Hambre de poder
6,5
13.400
Drama
Biopic del creador de McDonald's. En los años 50, un vendedor de Illinois llamado Ray Kroc conoció a los hermanos Richard y Maurice McDonald, que llevaban una hamburguesería al sur de California. Impresionado por la velocidad del sistema de cocina de su hamburguesería de San Bernardino, Kroc visualizó el potencial de la franquicia y hábilmente se fue posicionando para arrebatárselo a los hermanos y crear el hoy imperio de un billón de ... [+]
13 de febrero de 2017
13 de febrero de 2017
15 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nunca se me habría ocurrido pensar que detrás del clásico McDonald's habría una historia tan fascinante.
Y supongo que ahí reside la gracia de esta película, en la que John Lee Hancock consigue ir más allá del tópico y superar la encorsetada biografía al uso, para servir una nada complaciente visión del mundo laboral y sus oportunidades que no esperan a nadie.
La creación de McDonald's está relacionada sueños de grandeza y símbolos del modo de vida norteamericano, por mucho que puedan parecer un restaurante de comida rápida más, y el logro de haber visto eso pertenece únicamente a su verdadero fundador del que aquí se habla.
Ray Kroc, sin embargo, es solo un vendedor ambulante de máquinas de helado al principio. Su discurso de comercial imparable, su pose de ganador, pronto se desmoronan ante la negativa de varios restaurantes cuando intenta vender su mercancía.
Su rutina se resume en agotadoras jornadas buscando la oportunidad y solitarias noches escuchando una y otra vez que "las oportunidades llegan a aquellos que esperan".
Parecería que él ya ha esperado suficiente, hasta que llega la llamada de los hermanos McDonald, pidiendo un número de máquinas que él no llegaría a vender ni en un año.
Hay que dar crédito a la visión que la película ofrece del primero de los famosos restaurantes: un negocio cálido y acogedor, fugazmente rápido a través de una coreografía duramente aprendida, que hace felices a familias enteras en el soleado aparcamiento de su propiedad.
Puede ser una visión ridícula si se reduce al "son solo hamburguesas", pero resulta que se siente que va más allá de eso: es niños felices, padres sin complicaciones, clientes satisfechos. Triunfos modestos y cotidianos por algo tan sencillo como un restaurante donde las pandillas no acuden a ver el prieto uniforme de una camarera, ni estas patinan sobre la basura de pedidos anteriores.
Esa es la clave de todo, únicamente vista por Ray porque ha experimentado la insatisfacción del cliente, algo ignorado por los McDonald que solo conocen la dificultad del emprendedor. La oportunidad le llega al vendedor ambulante, en forma de epifanía al ver los aros dorados del establecimiento, equiparados por él a la bandera norteamericana o la cruz cristiana en su condición de símbolo.
'El Fundador' no es solo una simple reconstrucción de los hechos, sino también un punto de vista insospechado sobre la rentabilidad de cualquier negocio, la idea original que lo sustenta, y lo lejos que sus creadores están dispuestos a llegar para conciliar las dos.
Vemos a Ray, un Michael Keaton gigantesco poniéndose el mundo por montera, predicar sobre las virtudes de McDonald's, convirtiéndolo en la guinda del sueño norteamericano, y es imposible no apreciar que a fuerza de repetirlo empieza a creerlo (o quizás siempre lo ha creído, por raro que pueda sonar).
Sus competidores palidecen ante él, le toman por un loco maniático y exagerado, tratan a los clientes como cerdos a los que hay que sangrar, y mientras él se esfuerza por darles esa "experiencia de calidad" que para algunos solo es frase de marketing. Solo será después, cuando su ambición se vea recompensada por el favor del público, cuando el vendedor desacreditado que era empezará a ser el magnate impulsor al que todos quieren arrimarse.
El público vió su oportunidad, Ray Kroc se la puso al alcance de la mano, y entre los dos barrieron a todos los charlatanes que había en medio.
Ray acepta el manto de profeta que le ponen encima, y cuando lo hace daría la sensación de que era cuestión de tiempo que se lo pusieran.
El resentimiento de terceros, las jugadas rastreras... solo son detalles en la ascensión hacia el poder, un poder que no busca mal alguno (aunque parezca inspirarlo), sino que solo quiere alfombrar con la alegría de sus restaurantes el camino dorado al mito moderno de la familia perfecta.
O al menos, esa debería ser la intención detrás de la inquietante sonrisa de Ronald McDonald.
Sin embargo, están los detalles que el dinero no puede comprar.
La mancha en el sueño impecable de Ray: el orgullo de haber sido el primero.
