Quisiera ser grande

Sería el sueño de cualquier chaval, si, pero también al revés, porque la gente admira al protagonista por ser como es, siendo tan mayor y tan infantil en su pensamiento sincero. Es como poder hacer lo que quieras, pero con la edad mental de un niño, ójala todos fueramos como él, y poder conservar la inocencia durante toda tu vida.

Al margen, la película es...original y entretenida, sin llegar a ser espectacular, y con un buen final, dejando entrever....que no deja de ser un sueño...

Ver Big cuando tú también quieres ser mayor es una de esas cosas que quieras o no, se te quedan en tu cabecica infantil. A partir de ver la película empiezas a entender algunas cosas de una forma distinta, y por supuesto nunca se lo achacarías a la película. Se acaba entendiendo, desde la corta edad, que ser adulto no es la panacea. Y te lo cuentan en tono de comedia, para que tengas ganas de ver como acaba.

Está claro que el tema se ha usado una y mil veces. Que utilizar el cambio de cuerpos y mentes ya sea un intercambio con otra persona o simplemente aparecer en un cuerpo que no corresponde es algo ya habitual. Y que este tipo de películas esté destinado a un público más bien juvenil también lo es. Lo atípico es como está hecha, con esa simpatía que rezuma, con esa sencillez de personajes (sencillos pero completos) y con esa capacidad de tenernos entretenidos un ratillo, que en último término es lo que queremos con una comedia. Encima parece que por ella no pasan los años, si no fuese por esas hombreras y esos peinados ochenteros que se gastaban las señoras.

El señor Hanks nunca debió separarse de su vena cómica, y no porque lo considere mal actor dramático, sino porque este tipo de películas que se calzó en los ochenta y principios de los noventa eran maravillosas porque el sabía como hacer de sus papeles, personajes memorables.

Impagable la escena del piano de pies. Y mítica.

Aunque pueda parecer una película del montón, Big se convierte en algo más que una entretenida comedia con ligeros toques dramáticos. No solo en el momento de su estreno sino vista veinte años después. La película no está mal envejecida por el paso del tiempo y eso es un punto favorable. Cabe destacar que Tom Hanks realiza un papel muy destacable de adulto infantil, para mi es un gran actor y su papel parece más facil de lo que realmente es, sin embargo el consigue hacerlo parecer sencillo ya que sirve tanto para hacer reir como a la hora de interpretar a un personaje de drama. La idea es original, pero lo que me llama la atención es que aunque parezca una comedia apta para toda la familia se muestran valores como el resurgir de la infancia haciendo que sea una película que lleve consigo nostalgia tanto por lo que nos dice la historia así como para aquellas personas que hayan tenido la oportunidad de visionarla en su infancia. El film tiene magia y es que es capaz de hacer reflexionar al espectador a través de escenas bastante entrañables y recordables debido un encanto especial. Su desenlace es incluso me atrevería a decir que bastante ingenioso y deja a la persona pensando en lo que podría ser y no es. Es un tanto dramático. Los adultos vuelven a ser niños y los niños desean ser adultos. Otra actuaciones resultan bastante graciosas y realistas y los personajes te atraen facilmente. No te ries mucho con ella pero sin embargo tiene momentos que hacen sonar alguna carcajada aislada. Posee el encanto de películas familiares con aires de sobremesa que quedan en el recuerdo. Calificación : 8/10.

Tom Hanks nos lleva a soñar con nuestros recuerdos de la niñez con esta fabula de un niño de 13 años que como la mayoría a esa edad desea ser grandes, y con la ayuda de una "maquina de los deseos" de una feria que llego a la ciudad le concede mágicamente su petición. Por el poder de es Zoltar mágico el pequeño Josh se convierte en un joven treintañero de la noche a la mañana.
La película puede tener varias lecturas como la de que nunca hay que olvidar a ese niño que llevamos dentro, pero también nos dice que cada cosa tiene su tiempo y hay que aprovechar dichos momentos al máximo, la infancia no se recupera una vez pasada y quizá sea la edad que más nostalgia nos despierte el resto de nuestra vida, no hay por qué tener prisa en llegar a ser adultos ya que luego lo seremos por mucho tiempo.
Un papel excelente de Tom Hanks, uno de mis actores favoritos, que consolidó su prestigio para este tipo de papeles y le valió una nominación al Oscar. Y eso que aun faltaba conocer su gran talento para el drama.

Esta película, sin salirse de ser una simple comedia ligera de sobremesa (su guión, tratamiento y diálogos son lo que son), consiguió destacar y colocarse como un buen referente de nostalgia, para muchos espectadores de la generación.

¿Cómo lo hizo? A través de dos oportunos elementos:

El primero, un jovencísimo Tom Hanks que, aunque estaba todavía por descubrir, hizo de "Big" todo un alarde de talento interpretativo, con un personaje que traía la dificultad de exigir un carisma que enganchara fácilmente, sin olvidar que, en lo básico, se trataba de un crío con su inexperiencia a cuestas. Esta interpretación, además, nacía ya condenada a un guión (típico en la comedia ligerita) que no buscaba, ni muchísimo menos, en ningún momento, que el desafortunado actor pudiera lucirse. Aún así, como poco, Tom Hanks estuvo <memorable> en este trabajo, consiguiendo darle cara y nombre propio a un producto de esta limitada capacidad de autoría. Porque "Big" será siempre Tom Hanks.

El segundo, un absolutamente sugerente argumento, aprovechado... exprimido más bien, por un divertidísimo desarrollo sin desperdicio. Quiero decir que, por un lado, todo infante sobre la Tierra ha soñado alguna vez con esa máquina maravillosa que lo convirtiera en adulto, y eludir las limitaciones que la corta edad pone sobre una mente sin miedo a explorar, como lo son las de los pre-adolescentes; y, por otro lado, que todo ese poderío imaginativo siempre se queda corto, al intentar atisbar el infante, las numerosas, amplias y divertidas posibilidades de tener un cuerpo de adulto... las miles de locuras que cometería en tal caso. En este sentido, "Big" dota de toda su sencillez a esta maravillosa idea, y la desarrolla satisfactoriamente: el prota no escatima en aprovechar tan preciado don, sabe divertirse con él y sabe divertirnos a nosotros. (Especial hincapié en el curioso tratamiento del tema sexual que, aunque de forma sumamente discreta, es bien referido en esta peli).

Finalmente, y como no podía ser de otra forma, el tono de la historia sabe volverse tremendista, para aportar el necesario sentido didáctico a un mensaje dirigido a los peques: la diversión se paga... la "libertad" de un adulto tampoco es gratuita. Las limitaciones caen porque, a cambio, la vida te exige siempre una RESPONSABILIDAD en tus actos. Y a ver cómo se las apañará este despreocupado señorito, cuando descubra que el cambio no compensa; que, en la cruda realidad, la responsabilidad de la madurez limita muchísimo más que un cuerpo pequeñito o unos padres protectores, a una mente que solo podrá responder perdiendo toda fuerza en su curiosidad y osadía. <Madurar>, pues, no deja de ser el hecho de caer por tu peso.

Gran ejercicio de entretenimiento y diversión para niños, adultos, niños con cuerpo de adulto... incluso para adultos con cuerpo de niño, como es mi particular caso :P