Tiburón

En su momento hizo que la gente se lo pensara dos veces antes de meterse al agua en la playa. La música y la conseguida apariencia del tiburón mecánico hicieron que esta película fuese un bombazo de taquilla en el verano del 75. Fué el primer gran éxito de Steven Spielberg y su consagración como director. Al trio protagonista les ganó la batalla interpretativa Bruce, que era el nombre de pila del tiburón mecánico empleado en el rodaje.

Todo un clásico que generó deplorables secuelas que no le llegan ni a la suela de los zapatos. Estamos ante un gran film de suspense revolucionario en su género y de gran impacto social. Vista hoy en día pierde algo pero, salvando las distancias con los efectos especiales, sigue siendo impresionante.

Una de las pocas películas que hace cada vez que sale en la televisión (y me entero de ello) cancele todos mis planes y me ponga a verla. No solamente eso, si no que además me sigue gustando como la primera vez que la he visto (con 7 años más o menos).

Partiendo de un argumento muy sencillo (Un tiburón que aparece en la paradisíaca Amity Island y empieza a merendarse al personal que se atreve a nadar en sus playas debe ser eliminado para que haya menos muertes y vivir en paz), se desarrolla una historia aceptable en la que la tensión principal reside esencialmente en las escenas de agua, lugar en el que habita el voraz escualo. La historia de un policía de pueblo que se ve obligado a investigar las muerte de una chica en extrañas circunstancias y que, con la ayuda de un biólogo marino, descubre que es obra de uno de los más crueles depredadores marinos. Consecuencia de esto, se inicia una carrera frenética para aniquilar al jaquetón, todo esto con ayuda de un viejo marinero experto en tiburones.

Con esto como base, la película se adereza con unas buenas interpretaciones (en especial la de los tres valientes que van a dar caza al tiburón), buena producción, buenos efectos especiales para su época y escenas memorables (la chica del principio de la película devorada, la charla de los tres "héroes" por la noche cuando van a cazar al tiburón). Es de agradecer la tensión que hace el director en la que el tiburón no aparece por completo hasta bien avanzada la película, lo que le da ese aspecto más terrorífico si cabe.

En definitiva, una cinta recomendable para ver, siempre y cuando luego no te vayas a meter en el agua en la playa...

Eterno es, el toque de Steven en sus películas. Bellos encuadres y sus imágenes reflejadas, sumado a guiones que cualquier otro podría joder, pero, que el los realiza con gran maestría. Esto no es otra peli de terror sobre un animal sediento de sangre, es el mismo miedo al mar y a lo desconocido. Nuestro querido Bruce, el tiburón, es la bestialidad y la sangre fría en persona. Siempre recordaremos a los tres marineros que se embarcan para cazar a esta bestia.
Farewell and adieu to you fair Spainish Ladies...

VEDLA Y DISFRUTAD DEL ARTE DEL CINE

En 1975 se estrenó “Tiburón” de Steven Spielberg, la película fue un enorme éxito mundial como un año antes ya lo había sido el libro, un best seller de Peter Benchley.

La historia comienza cuando en el pequeño pueblo costero de Amity, que vive casi exclusivamente del turismo, una bañista nocturna es atacada por algo que la platea solo intuye es un tiburón. A partir de allí cada día comienzan a contarse nuevas víctimas.

El problema es que los ataques suceden justo al comienzo de la temporada turística y pone en riesgo los intereses del pueblo.
Así, el film ofrece una ácida mirada al choque entre los intereses económicos y el sentido del deber. ¿Qué hacer, seguir adelante como si nada pasara y salvar la temporada, o actuar con precaución y priorizar el cuidado de las vidas humanas?

El dilema no era novedoso. Al contrario, ya en 1882 la obra “Un Enemigo del Pueblo”, de Henrik Ibsen, relata la historia del Dr. Stockman y del balneario termal en el que vive. Stockman descubre la existencia de una bacteria en el agua que representa un peligro para la población y los visitantes de las termas. Intenta persuadir a la clase política para reconocer y enfrentar el problema.

Sin embargo, como el hallazgo atenta contra los bolsillos de mucha gente, pronto se encuentra solo y presionado a negar públicamente su descubrimiento. Entre la espada y la pared, el Dr. Stockman decidirá seguir adelante con sus principios y gritar la verdad aún contra los intereses creados. El nudo de la obra del Ibsen se encuentra en el silencioso papel de la opinión pública. El dilema, que recién se resuelve al final, es saber qué actitud va a tomar no el poder sino en el pueblo.

El drama de Ibsen no tiene un final feliz ya que toda la población se encuentra atrapada en la misma ceguera e hipocresía del aparato de poder que convierte al Dr. Stockman en “El Enemigo del Pueblo”.

Sólo quiero dejar un modesto comentario, ya que ha sido tema de conversación en algunas sobremesas hablando de películas memorables del cine, y es que cuando se estrenó, hablando con familiares que me doblan la edad, cuando salía el bicho por la pantalla grande causaba auténtico Terror y Pánico en las salas, hasta el punto que una de mis tías llegó a ver al tiburón con su madíbula saliendo del asfalto de vuelta a casa después de verla (es uno de los puntos fuertes de la sobremesa).

Tuvo su año... en su década.