Un detalle lo suficientemente pequeño como para llevarse toda la atención, lo suficientemente intrascendente como para molestar cada vez que se recuerda.
Casi por eso da pena este fundador, aunque solo sea porque nunca antes la dió.
Y supongo que ahí reside la gracia de esta película, en la que John Lee Hancock consigue ir más allá del tópico y superar la encorsetada biografía al uso, para servir una nada complaciente visión del mundo laboral y sus oportunidades que no esperan a nadie.
La creación de McDonald's está relacionada sueños de grandeza y símbolos del modo de vida norteamericano, por mucho que puedan parecer un restaurante de comida rápida más, y el logro de haber visto eso pertenece únicamente a su verdadero fundador del que aquí se habla.
Ray Kroc, sin embargo, es solo un vendedor ambulante de máquinas de helado al principio. Su discurso de comercial imparable, su pose de ganador, pronto se desmoronan ante la negativa de varios restaurantes cuando intenta vender su mercancía.
Su rutina se resume en agotadoras jornadas buscando la oportunidad y solitarias noches escuchando una y otra vez que "las oportunidades llegan a aquellos que esperan".
Parecería que él ya ha esperado suficiente, hasta que llega la llamada de los hermanos McDonald, pidiendo un número de máquinas que él no llegaría a vender ni en un año.
Hay que dar crédito a la visión que la película ofrece del primero de los famosos restaurantes: un negocio cálido y acogedor, fugazmente rápido a través de una coreografía duramente aprendida, que hace felices a familias enteras en el soleado aparcamiento de su propiedad.
Puede ser una visión ridícula si se reduce al "son solo hamburguesas", pero resulta que se siente que va más allá de eso: es niños felices, padres sin complicaciones, clientes satisfechos. Triunfos modestos y cotidianos por algo tan sencillo como un restaurante donde las pandillas no acuden a ver el prieto uniforme de una camarera, ni estas patinan sobre la basura de pedidos anteriores.
Esa es la clave de todo, únicamente vista por Ray porque ha experimentado la insatisfacción del cliente, algo ignorado por los McDonald que solo conocen la dificultad del emprendedor. La oportunidad le llega al vendedor ambulante, en forma de epifanía al ver los aros dorados del establecimiento, equiparados por él a la bandera norteamericana o la cruz cristiana en su condición de símbolo.
'El Fundador' no es solo una simple reconstrucción de los hechos, sino también un punto de vista insospechado sobre la rentabilidad de cualquier negocio, la idea original que lo sustenta, y lo lejos que sus creadores están dispuestos a llegar para conciliar las dos.
Vemos a Ray, un Michael Keaton gigantesco poniéndose el mundo por montera, predicar sobre las virtudes de McDonald's, convirtiéndolo en la guinda del sueño norteamericano, y es imposible no apreciar que a fuerza de repetirlo empieza a creerlo (o quizás siempre lo ha creído, por raro que pueda sonar).
Sus competidores palidecen ante él, le toman por un loco maniático y exagerado, tratan a los clientes como cerdos a los que hay que sangrar, y mientras él se esfuerza por darles esa "experiencia de calidad" que para algunos solo es frase de marketing. Solo será después, cuando su ambición se vea recompensada por el favor del público, cuando el vendedor desacreditado que era empezará a ser el magnate impulsor al que todos quieren arrimarse.
El público vió su oportunidad, Ray Kroc se la puso al alcance de la mano, y entre los dos barrieron a todos los charlatanes que había en medio.
Ray acepta el manto de profeta que le ponen encima, y cuando lo hace daría la sensación de que era cuestión de tiempo que se lo pusieran.
El resentimiento de terceros, las jugadas rastreras... solo son detalles en la ascensión hacia el poder, un poder que no busca mal alguno (aunque parezca inspirarlo), sino que solo quiere alfombrar con la alegría de sus restaurantes el camino dorado al mito moderno de la familia perfecta.
O al menos, esa debería ser la intención detrás de la inquietante sonrisa de Ronald McDonald.
Sin embargo, están los detalles que el dinero no puede comprar.
La mancha en el sueño impecable de Ray: el orgullo de haber sido el primero.
Un detalle lo suficientemente pequeño como para llevarse toda la atención, lo suficientemente intrascendente como para molestar cada vez que se recuerda.
Casi por eso da pena este fundador, aunque solo sea porque nunca antes la dió.
14 de marzo de 2017
14 de marzo de 2017
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una vez más queda claro que para triunfar en cualquier actividad, lo puedes hacer de manera honesta o engañando. Pero, para triunfar a lo grande, sólo puedes conseguirlo pisando a muchas personas, tomando atajos, saltando reglar no escritas, rompiendo contratos y comprando voluntades.
