Ópera prima
6,2
3.966
Comedia. Romance
Matías, un periodista divorciado de 25 años que pasea su amargura por Madrid, en la Plaza de la Ópera, se enamora de su prima Violeta, que sólo tiene 18. A pesar de sus diferencias, aunque ni siquiera él mismo se lo puede creer del todo, y pese a los consejos de sus amigos, Matías llega a la conclusión de que ella es la mujer de su vida. (FILMAFFINITY)
14 de diciembre de 2007
14 de diciembre de 2007
11 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo de menos es la comedia romántica, contada de un modo muy entretenido y solvente, ya de por sí algo fuera de lo común en las comedias españolas de hasta entonces. La razón por la que Opera Prima es una película que ha marcado un antes y un después es esa cómica reflexión a cargo de un parlanchín Oscar Ladoire que describe el cambio de mentalidad de los 60-70 a los 80, el desengaño con el mayo del 68 aunque todavía no terminado de digerir, todo visto desde la perspectiva de la guerra de los sexos.
La dirección y el guión son sensacionales, lo suficiente para compensar la sosa interpretación de Paula Molina. A Oscar Ladoire no le vuelto a ver en un papel decente lo que me lleva a pensar que quizá aquí lo borda porque se interpreta a sí mismo -es coautor del guión-, al igual que Resines, "descubierto" a raiz de esta película, donde hace por primera vez de Resines, papel que repetirá el resto de su carrera con pocas excepciones y no muy afortunadas.
Y digan lo que digan, deseo dejar claro que Mahavishnu Orchestra era un grupo de Jazz fusión fenomenal cuyos discos sí se podían encontrar en Madrid, aunque había que buscarlos algo fuerte.
La dirección y el guión son sensacionales, lo suficiente para compensar la sosa interpretación de Paula Molina. A Oscar Ladoire no le vuelto a ver en un papel decente lo que me lleva a pensar que quizá aquí lo borda porque se interpreta a sí mismo -es coautor del guión-, al igual que Resines, "descubierto" a raiz de esta película, donde hace por primera vez de Resines, papel que repetirá el resto de su carrera con pocas excepciones y no muy afortunadas.
Y digan lo que digan, deseo dejar claro que Mahavishnu Orchestra era un grupo de Jazz fusión fenomenal cuyos discos sí se podían encontrar en Madrid, aunque había que buscarlos algo fuerte.
26 de agosto de 2009
26 de agosto de 2009
28 de 52 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esa es la única buena frase del guión.
La producción de cine en la época muda estaba dominada por Edison, que cobraba cánones hasta por respirar. Así que unos cuantos decidieron no acatar semejante expolio y se autodenominaron independientes. Pero vamos, que con el tiempo serían tan cabrones como Mr. Bombilla, porque entre ellos estaban los fundadores de la Paramount, la Fox, la Warner, la Universal o la Metro, nada menos. Saco todo este rollo a colación porque las primeras producciones de Trueba no parecían anunciar que el director acabaría convirtiéndose en uno de los capos del cine nacional, vía SGAE. Ya se sabe, no sirvas a quien sirvió.
Pero bueno, ciñéndonos a esta "Ópera Grima", Ladoire, un pésimo actor, nos regala probablemente una de las peores interpretaciones de la historia del cine. Su papel de deprimido fuera de lugar con comeduras de tarro varias es, desde luego, deprimente. Más o menos como el guión de la película y sus insufribles diálogos, o como los polvos de don Óscar y doña Paula, que son de los que no traen ningún lodo. Mucho rollo cultureta pasado de moda, hipismo de pacotilla y amoríos de chiste. Válgame la risión. Que tonterías como ésta hayan sido elevadas a los altares son clara muestra de lo sobrevalorada que estuvo la Movida Madrileña. La música, el cine o los libros que se alumbraron en aquellos años son, en su mayoría, pura bazofia. Como en cualquier otra época, por otra parte. Pero como se apartaban del modelo cultural franquista, pues se convertían directamente en geniales.
Cine independiente a la española. Premio al mejor Joven Talento en Venecia, 1980: ACOJONANTE. Leyendo las reseñas de Boyero o Fernández Santos, se me afloja el esfínter. La mafia en el cine.
Por otro lado, “Independiente” no deja de ser otra etiqueta más que no garantiza nada. Baste decir que la primera película “Indie” americana de gran impacto comercial fue “Easy Rider” (1969), que cuando la vi me pareció una auténtica mierda. Pero bueno, se llevaba el rollo hippie y eso.
