Spring Breakers
4,9
19.626
Thriller. Drama
Cuatro jóvenes estudiantes con ganas de mucha juerga acaban en la cárcel, tras ser sorprendidas en una casa llena de drogas durante sus locas vacaciones escolares de primavera (spring break). Pronto salen bajo fianza gracias a un joven traficante de armas y de drogas (James Franco) que ve en las chicas a unas potenciales delincuentes que podrían serle útiles. (FILMAFFINITY)
4 de julio de 2013
4 de julio de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Empieza como la típica película de adolescentes. Con las vacaciones de primavera como escenario. Conceptualmente la mejor fiesta para los universitarios americanos, que se celebra sobre la época de Semana Santa y en Miami.
Los primeros minutos parecen un vídeo musical, con muchas escenas bastante explícitas mezcladas con música, y donde se aprecia el desfase total, alcohol, sexo, drogas, desnudos.
Lo que podía parecer el estándar de película, siguiendo la estela de otras como American Pie o Project X da un giro y pasa a ser más conceptual, donde se destaca la amistad, la ambición o la demacración. Manteniendo ese pensamiento que todos hemos tenido, "ojalá las vacaciones duraran siempre".
Para darle un poco de bombo comercial se incluye como protagonistas a Vanessa Hudgens (High School Musical, Viaje al centro de la tierra 2) y a Selena Gómez (Los Magos de Waverly Place, dobladora en Hotel Transilvania, Arthur 3). Conocidas por sus papeles para Disney Channel, y ésta última por ser novia de Justin Bierber.
El camello que rescata a las chicas es James Franco, actor también muy conocido por sus papeles en Oz, Spiderman, El origen del Planeta de los Simios, etc.
Y que a mi entender hace una gran actuación, transmitiendo a la perfección la sensación de maldad, crueldad y pura ambición a costa de lo que sea.
Me he llevado una grata sorpresa, y aunque no es una maravilla, si que da un giro importante y aporta un trasfondo, que no suelen llevar este tipo de filmes. Estuvo en cartelera bastantes semanas, cosa que ya es raro que suceda casi ni en bombazos comerciales.
Para confirmar un poco mis palabras, no es calificada como comedia, si no drama o thriller.
Los primeros minutos parecen un vídeo musical, con muchas escenas bastante explícitas mezcladas con música, y donde se aprecia el desfase total, alcohol, sexo, drogas, desnudos.
Lo que podía parecer el estándar de película, siguiendo la estela de otras como American Pie o Project X da un giro y pasa a ser más conceptual, donde se destaca la amistad, la ambición o la demacración. Manteniendo ese pensamiento que todos hemos tenido, "ojalá las vacaciones duraran siempre".
Para darle un poco de bombo comercial se incluye como protagonistas a Vanessa Hudgens (High School Musical, Viaje al centro de la tierra 2) y a Selena Gómez (Los Magos de Waverly Place, dobladora en Hotel Transilvania, Arthur 3). Conocidas por sus papeles para Disney Channel, y ésta última por ser novia de Justin Bierber.
El camello que rescata a las chicas es James Franco, actor también muy conocido por sus papeles en Oz, Spiderman, El origen del Planeta de los Simios, etc.
Y que a mi entender hace una gran actuación, transmitiendo a la perfección la sensación de maldad, crueldad y pura ambición a costa de lo que sea.
Me he llevado una grata sorpresa, y aunque no es una maravilla, si que da un giro importante y aporta un trasfondo, que no suelen llevar este tipo de filmes. Estuvo en cartelera bastantes semanas, cosa que ya es raro que suceda casi ni en bombazos comerciales.
Para confirmar un poco mis palabras, no es calificada como comedia, si no drama o thriller.
11 de julio de 2013
11 de julio de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me esperaba otra cosa de esta película. Empiezo así mi crítica porque habrá docenas de personas que se pondrán a verla por primera vez con la misma idea equivocada que tenía yo. Su tráiler no es del todo fiable, las críticas la mayoría son o demasiado altas o demasiado bajas y su nota media tampoco ayuda porque tiene más de lo que se merece.