Los cineastas norteamericanos son muy dados a presentar estas dicotomías entre lo bueno y lo malo. Imagino que en la realidad ni todo es blanco del todo ni todo es negro como la noche. Sin embargo, te queda un sabor agridulce al ver la gran expansión de McDonald's a costa de sus verdaderos fundadores que pretendían ofrecer un producto de calidad a sus clientes, sin trampas, con productos reales.
La última frase de la película es una especie de estocada por parte del director al suplantador de la franquicia de hamburguesas en la que escuchamos de su propia voz que en la vida no triunfa el mejor, sino el más despiadado. Sin embargo, he leído varias frases de Ray Krock en Internet y corresponden a una persona inteligente y capaz en los negocios.
El ritmo de la película es bueno y Michael Keaton me gustó, aunque en algunas escenas de la película sobreactúa, haciendo perder verosimilitud al personaje.
Recomendada para profundizar algo más en la historia de esta multinacional de las hamburguesas y pasar un buen rato.
Los cineastas norteamericanos son muy dados a presentar estas dicotomías entre lo bueno y lo malo. Imagino que en la realidad ni todo es blanco del todo ni todo es negro como la noche. Sin embargo, te queda un sabor agridulce al ver la gran expansión de McDonald's a costa de sus verdaderos fundadores que pretendían ofrecer un producto de calidad a sus clientes, sin trampas, con productos reales.
La última frase de la película es una especie de estocada por parte del director al suplantador de la franquicia de hamburguesas en la que escuchamos de su propia voz que en la vida no triunfa el mejor, sino el más despiadado. Sin embargo, he leído varias frases de Ray Krock en Internet y corresponden a una persona inteligente y capaz en los negocios.
El ritmo de la película es bueno y Michael Keaton me gustó, aunque en algunas escenas de la película sobreactúa, haciendo perder verosimilitud al personaje.
Recomendada para profundizar algo más en la historia de esta multinacional de las hamburguesas y pasar un buen rato.
9 de marzo de 2017
9 de marzo de 2017
11 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
La vi el fin de semana y me pareció interesante el relato. NO sé realmente si será todo tal cual. Al final terminas de un lado y del otro porque de los dos lados tienen razón y cometen errores. Es increíble cómo dos personas de un pueblo generan este negocio de hamburguesas único.
18 de marzo de 2017
18 de marzo de 2017
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con Michael Keaton como protagonista, pocas cosas salen mal, al menos en los momentos que a él le incumben. Es por eso que de principio a fin, "El fundador" es una película entretenida y bien puesta en todo momento. El carisma de Michael Keaton y el hecho de que TODO el mundo conozca McDonald's, hace que solo te quede por saber qué ocurrió, cual es la historia detras de todo esge restaurante? Quiénes son los verdaderos fundadores de McDonald's? Todo eso lo descubrirás en la película.
Dejando a un lado la veracidad o no de los hechos narrados, vemos que la película gira entorno a temas sociales, no solo gastronómicos. McDonalds se creó para que las familias estuvieran juntas durante un rato fuera de casa de una manera barata, el hecho de que fuera un restaurante era solo una excusa para cumplir ese deseo. Los hermanos McDonald's querían eso, pero llegó Ray Kroc y pasó lo que pasó. Es una lección al nuevo mundo empresarial que está emergiendo, una lección de que lo bueno y puro, si se explota, puede hacer feliz a mucha gente pero a costa de que esa pureza y bondad desaparezcan. La trama es entendible, no te marean con cosas que no entiendes, van directos a lo común para contarte algo que parecía mas complicado en un principio. En ésta película aprendemos de los fallos y sus consecuencias. Eso sí, la promoción está interesante, te venden infinitas veces que vayas al McDonald's después de la película. Conmigo lo han conseguido.
Dejando a un lado la veracidad o no de los hechos narrados, vemos que la película gira entorno a temas sociales, no solo gastronómicos. McDonalds se creó para que las familias estuvieran juntas durante un rato fuera de casa de una manera barata, el hecho de que fuera un restaurante era solo una excusa para cumplir ese deseo. Los hermanos McDonald's querían eso, pero llegó Ray Kroc y pasó lo que pasó. Es una lección al nuevo mundo empresarial que está emergiendo, una lección de que lo bueno y puro, si se explota, puede hacer feliz a mucha gente pero a costa de que esa pureza y bondad desaparezcan. La trama es entendible, no te marean con cosas que no entiendes, van directos a lo común para contarte algo que parecía mas complicado en un principio. En ésta película aprendemos de los fallos y sus consecuencias. Eso sí, la promoción está interesante, te venden infinitas veces que vayas al McDonald's después de la película. Conmigo lo han conseguido.