La producción de cine en la época muda estaba dominada por Edison, que cobraba cánones hasta por respirar. Así que unos cuantos decidieron no acatar semejante expolio y se autodenominaron independientes. Pero vamos, que con el tiempo serían tan cabrones como Mr. Bombilla, porque entre ellos estaban los fundadores de la Paramount, la Fox, la Warner, la Universal o la Metro, nada menos. Saco todo este rollo a colación porque las primeras producciones de Trueba no parecían anunciar que el director acabaría convirtiéndose en uno de los capos del cine nacional, vía SGAE. Ya se sabe, no sirvas a quien sirvió.
Pero bueno, ciñéndonos a esta "Ópera Grima", Ladoire, un pésimo actor, nos regala probablemente una de las peores interpretaciones de la historia del cine. Su papel de deprimido fuera de lugar con comeduras de tarro varias es, desde luego, deprimente. Más o menos como el guión de la película y sus insufribles diálogos, o como los polvos de don Óscar y doña Paula, que son de los que no traen ningún lodo. Mucho rollo cultureta pasado de moda, hipismo de pacotilla y amoríos de chiste. Válgame la risión. Que tonterías como ésta hayan sido elevadas a los altares son clara muestra de lo sobrevalorada que estuvo la Movida Madrileña. La música, el cine o los libros que se alumbraron en aquellos años son, en su mayoría, pura bazofia. Como en cualquier otra época, por otra parte. Pero como se apartaban del modelo cultural franquista, pues se convertían directamente en geniales.
Cine independiente a la española. Premio al mejor Joven Talento en Venecia, 1980: ACOJONANTE. Leyendo las reseñas de Boyero o Fernández Santos, se me afloja el esfínter. La mafia en el cine.
Por otro lado, “Independiente” no deja de ser otra etiqueta más que no garantiza nada. Baste decir que la primera película “Indie” americana de gran impacto comercial fue “Easy Rider” (1969), que cuando la vi me pareció una auténtica mierda. Pero bueno, se llevaba el rollo hippie y eso.
14 de enero de 2017
14 de enero de 2017
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fernando Trueba es ese director conocido por su mirada bizca, sus siempre polémicas declaraciones en cuanto a su españolismo, su peso en la SGAE y por su Oscar a mejor película extranjera. Sin embargo, ¿qué hay de su cine? A lo sumo tenemos la estatuilla dorada pero un premio por sí mismo no dice nada. Lo cierto es que Trueba carece de una filmografía atrayente y reconocida a la altura de la fama que ha conseguido, que incluso se ha traducido en cierto respeto a su obra, todo un logro en este país.
Su ópera prima, Ópera prima (...), le permitió entrar en el mundo del cine como muy buen pie. Se trata de un proyecto bastante modesto que consiguió cierto éxito gracias al empujón de críticos de cine amigos de Trueba y de ser un producto de su época, de la movida madrileña, del destape y de la transición. Quizás por eso verla en 2016 resulta decepcionante. Si uno estuviese en el momento oportuno podría entender el encumbre de productos culturales como el que nos ocupa.
Trueba declaró que se trata de una película de personajes. Todo está visto a través del personaje de Matías (Oscar Ladoire), y Matías está visto a través de sus relaciones con su prima Violeta (Paula Molina). Es llamativo ver muchos planos abiertos del escenario (tanto interiores como exteriores), donde Oscar permanece quieto, limitándose a hablar, y el resto del elenco (especialmente Violeta) no paran de moverse por el plano, incluso entrando y saliendo de él. Y como bien dice Trueba, son las reacciones de los personajes, compañeros de trabajo, clientes, hijo, ex-mujer, amante, amigos, enemigos, quienes nos muestran y construyen su personalidad y su historia.
No se puede negar el interés que suscita Trueba con su forma de narrar pero todo se viene abajo por el resultado del personaje principal, Oscar. Encaja perfectamente con el perfil de críticos como Boyero (tan amigo de Trueba) y esa generación de lectores medios de El País. Culturetas, con espíritu progresista, que se creen en la élite intelectual por leer cuatro libros y que tras toda esa capa esconden un machismo y un clasismo bastante deprimente. Oscar es un personaje ridículo y lo peor es que tanto Trueba como Boyero y compañía no parecen reírse de él, sino todo lo contrario, hasta lo alaban.
