a gogó y Terry Crews, ese armario ropero con tintes cómicos y unos brazos que parecen helipuertos. El reparto lo cierra Yu Nan, que pese a ser un personaje importancia, queda camuflada entre tanto carisma.

Resumiendo: Los mercenarios 2 es igual de buena que la primera. O igual de mala, que dirá más de uno. No es cine propiamente dicho, es cierto: es un puto homenaje al cine de acción de finales de los 80 y principios de los 90 y un regalo al público que lo disfrutaba. Es el puto All Star de la testosterona. Una puta pasada. Un producto redondo.

Sin duda supera la anterior gracias a las estelares incorporaciones de Jan Claude Van Damme en el papel de "malo malísimo" y la del legendario Chuck Norris, a parte de que Schwarzenegger tiene una participación más destacada que el breve pero enorme cameo de la primera parte. Incluso en una escena bastante larga podemos ver a estos dos más Willis y Stallone en el meollo de tiros y mucha acción. Esas cosas se agradecen para los fans, que a fin de cuentas son el público objetivo de estas películas.

El saber reírse de uno mismo es otro de los puntos a favor de Los Mercenarios para que siga triunfando en taquilla, como las alusiones no ya a las películas que uno u otro ha realizado sino también a la edad de los protagonistas. Schwarzenegger lo mismo te recuerda al de Terminator que a su versión cómica en Poli de guardería.

En definitiva, acción, explosiones, disparos, peleas, malvados con muy mala leche y héroes con muchos años a sus espaldas pero sin haber perdido las ganas. Y se nota que disfrutan haciendo lo que les gusta y con un guión algo mejor trabajado. Espero que en la tercera parte Stallone no tire por tierra un trabajo progresivo en su calidad, aunque su mayor puntal de éxito es juntar a cada vez más 'action man' de los ochenta. Siempre que en cada película vaya introduciendo a nuevas estrellas (no repetir las mismas), habrá seguro una cuarta y lo mismo hasta una quinta.

Esa es su mejor definición. Mala peli, pero le sube la nota por lo friki que es. La ves y te ríes. Pasas media hora sin ver ningún rastro de trama por ningún lado, solo viejas glorias pegando tiros, que bueno, es el objetivo de la peli, ver a viejas glorias pegando tiros, teniendo conversaciones de tíos y siendo duros.

¿Desarrollo de personajes? ¿Qué es eso? El único que intentan desarrollar muere, es como un chiste macabro, que la peli no quiere personajes, sólo testosterona.

Obviamente, el punto de la peli se lo lleva Norris. Es muy agradable ver como los chistes de internet son trasladados a la gran pantalla.

Simplemente, es una peli muy mala, pero para reirse de las frikadas y exajeraciones, sirve muy bien.