El increíble castillo vagabundoAnimación
7,8
61.991
Animación. Fantástico. Aventuras. Romance
Narra la historia de Sophie, una joven sobre la que pesa una horrible maldición que le confiere el aspecto de una anciana. Sophie decide pedir ayuda al mago Howl, que vive en un castillo ambulante, pero tal vez sea Howl quien necesite la ayuda de Sophie. (FILMAFFINITY)
Reestreno en cines España por el 20 aniversario: julio 2024
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27 de marzo de 2011
27 de marzo de 2011
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Otra genialidad de este director japonés nos llega desde el país del sol naciente. Parece ser que la magia y la originalidad no cesan en la mente de este hombre, y esta vez tan poco nos defraudará con esta película llena de magia, acción y unos personajes perfectos basada en la novela de la autora británica Diana Wynne Jones , aunque aportando su toque “Miyazaki”, lo que hace que todo cambie radicalmente ya que prácticamente lo único que toma son los personajes y el punto de partida.
Sus películas siguen destacando, y esta no será menos, por esos ya nombrados personajes carismáticos y profundos, su originalidad sin precedentes, su cuidada técnica pictórica ya sea en diseño de personajes como de escenarios y una banda sonora que armoniza a la perfección con todas y cada una de las escenas de esta película, esta vez algo más melancólica que la anterior (El viaje de Chihiro), pero igual de satisfactoria o incluso más.
En el país de Ingary, donde las botas de siete leguas y las capas de invisibilidad existen de verdad, Sophie Hatter ha atraído la desagradable atención de la Bruja del Páramo, quién la hechiza con un maleficio que la convierte en una anciana. Con la determinación de hacer lo adecuado, Sophie viaja al único lugar en el que cree que podrá encontrar ayuda, el castillo ambulante que merodea por las colinas cercanas. Pero el castillo pertenece al temible Mago Howl, que se alimenta, según dicen, de los corazones de jóvenes desprevenidas.
Destacar el carisma del Mago Howl, uno de los mejores personajes que se han creado nunca y el famoso Castillo Ambulante, con un diseño espectacular, al igual que su cuidada animación.
Otra obra maestra que tanto niños como adultos deberían ver.
Sus películas siguen destacando, y esta no será menos, por esos ya nombrados personajes carismáticos y profundos, su originalidad sin precedentes, su cuidada técnica pictórica ya sea en diseño de personajes como de escenarios y una banda sonora que armoniza a la perfección con todas y cada una de las escenas de esta película, esta vez algo más melancólica que la anterior (El viaje de Chihiro), pero igual de satisfactoria o incluso más.
En el país de Ingary, donde las botas de siete leguas y las capas de invisibilidad existen de verdad, Sophie Hatter ha atraído la desagradable atención de la Bruja del Páramo, quién la hechiza con un maleficio que la convierte en una anciana. Con la determinación de hacer lo adecuado, Sophie viaja al único lugar en el que cree que podrá encontrar ayuda, el castillo ambulante que merodea por las colinas cercanas. Pero el castillo pertenece al temible Mago Howl, que se alimenta, según dicen, de los corazones de jóvenes desprevenidas.
Destacar el carisma del Mago Howl, uno de los mejores personajes que se han creado nunca y el famoso Castillo Ambulante, con un diseño espectacular, al igual que su cuidada animación.
Otra obra maestra que tanto niños como adultos deberían ver.
10 de mayo de 2012
10 de mayo de 2012
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Perfecta obra maestra de Hayao Miyazaki. En la cinta se mezclan colores magníficos, personajes maravillosos, diálogos conmovedores, una historia que quita el hipo y una música arrebatadora; un auténtico regalo para la vista y el oído. Nadie debería morir sin ver antes ésta película.
9 de julio de 2023
9 de julio de 2023
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo siento de verdad verdadera, pero la historia de la película no me agrada casi, me parece muy desbordante en el sentido de que te llega mucha información distinta y no se encuentra bien gestionada ni contextualizada, además que dejan el desarrollo de algunos personajes colgando de mala manera dándole algún que otro minuto de interés y, finalmente, no acabando el trabajo, como siento que ocurre con la Bruja del Páramo.
La canción la había estado escuchando en Tik Tok desde hace meses y tenía unas ganas bárbaras de gozarme esta animación para poder disfrutar la música en el ambiente que se desarrolla, pero me jode que desde un principio la canción esté resonando en cada escena, sin embargo, no voy a desmeritar la gloriosa banda sonora, simplemente era una expectativa que llevaba y no hará que mi opinión disminuya.
La estética y la animación, como siempre en el Studio Ghibli, es asombrosa y no tiene ningún pero, con escenas como el cuarto de Howl y aquí nadie se puede quejar, solo que este apartado artístico no es el que más puntos consigue conmigo, por ello no ha podido remar hacia arriba esta nota.
Por último, el mensaje de la película es adorable y lo voy a aplicar a mi vida, pero como película me hubiera gustado más.