Por si fuese poco, Oscar es una copia hacendado de Woody Allen, con su excesiva charlatanería que al final nunca dice nada y su aparente conocimiento de la cultura. La interpretración del actor es horrible, como la es también la de su compañera Paula Molina. Cargo contra Trueba de nuevo porque es sobre todo en este personaje femenino donde se evidencia la dejadez en la dirección de actores. En general el filme respira un tufillo a director recién sacado de clase, más cercano a una serie de cortos para presentar al profesor que para construir una opera prima de verdad.
Evidentemete el resto de la filmografía de Trueba no deja esa sensación propia de un novato, pero tampoco me ha encadilado. Una ópera prima puede ser indicativa de cómo ve el cine un director, qué ha venido a hacer aquí, qué temas quiere tratar, a qué aspira. Mala suerte que ya viese meses atrás Belle Epoque, Chico & Rita o El artista y la modelo. Aunque sean películas bastante más salvables que Ópera prima, lo que tengo claro es que ya no vuelvo a pasar por el aro del señor Trueba.
Su ópera prima, Ópera prima (...), le permitió entrar en el mundo del cine como muy buen pie. Se trata de un proyecto bastante modesto que consiguió cierto éxito gracias al empujón de críticos de cine amigos de Trueba y de ser un producto de su época, de la movida madrileña, del destape y de la transición. Quizás por eso verla en 2016 resulta decepcionante. Si uno estuviese en el momento oportuno podría entender el encumbre de productos culturales como el que nos ocupa.
Trueba declaró que se trata de una película de personajes. Todo está visto a través del personaje de Matías (Oscar Ladoire), y Matías está visto a través de sus relaciones con su prima Violeta (Paula Molina). Es llamativo ver muchos planos abiertos del escenario (tanto interiores como exteriores), donde Oscar permanece quieto, limitándose a hablar, y el resto del elenco (especialmente Violeta) no paran de moverse por el plano, incluso entrando y saliendo de él. Y como bien dice Trueba, son las reacciones de los personajes, compañeros de trabajo, clientes, hijo, ex-mujer, amante, amigos, enemigos, quienes nos muestran y construyen su personalidad y su historia.
No se puede negar el interés que suscita Trueba con su forma de narrar pero todo se viene abajo por el resultado del personaje principal, Oscar. Encaja perfectamente con el perfil de críticos como Boyero (tan amigo de Trueba) y esa generación de lectores medios de El País. Culturetas, con espíritu progresista, que se creen en la élite intelectual por leer cuatro libros y que tras toda esa capa esconden un machismo y un clasismo bastante deprimente. Oscar es un personaje ridículo y lo peor es que tanto Trueba como Boyero y compañía no parecen reírse de él, sino todo lo contrario, hasta lo alaban.
Por si fuese poco, Oscar es una copia hacendado de Woody Allen, con su excesiva charlatanería que al final nunca dice nada y su aparente conocimiento de la cultura. La interpretración del actor es horrible, como la es también la de su compañera Paula Molina. Cargo contra Trueba de nuevo porque es sobre todo en este personaje femenino donde se evidencia la dejadez en la dirección de actores. En general el filme respira un tufillo a director recién sacado de clase, más cercano a una serie de cortos para presentar al profesor que para construir una opera prima de verdad.
Evidentemete el resto de la filmografía de Trueba no deja esa sensación propia de un novato, pero tampoco me ha encadilado. Una ópera prima puede ser indicativa de cómo ve el cine un director, qué ha venido a hacer aquí, qué temas quiere tratar, a qué aspira. Mala suerte que ya viese meses atrás Belle Epoque, Chico & Rita o El artista y la modelo. Aunque sean películas bastante más salvables que Ópera prima, lo que tengo claro es que ya no vuelvo a pasar por el aro del señor Trueba.
4 de agosto de 2022
4 de agosto de 2022
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
No suelo escribir una reseña sólo para soltar bilis, pero es que me indigna que una película tan deficiente en todos los sentidos (técnico, pero sobre todo artístico) esté tan encumbrada.
El guión es anodino y sin sustancia, parece no contar nada, y es que no cuenta nada; la historia no interesa, los personajes no enganchan, los diálogos son aburridos, y la dirección brilla por su ausencia.
Pero lo peor son actores.... Los tres protagonistas son pésimos, (hasta el punto de hacer parecer bueno al mismísimo Antonio Resines), a la cabeza de ellos el insufrible protagonista, aburrido, plano y monocorde, que parece no tener una gota de sangre en las venas: no cambia la expresión ni el tono de voz en toda la película, no se le distinguen diferentes estados de ánimo entre una escena y otra, ni muestra la escasa evolución de su personaje; sus muchísimos monólogos, si quieren parecer ingeniosos, se quedan en una copia pálida y aún más cargante de Woody Allen, y de dicción mejor ni hablar.