Antes de ponerme a verla y únicamente habiendo visto los anuncios y tráilers que se mostraban cuando se estrenó me imaginaba una cinta al puro estilo ''American Pie'' o ''Project X'' pero con un aire más ''light'' y protagonizada por un grupo de chicas. Para nada. Es verdad que tiene un aire pero es tan distendido y alejado que no se podrían comparar. Como bien se puede leer en sus géneros aparece que es cine independiente y vaya si se nota. En muchos planos se nota que el presupuesto no daba para más y la calidad de los encargados también se nota que flojea bastante.
La historia es simple y plana pero, al menos, logra entretener durante la hora y media escasa que dura y eso ya es algo. Trata básicamente de un grupo de chicas que aborrece su pueblo natal y quiere divertirse y pasárselo bien. Para ello roban y acaban en Spring Break junto a gente de mala reputación y vida suburbana. ¿Con todo esto y viendo lo visto en la cinta pretenden transmitirnos algún tipo de moraleja o algo por el estilo? Porque a ratos lo parece.
Hay que decir que desde que empieza hasta que acaba te engancha de cierta manera para que no la apagues y te pongas a otra cosa pero realmente tampoco ofrece nada como para quitarse el sombrero ni tampoco nada que te haga decir: Vaya buena que es la película. En absoluto. Es de usar y tirar y personalmente no la vería una segunda vez ni borracho.
El apartado interpretativo es lo único que salva este producto de la quema y no precisamente por la calidad interpretativa de las susodichas sino por sus cuerpos. Es así. Tenemos a 4 chicas: Selena Gomez, Vanessa Hudgens, Rachel Korine y Ashley Benson (sí, todas están buenísimas) como protagonistas y lo que es ser buenas actrices ninguna de ellas lo consigue. Si están ahí y precisamente ellas es por sus cuerpos de escándalo y por lucir como lucen los bikinis durante todo el metraje. ¿Acaso alguien piensa que las han escogido justo a ellas porque sean buenas actrices? Por favor, seamos serios. Incluso me atrevería a decir que Rachel Korine está ahí por ser la mujer del director, con eso lo digo todo. Luego está James Franco en el papel de traficante de armas y de drogas. Técnicamente no pega demasiado con el personaje pero tampoco lo hace del todo mal. Le pondría un 4 raspado. Y el resto son desconocidos por completo y muy cogidos con pinzas.
Para quienes aun no la hayan visto he de decirles que esto no es una comedia. Vista desde fuera parece que lo es pero no. No es ni una comedia, ni una road-movie, ni nada por el estilo. La catalogaría de thriller e incluso a ratos parece un drama. Es difícil catalogar una película como esta con un género cinematográfico en particular pero por encima de todo se nota a leguas que es cine independiente. Los que la hayáis visto sabréis a lo que me refiero.
En resumen ''Spring Breakers'' es una cinta mínimamente entretenida de usar y tirar. Utiliza mucho el recurso de las fiestas descontroladas, las drogas, el alcohol y el sexo para captar espectadores como lo hiciese en su día ''American Pie'' o similares pero esta que hoy nos ocupa no lo consigue de igual forma ni tampoco con el mismo éxito. Y con razón. ¿La recomendaría? Bueno, si no tenéis otra cosa para ver entonces sí, pero tampoco es nada del otro mundo.
Lo mejor: Los cuerpazos de las 4 protagonistas.
Lo peor: Todo lo demás.
* Un 4 raspado es su nota real *
Antes de ponerme a verla y únicamente habiendo visto los anuncios y tráilers que se mostraban cuando se estrenó me imaginaba una cinta al puro estilo ''American Pie'' o ''Project X'' pero con un aire más ''light'' y protagonizada por un grupo de chicas. Para nada. Es verdad que tiene un aire pero es tan distendido y alejado que no se podrían comparar. Como bien se puede leer en sus géneros aparece que es cine independiente y vaya si se nota. En muchos planos se nota que el presupuesto no daba para más y la calidad de los encargados también se nota que flojea bastante.
