Redacted
6,1
3.369
4 de septiembre de 2008
4 de septiembre de 2008
14 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
La primera palabra que me viene a la cabeza sobre Redacted es: sorpresa. Fui a verla por la "novedad" de su producción; cámaras en mano y de vigilancia, youtube y documentales que esperaba casi como fin en sí mismo. Sin embargo, pese a ciertas actuaciones cuanto menos cuestionables, la historia que Brian de Palma saca a la palestra me hizo estremecer en el sofá.
Esperaba una trama artificiosa y me topé con una historia sencilla. Una milésima parte de lo que supondría narrar una guerra como la de Irak o cualquier otra. Nada de grandes escenarios ni de multitud de personajes. Es el tú a tú contra un enemigo invisible, que acecha, que no se ve, que se confunde con la población provocando el caos. El miedo al otro se convierte en odio y el deseo, en violencia. Ciertamente parece una cuestión de poder.
Una guerra nueva donde los frentes se disipan parece buscar también un nuevo cine. Si bien se podría decir que es una película sobre un grupo de jóvenes americanos en Irak, probablemente sea más acertado decir que se trata de todas las imágenes que los rodean. Las imágenes, desde diferentes contextos y subjetividades, que los magnifican. Las imágenes que les disparan, que los hieren o los envalentonan, las que usan (especialmente la pornografía) y las que emiten como su proyección. Imágenes y más imágenes. Un mundo plagado de interconexiones donde, paradójicamente, la comunicación se torna imposible.
Si por un lado la tecnología aspira a multiplicar las posibilidades y beneficios del ser humano en un futuro de diseño. Por el contrario, Brian de Palma nos enseña una violencia simple y llana más propia del Cromagnon.
Esperaba una trama artificiosa y me topé con una historia sencilla. Una milésima parte de lo que supondría narrar una guerra como la de Irak o cualquier otra. Nada de grandes escenarios ni de multitud de personajes. Es el tú a tú contra un enemigo invisible, que acecha, que no se ve, que se confunde con la población provocando el caos. El miedo al otro se convierte en odio y el deseo, en violencia. Ciertamente parece una cuestión de poder.
Una guerra nueva donde los frentes se disipan parece buscar también un nuevo cine. Si bien se podría decir que es una película sobre un grupo de jóvenes americanos en Irak, probablemente sea más acertado decir que se trata de todas las imágenes que los rodean. Las imágenes, desde diferentes contextos y subjetividades, que los magnifican. Las imágenes que les disparan, que los hieren o los envalentonan, las que usan (especialmente la pornografía) y las que emiten como su proyección. Imágenes y más imágenes. Un mundo plagado de interconexiones donde, paradójicamente, la comunicación se torna imposible.
Si por un lado la tecnología aspira a multiplicar las posibilidades y beneficios del ser humano en un futuro de diseño. Por el contrario, Brian de Palma nos enseña una violencia simple y llana más propia del Cromagnon.
17 de noviembre de 2007
17 de noviembre de 2007
17 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interesante y crudo trabajo de denuncia de Brian de Palma, que con un estilo de falso documental pretende acercarnos a lo que han sido -y son- las tripas de una guerra maldita: la de Irak.
Si bien es de agradecer la búsqueda de un modo original de crear realismo documental, intentando situar diferentes observadores internos a los hechos que se suceden, no es menos cierto que fracasa en el intento. Y aunque algunas de las ideas están bien ejecutadas, esa variedad de obervadores -cámaras de vigilancia, soldados grabando en vídeo, una cámara oculta en un casco, imágenes en páginas web de Internet, etc...- termina por resultar forzada y poco natural, dejando precisamente la impresión contraria a lo que pretendía: un realismo creíble.
El desarrollo del guión cuenta además con una serie de clichés tratados demasiado tópicamente para mostrarnos lo que ya nos han contado en decenas de películas de Vietnam o del mismo género con secuencias y diálogos parecidos. La representación de los abusos de los soldados está mostrada de forma demasiado típica a estas alturas de la historia del cine. Y aunque la primera parte en el puesto de control sí se dota de nueva savia y se recrea con cada plano, luego decae para llegar a un final que, aun intentando explotar la nauseabunda condición de personajes a los que la guerra ha hecho perder el norte de los escrúpulos y la humanidad, no termina de cuajar sin poder evitar lo artificioso de las escenas.
Sólo las desgarradoras fotografías tomadas de verdad en el conflicto iraquí y mostradas al final de la película, comunican y conmueven más al espectador que el resto del metraje. Es por esto que Brian de Palma nos deja, pese a las buenas intenciones e ideas de desarrollo, un poco a medias.
Si bien es de agradecer la búsqueda de un modo original de crear realismo documental, intentando situar diferentes observadores internos a los hechos que se suceden, no es menos cierto que fracasa en el intento. Y aunque algunas de las ideas están bien ejecutadas, esa variedad de obervadores -cámaras de vigilancia, soldados grabando en vídeo, una cámara oculta en un casco, imágenes en páginas web de Internet, etc...- termina por resultar forzada y poco natural, dejando precisamente la impresión contraria a lo que pretendía: un realismo creíble.
