Contra lo imposible

Para los que les gusten los coches y la velocidad más allá de la larguísima saga de fast and furious. Bale, como siempre, enorme. Las escenas de carrera son realmente increíbles, lo mejor del filme si duda. Entretenida, si, pero se hace larga, demasiado metraje, algunas escenas sobran la verdad.

El modelo de la fábrica y la producción en cadena del capitalismo sin estilo estadounidense frente al capitalismo artesano con clase de corte norditaliano. Aunque el dinero es la condición de posibilidad de llegar a tales niveles de competición llega la hora de los genios, el territorio inexplorado donde la cualidad humana se impone, en este caso con una fuerte pulsión individualista. No solamente es Ford VS Ferrari, sino y sobre todo es el corporativismo y los intereses de la marca contra el genio incorrecto, a veces también el grupo contra el individuo. Más de dos horas, pero muy bien llevadas en una película emocionante. Genial Christian Bale y Matt Damon cumplidor.

James Mangold es sin duda un director de interés que cada vez va dando muestras de tener mejor pulso, y que en esta, su producción más ambiciosa hasta el momento, cumple con nota.

La estructura es tremendamente clásica, y los tics también, y tampoco esperen una gran fidelidad histórica, porque esto es historia según Hollywood. Y hasta ahí lo que podría ser menos positivo, pero que no lo es, porque en manos de este director, y de este magnífico cast, funciona mejor que el famoso Ford GT40. Mantiene la tensión en todo su extenso metraje, y gustará a los amantes del deporte, del automovilismo, pero también a los del cine.

Obra notable de un notable productor que ha conseguido cambiar la historia, Ken Miles ya aparece oficialmente como ganador de Lemans 1966, y es que hay personajes que van más rápido que la vida.

Las reticencias eran de peso: no me apasionan los coches ni me gusta la velocidad. Sin embargo, la máquina queda bien engrasada por la pericia de su director, por un Matt Damon que sigue ganando kilos, por un Josh Lucas que se ha comido al de Una mente maravillosa y por Christian Bale, que está más próximo al de El maquinista o al Christian Bale de The Fighter y que se muestra a ratos, en la película, como sus compañeros de profesión dicen que es: impertinente, antipático y maleducado.
A pesar de que a veces parece más una película sobre hangares, a pesar de que en algunos tramos se muestra un poco lenta cuando debería ir a toda mecha, LE MANS ´66 es una buena historia de superación y competitividad. Además, tiene un color bonito, a Tracy Letts, que ha ganado un premio Tony y un Pulitzer, y a Caitriona Balfe, que es alguien como para embelesarse, desde luego, por mucho más de veinticuatro horas.

Buen film automovilístico que narra el ascenso de Ford y la rivalidad con Ferrari para cumplir el sueño de ganar la prueba más prestigiosa y agotadora del mundo. Las 24 Horas de Le Mans.

La narrativa es hollywoodense total. Esto tiene un punto bueno pues llega a todo el mundo, pero peca en exceso de narrar de esta forma, agotando los recursos más rápido que el Ford GT sobrecalentando los frenos y quizá se haga menos digerible para el espectador exigente con el producto.

Matt Damon y Christian Bale se complementan correctamente aunque da la sensación que no llega a despegar ningún personaje. Las relaciones entre los protagonistas y los diferentes secundarios se sienten muy convenientes y no falta ningún momento que no hayamos visto en otro film.

Al amante de este tipo de cine, al que busque un film de coches o al que le gusten las películas biográficas (este último con pinzas) encontrara una buena cinta, buenas tomas, nada pesada en sus 2 horas 20 minutos y un resultado general satisfactorio, empañado solamente en que podía haberse hecho un pelín mejor, mucho más conmovedora y centrarse más en los personajes.

Un buen producto que no defrauda y agradará a propios y extraños.