11 de marzo de 2017
11 de marzo de 2017
10 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
He salido de la sala del cine con una bonita sonrisa y es que he visto una película sensacional. Magnífica, excelente. Si no se hubiera estrenado a mediados de enero de este año 2017, podría haber luchado para meterse en las nominaciones a los premios de la Academia. Y es que el actor Michael Keaton está de Oscar. Brutal su interpretación de Ray Kroc, el que fuera el fundador de la gran McDonald's. Bien mirado, y una vez se ha visto este film del director John Lee Hancock, el hombre se ganó el título tras trabajar incansablemente hasta el máximo para lograr que el restaurante y sus posteriores franquicias salieran adelante con la sombra de los verdaderos creadores, los hermanos Mac y Dick McDonald. Lee Hancock, realizador de otras grandes cintas como The Blind Side (Un sueño posible) del año 2009 y que le valió un Oscar a la actriz Sandra Bullock, bien merecido, o Al encuentro de Mr. Banks del año 2013 e interpretada por Tom Hanks y Emma Thompson, consigue sacar adelante un excelente proyecto, con una historia que mucha gente seguro que no tenía constancia de ella, yo incluído.
Recuerdo que desde muy pequeño veía anuncios de esta marca por la tele y salía el payaso. ¿Lo recordáis? Yo era crío inocente por aquel entonces, creía que todo lo llevaba un payaso. Ahora suena a algo gracioso, pero era lo que yo pensaba. Lo que uno aprende viendo series o, en este caso, películas. Una película como esta que nos ocupa titulada El Fundador. Y es que el personaje de Michael Keaton es emprendedor, no se rinde ante un primer no, ni aunque le cierren la puerta en sus narices. Es persistente. Llegas a cogerle cariño. A Keaton lo acompañan, entre otros, Laura Dern como su mujer, Patrick Wilson y Linda Cardellini como un matrimonio que llegará a entrar en la vida del protagonista en forma de ayuda y los actores Nick Offerman y John Carroll Lynch poniéndose en la piel de los que lo empezaron todo, los hermanos Dick y Mac McDonald, respectivamente.
Una vez leída la sinopsis, y/o visto el tráiler, uno puede pensar que se encontrará con otra La Red Social, cambiando el mundo de las redes sociales en internet con el mundo de la comida rápida, pero las historias van por caminos muy distintos. La música corre a cargo de Carter Burwell, la cual me parece muy buena y pega muy bien con lo que el espectador está viendo en pantalla. Una vez terminado el visionado, y siendo completamente sincero, me han dado ganas de ir a comprarme una hamburguesa. Al contrario de esta empresa de comida rápida, el recuerdo y el buen gusto para este film no se olvidará al cabo de unas horas, todo lo contrario, perdurará. Mi nota final es de 9/10.
Recuerdo que desde muy pequeño veía anuncios de esta marca por la tele y salía el payaso. ¿Lo recordáis? Yo era crío inocente por aquel entonces, creía que todo lo llevaba un payaso. Ahora suena a algo gracioso, pero era lo que yo pensaba. Lo que uno aprende viendo series o, en este caso, películas. Una película como esta que nos ocupa titulada El Fundador. Y es que el personaje de Michael Keaton es emprendedor, no se rinde ante un primer no, ni aunque le cierren la puerta en sus narices. Es persistente. Llegas a cogerle cariño. A Keaton lo acompañan, entre otros, Laura Dern como su mujer, Patrick Wilson y Linda Cardellini como un matrimonio que llegará a entrar en la vida del protagonista en forma de ayuda y los actores Nick Offerman y John Carroll Lynch poniéndose en la piel de los que lo empezaron todo, los hermanos Dick y Mac McDonald, respectivamente.
Una vez leída la sinopsis, y/o visto el tráiler, uno puede pensar que se encontrará con otra La Red Social, cambiando el mundo de las redes sociales en internet con el mundo de la comida rápida, pero las historias van por caminos muy distintos. La música corre a cargo de Carter Burwell, la cual me parece muy buena y pega muy bien con lo que el espectador está viendo en pantalla. Una vez terminado el visionado, y siendo completamente sincero, me han dado ganas de ir a comprarme una hamburguesa. Al contrario de esta empresa de comida rápida, el recuerdo y el buen gusto para este film no se olvidará al cabo de unas horas, todo lo contrario, perdurará. Mi nota final es de 9/10.
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