La historia es simple y plana pero, al menos, logra entretener durante la hora y media escasa que dura y eso ya es algo. Trata básicamente de un grupo de chicas que aborrece su pueblo natal y quiere divertirse y pasárselo bien. Para ello roban y acaban en Spring Break junto a gente de mala reputación y vida suburbana. ¿Con todo esto y viendo lo visto en la cinta pretenden transmitirnos algún tipo de moraleja o algo por el estilo? Porque a ratos lo parece.
Hay que decir que desde que empieza hasta que acaba te engancha de cierta manera para que no la apagues y te pongas a otra cosa pero realmente tampoco ofrece nada como para quitarse el sombrero ni tampoco nada que te haga decir: Vaya buena que es la película. En absoluto. Es de usar y tirar y personalmente no la vería una segunda vez ni borracho.
El apartado interpretativo es lo único que salva este producto de la quema y no precisamente por la calidad interpretativa de las susodichas sino por sus cuerpos. Es así. Tenemos a 4 chicas: Selena Gomez, Vanessa Hudgens, Rachel Korine y Ashley Benson (sí, todas están buenísimas) como protagonistas y lo que es ser buenas actrices ninguna de ellas lo consigue. Si están ahí y precisamente ellas es por sus cuerpos de escándalo y por lucir como lucen los bikinis durante todo el metraje. ¿Acaso alguien piensa que las han escogido justo a ellas porque sean buenas actrices? Por favor, seamos serios. Incluso me atrevería a decir que Rachel Korine está ahí por ser la mujer del director, con eso lo digo todo. Luego está James Franco en el papel de traficante de armas y de drogas. Técnicamente no pega demasiado con el personaje pero tampoco lo hace del todo mal. Le pondría un 4 raspado. Y el resto son desconocidos por completo y muy cogidos con pinzas.
Para quienes aun no la hayan visto he de decirles que esto no es una comedia. Vista desde fuera parece que lo es pero no. No es ni una comedia, ni una road-movie, ni nada por el estilo. La catalogaría de thriller e incluso a ratos parece un drama. Es difícil catalogar una película como esta con un género cinematográfico en particular pero por encima de todo se nota a leguas que es cine independiente. Los que la hayáis visto sabréis a lo que me refiero.
En resumen ''Spring Breakers'' es una cinta mínimamente entretenida de usar y tirar. Utiliza mucho el recurso de las fiestas descontroladas, las drogas, el alcohol y el sexo para captar espectadores como lo hiciese en su día ''American Pie'' o similares pero esta que hoy nos ocupa no lo consigue de igual forma ni tampoco con el mismo éxito. Y con razón. ¿La recomendaría? Bueno, si no tenéis otra cosa para ver entonces sí, pero tampoco es nada del otro mundo.
Lo mejor: Los cuerpazos de las 4 protagonistas.
Lo peor: Todo lo demás.
* Un 4 raspado es su nota real *
28 de julio de 2013
28 de julio de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Todos hemos pasado por esa fase en la que crees que estás inventando la vida y sólo la estás descubriendo. Pero tanta novedad, la progresiva liberación de la tutela familiar, los nuevos amigos, el hacer esas cosas que se supone que sólo hacen los adultos o que te tienen (o simplemente están) prohibidas, te hacen pensar que eres la persona más especial del mundo. Si este no es el momento de la irresponsabilidad y los desfases, tú me dirás cuándo.