Paula Molina le sigue muy de cerca en su meliflua interpretación, y al amigo violonchelista hay que verlo para creerlo. No son contenidos, no hacen una actuación sobria, no es que se contengan..... es que son simplemente muy, muy malos actores.
Es difícil hacer una película, es difícil que te den la oportunidad y encontrar la financiación, y mas aún en la España de los 70; y resulta por lo menos desesperante que se desperdicien la oportunidad en una cosa tan lamentable y bochornosa como esta ridiculez; con la de buenos artistas que hay por ahí, deseando lucirse....
Una lástima.
El guión es anodino y sin sustancia, parece no contar nada, y es que no cuenta nada; la historia no interesa, los personajes no enganchan, los diálogos son aburridos, y la dirección brilla por su ausencia.
Pero lo peor son actores.... Los tres protagonistas son pésimos, (hasta el punto de hacer parecer bueno al mismísimo Antonio Resines), a la cabeza de ellos el insufrible protagonista, aburrido, plano y monocorde, que parece no tener una gota de sangre en las venas: no cambia la expresión ni el tono de voz en toda la película, no se le distinguen diferentes estados de ánimo entre una escena y otra, ni muestra la escasa evolución de su personaje; sus muchísimos monólogos, si quieren parecer ingeniosos, se quedan en una copia pálida y aún más cargante de Woody Allen, y de dicción mejor ni hablar.
Paula Molina le sigue muy de cerca en su meliflua interpretación, y al amigo violonchelista hay que verlo para creerlo. No son contenidos, no hacen una actuación sobria, no es que se contengan..... es que son simplemente muy, muy malos actores.
Es difícil hacer una película, es difícil que te den la oportunidad y encontrar la financiación, y mas aún en la España de los 70; y resulta por lo menos desesperante que se desperdicien la oportunidad en una cosa tan lamentable y bochornosa como esta ridiculez; con la de buenos artistas que hay por ahí, deseando lucirse....
Una lástima.
9 de febrero de 2013
9 de febrero de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fantástica película esta, la primera de Fernando Trueba. Primer largometraje del director tras dos cortometrajes, "En legítima defensa" (1978) y "El león enamorado" (1979), este último también con la pareja Óscar Ladoire y Antonio Resines ya dejando claro que el cine que quería hacer en ese momento era un cine basado en el diálogo.
En "Ópera Prima", cuyo guión es compartido por el protagonista Óscar Ladoire y el propio Trueba, podemos ver una historia de amor de comedia madrileña, pero no es una historia de amor típica. Es una historia incestuosa. Pero eso no es lo que importa. Lo único que importa es ver el humor sin tabús y fluido del protagonista.
Un humor adelantado a su tiempo, precursor del aclamado humor de "La hora chanante". Antonio Resines es "El gañán" completamente y en los diálogos podemos observar chascarrillos de los humoristas manchegos.
La actriz protagonista es Paula Molina, con una actuación bastante mediocre, la cual nunca ha conseguido que su carrera termine de despegar.
La cinta es de obligado visionado, su humor gamberro y su forma de ver la década que les espera es ya un archivo histórico, de una sencillez irresistible y tan mundana como sutil.
Esta película dejará para los anales de la historia unas escenas míticas y unos diálogos que todo el que la haya visto no olvidará.
En "Ópera Prima", cuyo guión es compartido por el protagonista Óscar Ladoire y el propio Trueba, podemos ver una historia de amor de comedia madrileña, pero no es una historia de amor típica. Es una historia incestuosa. Pero eso no es lo que importa. Lo único que importa es ver el humor sin tabús y fluido del protagonista.
Un humor adelantado a su tiempo, precursor del aclamado humor de "La hora chanante". Antonio Resines es "El gañán" completamente y en los diálogos podemos observar chascarrillos de los humoristas manchegos.
La actriz protagonista es Paula Molina, con una actuación bastante mediocre, la cual nunca ha conseguido que su carrera termine de despegar.
La cinta es de obligado visionado, su humor gamberro y su forma de ver la década que les espera es ya un archivo histórico, de una sencillez irresistible y tan mundana como sutil.
Esta película dejará para los anales de la historia unas escenas míticas y unos diálogos que todo el que la haya visto no olvidará.
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