El desarrollo del guión cuenta además con una serie de clichés tratados demasiado tópicamente para mostrarnos lo que ya nos han contado en decenas de películas de Vietnam o del mismo género con secuencias y diálogos parecidos. La representación de los abusos de los soldados está mostrada de forma demasiado típica a estas alturas de la historia del cine. Y aunque la primera parte en el puesto de control sí se dota de nueva savia y se recrea con cada plano, luego decae para llegar a un final que, aun intentando explotar la nauseabunda condición de personajes a los que la guerra ha hecho perder el norte de los escrúpulos y la humanidad, no termina de cuajar sin poder evitar lo artificioso de las escenas.
Sólo las desgarradoras fotografías tomadas de verdad en el conflicto iraquí y mostradas al final de la película, comunican y conmueven más al espectador que el resto del metraje. Es por esto que Brian de Palma nos deja, pese a las buenas intenciones e ideas de desarrollo, un poco a medias.
16 de noviembre de 2007
16 de noviembre de 2007
15 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Brutal denuncia de lo que está sucediendo en Irak y de parte de la realidad del mundo en el que estamos inmersos. La verdad es que cuando ha terminado la película el silencio absoluto casi se podía palpar. En realidad el final me ha dejado casi sin respiración.
Tengo que decir que no he descubierto ninguna información básicamente nueva que uno no pueda conocer si tiene un mínimo interés por investigar la brutalidad de la política internacional y de los que organizan los conflictos bélicos en el mundo, aún así, que un cineasta estadounidense se atreva a abordar la política actual de manera tan descarnada me ha impresionado.
Tengo que decir que no he descubierto ninguna información básicamente nueva que uno no pueda conocer si tiene un mínimo interés por investigar la brutalidad de la política internacional y de los que organizan los conflictos bélicos en el mundo, aún así, que un cineasta estadounidense se atreva a abordar la política actual de manera tan descarnada me ha impresionado.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Esta no es una película para el entretenimiento o para relajarse. No está hecha con esa intención.
Es una denuncia tremenda de lo que las versiones oficiales intentan muchas veces minimizar o esconder debajo de la alfombra, como quien barre la basura. Y muestra el grado de comportamiento abyecto y salvaje al que pueden llegar los seres humanos. Una locura.
Es una denuncia tremenda de lo que las versiones oficiales intentan muchas veces minimizar o esconder debajo de la alfombra, como quien barre la basura. Y muestra el grado de comportamiento abyecto y salvaje al que pueden llegar los seres humanos. Una locura.
28 de febrero de 2009
28 de febrero de 2009
15 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como forma de expresión cinematográfica deja bastante que desear. De imágenes epatantes, mensaje presentado en primer plano y un guión tramposo con falso aire de documental, a lo bruja de Blair, que no se sostiene en su absurdo afán de verosimilitud.
Pero, como denuncia de unos hechos concretos, no tiene precio. Ver el mundo donde vivimos produce una rabia incontenible, una repugnancia espantosa. Y mucha impotencia.
Las últimas imágenes, en especial la de la joven Farah, revestidas con el emocionante "E Lucevan Le Stelle", son una potente guinda... Una guinda explosiva.
Pero, como denuncia de unos hechos concretos, no tiene precio. Ver el mundo donde vivimos produce una rabia incontenible, una repugnancia espantosa. Y mucha impotencia.
Las últimas imágenes, en especial la de la joven Farah, revestidas con el emocionante "E Lucevan Le Stelle", son una potente guinda... Una guinda explosiva.
13 de junio de 2012
13 de junio de 2012
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
La verdad es que me cabrea un poco el hecho de que memos como Lars Von Trier, Tarantino, Woody Allen sean considerados absolutos genios del séptimo Arte, con la cantidad de bodrios, historias aburridísimas y plagios que han realizado y un autor con un PAR DE PELOTAS como Brian De Palma no esté considerado como uno DE LOS GRANDES. Brian De Palma es un maestro, ha tocado a lo largo de su carrera una grandísima variedad de géneros (véase el musical, el drama, el terror, el suspense, el bélico, la acción, el espionaje,...) con una destreza visual alucinante consiguiendo películas verdaderamente sobrecogedoras, algunas evidentemente mejores que otras. Pero lo que no me parece justo es que se le menosprecie de manera tan injusta y descarnada. Que si es sensacionalista dicen. Si este film lo hubiese firmado un autor lame-culos de Hollywood o algunos de estos pestilentes que son admirados por la cantidad de aburrimiento que imprimen a sus filmes, seguro que los críticos dirían que es maravilloso. La verdad es que respecto al film, me quedo sin palabras, es realmente una patada en toda la cara. Magnífico, me ha recordado mucho al anterior trabajo de De Palma "Corazones de hierro", otro gran peliculón en el que criticó la guerra del Vietnam. Aquí ofrece su crítica mordaz a la guerra de Irak, De Palma no se corta un pelo y se moja y creo que eso francamente es digno de admiración. Admiro a este director, es sin duda de lo mejor y por desgracia de lo más injustamente desmerecido. Una gran obra de un gran maestro.
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