Las chicas quieren huir de la realidad, pasárselo bien. Principales fuentes de diversión: sexo chungo a braga quitada y abuso de todo tipo de sustancias. Nada nuevo bajo el sol. Bueno, tal vez el sexo sea más banal y las substancias más accesibles, pero cada generación de adolescentes ha "transgredido" tanto como le han dejado. Son las cosas que le ocultas a tu madre o a tu abuela cuando hablas con ella, pero que ellas ya deben imaginar, porque ya tienen una edad.
Esta película, si la cosa se hubiese quedado ahí, no hubiera estado tan mal. Pero que un gansta intuya el talento para el delito en este grupo de colegialas me parece inconcebible. Sabemos que las niñas no se paran en barras para conseguir lo que les apetece, pero que se mezclen con tanta naturalidad con los malotes y comentan fechorías con tanta o más desenvoltura que ellos es absurdo ¡A ver si ahora van a tener más peligro las niñatas que los curtidos delincuentes! Y no por una cuestión de relativismo moral, que ya sabemos que estas pedorras la tienen bien elástica, sino por simples habilidades que deben ser adquiridas.
Más que glorificar el mal, está película exalta la simple estupidez. Deja caer algún tópico discursillo sobre el sueño americano, pero sólo roza la superficie. El realizador hace un ejercicio de estilización con lo que pone delante de la cámara (sobre todo las luces coloreadas), pero su forma de rodar me parece torpe. La alabada secuencia del primer atraco de las niñas, captado desde el exterior a través de las ventanas, está más vista que el tebeo. Esta falta de pericia se suple en la fragmentada y manipuladora edición, dando a la película una apariencia de resultona modernidad. Me da la impresión de que en este rodaje no había script, porque el raccord es inexistente. Además, este montaje permite hacer trampa para mantener el interés de una historia que cada vez tiene menos sentido (primera aparición de los dedos ensangrentados de James Franco).
En fin, que si tu alimento espiritual ha venido siendo el Disney Channel y la MTV, puede que encuentres esta película transgresora. A mí lo que más me ha ofendido no es que las petarditas sean tan perracas, sino que sean tan gritonas y destrozonas, como cachorritas por educar. Si yo tuviese una hija en esta edad tan tonta, le diría antes de salir de casa: "Mientras no vuelvas preñada o tetrapléjica a casa, puedes hacer lo que te salga del... níspero" Es que yo soy antiguo hasta para ponerme ordinario.
Las chicas quieren huir de la realidad, pasárselo bien. Principales fuentes de diversión: sexo chungo a braga quitada y abuso de todo tipo de sustancias. Nada nuevo bajo el sol. Bueno, tal vez el sexo sea más banal y las substancias más accesibles, pero cada generación de adolescentes ha "transgredido" tanto como le han dejado. Son las cosas que le ocultas a tu madre o a tu abuela cuando hablas con ella, pero que ellas ya deben imaginar, porque ya tienen una edad.
Esta película, si la cosa se hubiese quedado ahí, no hubiera estado tan mal. Pero que un gansta intuya el talento para el delito en este grupo de colegialas me parece inconcebible. Sabemos que las niñas no se paran en barras para conseguir lo que les apetece, pero que se mezclen con tanta naturalidad con los malotes y comentan fechorías con tanta o más desenvoltura que ellos es absurdo ¡A ver si ahora van a tener más peligro las niñatas que los curtidos delincuentes! Y no por una cuestión de relativismo moral, que ya sabemos que estas pedorras la tienen bien elástica, sino por simples habilidades que deben ser adquiridas.
Más que glorificar el mal, está película exalta la simple estupidez. Deja caer algún tópico discursillo sobre el sueño americano, pero sólo roza la superficie. El realizador hace un ejercicio de estilización con lo que pone delante de la cámara (sobre todo las luces coloreadas), pero su forma de rodar me parece torpe. La alabada secuencia del primer atraco de las niñas, captado desde el exterior a través de las ventanas, está más vista que el tebeo. Esta falta de pericia se suple en la fragmentada y manipuladora edición, dando a la película una apariencia de resultona modernidad. Me da la impresión de que en este rodaje no había script, porque el raccord es inexistente. Además, este montaje permite hacer trampa para mantener el interés de una historia que cada vez tiene menos sentido (primera aparición de los dedos ensangrentados de James Franco).
En fin, que si tu alimento espiritual ha venido siendo el Disney Channel y la MTV, puede que encuentres esta película transgresora. A mí lo que más me ha ofendido no es que las petarditas sean tan perracas, sino que sean tan gritonas y destrozonas, como cachorritas por educar. Si yo tuviese una hija en esta edad tan tonta, le diría antes de salir de casa: "Mientras no vuelvas preñada o tetrapléjica a casa, puedes hacer lo que te salga del... níspero" Es que yo soy antiguo hasta para ponerme ordinario.
7 de agosto de 2013
7 de agosto de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Quién podría haber predecido que una (aparente) comedia como Spring Breakers, llegaría a ser una de las sorpresas de la temporada? Con un elenco importado mayormente de la factoría Disney, y las etiquetas de presentación de "género adolescente" (al que ya no se le permite tanto refugiarse bajo la buena estela de la factoría Apatow) y de "fiesta desenfrenada" (con la fórmula de Resacón en Las Vegas ya agotada de tanto explotarla en poco tiempo), su inicio de videoclip ibicenco nos introduce en un inesperado viaje en el que, a modo de espiral de perdición, se erige un consistente híbrido, prácticamente inédito, entre el cine de adolescentes ricos y fiesta loca (desprovisto de su vena gamberra y burlesca para el propósito) y el género gángster del siglo XXI, cocido en los barrios bajos. Todo ello, bajo un magnético, envolvente y manierista tratamiento visual, que no deja a nadie indiferente, y debe servir, en conjunto, para poner de nuevo a su autor en el mapa.
Con el cóctel de drogas y hampa empezando a ganar protagonismo a medida que avanza el metraje, se podría situar el referente en sendos hitos generacionales como Trainspotting o Spun, pero analizando el viaje interior (y exterior) de sus protagonistas, guarda más similitudes de las que parecen con la magnífica Lunas de Hiel de Polanski, en un modo más hardcore. De un modo similar a aquella remilgada pareja inglesa (Hugh Grant y Kristin Scott Thomas) cuando se embarcan en un crucero vacacional, las chicas de Spring breakers hacen lo que sea por huir de su "anodina" cotidianidad colegial, incluso sobrepasando ciertos límites, ya a priori, para lanzarse a esa aventura (ese manido "redescubrimiento interior" que acaba quedando en segundo o tercer plano, casi a modo de McGuffin). Pero con lo que realmente se acaban encontrando, una vez se acaba la fiesta, es con la verdadera realidad de la calle, de los barrios bajos y del hampa gestada en ellos, esa misma de la que están a salvo en su burbuja de residencias universitarias y macrofiestas de todo incluido. El deseo de fantasía hedonista se torna en choque de bruces con las peores capas de la realidad, del mismo modo que la curiosidad y el deseo "prohibido" se vuelven tragedia en el drama erótico de Polanski.
Ahora bien, esta película aspira a ser única y genuina y por ende no se resigna a asumir del todo los esquemas lógicos de este tipo de trayectorias argumentales, y en esto, se va entrecruzando con giros muy distintos entre sí que recuerdan a hitos fílmicos bien dispares. En su tercer acto, asume el (casi) punto de no retorno de Ciudad de Dios, en cuanto a la entrada, sin salida, en la esfera de la violencia, a modo de ruleta rusa sin fin. Y aún más allá de eso, lo que además supone todo un aliciente en este tipo de textos fílmicos, omite y elude ese clásico y reconocible regreso al status quo previo a esa montaña rusa emocional y vital, algo que tampoco se esmera demasiado en sugerir, dejando la puerta abierta a que las chicas que han llegado hasta el final sigan por ese camino. Después de todo, de lo que se antojaba como un simple Desmadre a la Americana edición ibicenca nos encontramos prácticamente con una suerte de Thelma & Louise en clave sórdida en el plano final.
El rendimiento actoral ofrece sensaciones encontradas. Mientras las esperanzas se dirigían a Vanessa Hudgens (de heroína de acción en Sucker Punch a próxima "chica Robert Rodriguez" en Machete kills), quien realmente ofrece más de lo que se espera es Selena Gomez, chica Disney Channel y Bieber, en la primera oportunidad seria de demostrar su valía, con un papel más complejo que las otras tres (que funciona a modo de contrapunto moral de las mismas), pero que desaparece de la escena en el momento decisivo como para terminar de valorar si la chica realmente lo vale o no… pero de momento, ha dejado la puerta abierta a esa posibilidad y tiene ahora un difícil camino hacia el desencasillamiento y la seriedad de sus papeles. A un nivel ya a priori incomparable, James Franco destaca en un personaje que rompe de algún modo su estética anterior, pero al que sabe darle los suficientes matices como para que no se quede en una caricatura.
Tras esto, habrá que estar más atentos que nunca a Harmony Korine, autor de culto que se abrió en los noventa con el guión de la controvertida Kids de Larry Clark y ya en la dirección con la experimental Gummo. Su creacionismo visual, aunque pueda caer es lo excesos, es más que sostenible y patente, combinado a la perfección con una dramaturgia atractiva e intensa, así como una curiosa selección musical a la que se atreve a dar la vuelta, tal como descontextualizar una balada de Britney Spears. Puede que Spring Breakers sea su punto de inflexión hacia un aura de cineasta maldito.
P.D.: Fuese pretendido o no, vaya un homenaje a las Pussy Riot.
Con el cóctel de drogas y hampa empezando a ganar protagonismo a medida que avanza el metraje, se podría situar el referente en sendos hitos generacionales como Trainspotting o Spun, pero analizando el viaje interior (y exterior) de sus protagonistas, guarda más similitudes de las que parecen con la magnífica Lunas de Hiel de Polanski, en un modo más hardcore. De un modo similar a aquella remilgada pareja inglesa (Hugh Grant y Kristin Scott Thomas) cuando se embarcan en un crucero vacacional, las chicas de Spring breakers hacen lo que sea por huir de su "anodina" cotidianidad colegial, incluso sobrepasando ciertos límites, ya a priori, para lanzarse a esa aventura (ese manido "redescubrimiento interior" que acaba quedando en segundo o tercer plano, casi a modo de McGuffin). Pero con lo que realmente se acaban encontrando, una vez se acaba la fiesta, es con la verdadera realidad de la calle, de los barrios bajos y del hampa gestada en ellos, esa misma de la que están a salvo en su burbuja de residencias universitarias y macrofiestas de todo incluido. El deseo de fantasía hedonista se torna en choque de bruces con las peores capas de la realidad, del mismo modo que la curiosidad y el deseo "prohibido" se vuelven tragedia en el drama erótico de Polanski.
Ahora bien, esta película aspira a ser única y genuina y por ende no se resigna a asumir del todo los esquemas lógicos de este tipo de trayectorias argumentales, y en esto, se va entrecruzando con giros muy distintos entre sí que recuerdan a hitos fílmicos bien dispares. En su tercer acto, asume el (casi) punto de no retorno de Ciudad de Dios, en cuanto a la entrada, sin salida, en la esfera de la violencia, a modo de ruleta rusa sin fin. Y aún más allá de eso, lo que además supone todo un aliciente en este tipo de textos fílmicos, omite y elude ese clásico y reconocible regreso al status quo previo a esa montaña rusa emocional y vital, algo que tampoco se esmera demasiado en sugerir, dejando la puerta abierta a que las chicas que han llegado hasta el final sigan por ese camino. Después de todo, de lo que se antojaba como un simple Desmadre a la Americana edición ibicenca nos encontramos prácticamente con una suerte de Thelma & Louise en clave sórdida en el plano final.
El rendimiento actoral ofrece sensaciones encontradas. Mientras las esperanzas se dirigían a Vanessa Hudgens (de heroína de acción en Sucker Punch a próxima "chica Robert Rodriguez" en Machete kills), quien realmente ofrece más de lo que se espera es Selena Gomez, chica Disney Channel y Bieber, en la primera oportunidad seria de demostrar su valía, con un papel más complejo que las otras tres (que funciona a modo de contrapunto moral de las mismas), pero que desaparece de la escena en el momento decisivo como para terminar de valorar si la chica realmente lo vale o no… pero de momento, ha dejado la puerta abierta a esa posibilidad y tiene ahora un difícil camino hacia el desencasillamiento y la seriedad de sus papeles. A un nivel ya a priori incomparable, James Franco destaca en un personaje que rompe de algún modo su estética anterior, pero al que sabe darle los suficientes matices como para que no se quede en una caricatura.
Tras esto, habrá que estar más atentos que nunca a Harmony Korine, autor de culto que se abrió en los noventa con el guión de la controvertida Kids de Larry Clark y ya en la dirección con la experimental Gummo. Su creacionismo visual, aunque pueda caer es lo excesos, es más que sostenible y patente, combinado a la perfección con una dramaturgia atractiva e intensa, así como una curiosa selección musical a la que se atreve a dar la vuelta, tal como descontextualizar una balada de Britney Spears. Puede que Spring Breakers sea su punto de inflexión hacia un aura de cineasta maldito.
P.D.: Fuese pretendido o no, vaya un homenaje a las Pussy Riot.
21 de agosto de 2013
21 de agosto de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Spring Breakers es una visión un tanto particular de un mundo adolescente lleno de fiestas, drogas y desfase total.
Acompañándonos durante toda la película nos encontramos con una banda sonora, compuesta por melodías distorsionadas que rozan la psicodelia mas alucinógena, para sumergirnos sin querer en una historia donde cuatro chicas de clase media americana, aburridas de la vida estudiantil y de los chutes constantes que se meten de todo tipo de sustancias estupefacientes, viajan a un lugar paradisíaco; acrecentado por los efectos relajantes de ciertos psicotrópicos fumados en las mas variadas cachimbas, para conectar al fin con ese mundo mágico que su director Harmony Korine nos trata de vender. Y es que hay que estar tan colocado como James Franco en esta película, para poder apreciar la magia de esta cinta.
Caracterizada por llevar un ritmo lento y fiestero-playero. Donde mas que ver una historia convincente nos encontramos con una especie de Rave Party en la playa. Aún no sé como no han contratado a Pocholo para hacer de DJ en la película...
En fin, que si lo que te gusta es la fiesta discotequera de Ibiza o similares, ésta puede ser tu película. El resto podeis pasar de verla.
Acompañándonos durante toda la película nos encontramos con una banda sonora, compuesta por melodías distorsionadas que rozan la psicodelia mas alucinógena, para sumergirnos sin querer en una historia donde cuatro chicas de clase media americana, aburridas de la vida estudiantil y de los chutes constantes que se meten de todo tipo de sustancias estupefacientes, viajan a un lugar paradisíaco; acrecentado por los efectos relajantes de ciertos psicotrópicos fumados en las mas variadas cachimbas, para conectar al fin con ese mundo mágico que su director Harmony Korine nos trata de vender. Y es que hay que estar tan colocado como James Franco en esta película, para poder apreciar la magia de esta cinta.
Caracterizada por llevar un ritmo lento y fiestero-playero. Donde mas que ver una historia convincente nos encontramos con una especie de Rave Party en la playa. Aún no sé como no han contratado a Pocholo para hacer de DJ en la película...
En fin, que si lo que te gusta es la fiesta discotequera de Ibiza o similares, ésta puede ser tu película. El resto podeis pasar de verla.
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