La canción la había estado escuchando en Tik Tok desde hace meses y tenía unas ganas bárbaras de gozarme esta animación para poder disfrutar la música en el ambiente que se desarrolla, pero me jode que desde un principio la canción esté resonando en cada escena, sin embargo, no voy a desmeritar la gloriosa banda sonora, simplemente era una expectativa que llevaba y no hará que mi opinión disminuya.
La estética y la animación, como siempre en el Studio Ghibli, es asombrosa y no tiene ningún pero, con escenas como el cuarto de Howl y aquí nadie se puede quejar, solo que este apartado artístico no es el que más puntos consigue conmigo, por ello no ha podido remar hacia arriba esta nota.
Por último, el mensaje de la película es adorable y lo voy a aplicar a mi vida, pero como película me hubiera gustado más.
7 de marzo de 2006
7 de marzo de 2006
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Eran pocos los que creíamos que Howl´s Moving Castle iba a ganar al Oscar. No me canso de decir que el seguidor del Studio Ghibli es muy exigente y, sin decir que es mala, Howl´s no es el mejor proyecto del maestro Miyazaki. A pesar de esa decisión casi unánime, la última película de Miyazaki podría ser digna merecedora de un Oscar de la Academia (o de cualquier premio al que aspire). Finalmente la ganadora fue Wallace & Groomit, una entretenida película por la que pocos apostaban, pero no tanto por su falta de calidad sino porque veíamos claro el triunfo de la última aventura en stop motion del cineasta Tim Burton.
El Studio Ghibli es adulado por la crítica y el público de cada vez más gente del mundo. Adorados en Asia, sobretodo en Japón, y cada día más conocidos en Occidente, el Studio Ghibli está empezando a ser conocido por sus largomentrajes. Pero los fans más incondicionales son los animadores que, en parte, conforman la competencia del Studio Ghibli, sobretodo en Asia. Gente como John Lasseter, Nick Park o Yuri Norstein veneran a Hayao Miyazaki no sólo por lo que ha hecho sino por cómo lo ha hecho. Éxito y buenas ventas a un lado, Miyazaki podría ser considerado como algo más que un animador para muchos profesionales de esta industria.
Miyazaki da a sus películas una aureola especial. Hace películas que entretienen, pero que sobretodo marcan, se quedan en el corazón para no volver a salir. Eso, y no los presupuestos y las promociones, es lo que aportan esa frescura y esa magia a sus proyectos.
Alejándonos un poco del mundo de la animación podríamos establecer varios paralelismo: en el mundo del deporte hay gente que, al margen de lo buenas o malas personas que hayan sido en su vida o los fallos que han cometido siempre se les recordará por su trabajo y por ese "nosequé" que los ha hecho distintos al resto. Ejemplos: ha habido grandes futbolistas en lla historia, pero los más recordados son gente como Maradona, Pelé o DiStefano. En el mundo del baloncesto el icono es Michael Jordan. A lo mejor hay algún jugador que ha ganado más campeonatos que él, pero siempre se le recordará por los buenos momentos que dió. Y así podríamos seguir eternamente.
El Studio Ghibli es adulado por la crítica y el público de cada vez más gente del mundo. Adorados en Asia, sobretodo en Japón, y cada día más conocidos en Occidente, el Studio Ghibli está empezando a ser conocido por sus largomentrajes. Pero los fans más incondicionales son los animadores que, en parte, conforman la competencia del Studio Ghibli, sobretodo en Asia. Gente como John Lasseter, Nick Park o Yuri Norstein veneran a Hayao Miyazaki no sólo por lo que ha hecho sino por cómo lo ha hecho. Éxito y buenas ventas a un lado, Miyazaki podría ser considerado como algo más que un animador para muchos profesionales de esta industria.
Miyazaki da a sus películas una aureola especial. Hace películas que entretienen, pero que sobretodo marcan, se quedan en el corazón para no volver a salir. Eso, y no los presupuestos y las promociones, es lo que aportan esa frescura y esa magia a sus proyectos.
Alejándonos un poco del mundo de la animación podríamos establecer varios paralelismo: en el mundo del deporte hay gente que, al margen de lo buenas o malas personas que hayan sido en su vida o los fallos que han cometido siempre se les recordará por su trabajo y por ese "nosequé" que los ha hecho distintos al resto. Ejemplos: ha habido grandes futbolistas en lla historia, pero los más recordados son gente como Maradona, Pelé o DiStefano. En el mundo del baloncesto el icono es Michael Jordan. A lo mejor hay algún jugador que ha ganado más campeonatos que él, pero siempre se le recordará por los buenos momentos que dió. Y así podríamos seguir eternamente.
28 de octubre de 2009
28 de octubre de 2009
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de la deslumbrante "El Viaje de Chihiro", Miyazaki nos brinda otra maravillosa muestra del mejor cine de animación japonés con esta obra tan visualmente rica como aquélla, pero un tanto más pobre en cuanto a guión.
Como ya es común en el cine de Miyazaki, la magia impregna cada fotograma mostrándola como algo cotidiano, como si formara parte de la vida de los protagonistas (de hecho, es así). Aparece bellamente representada en ese castillo nómada cuyo hogar no está en ningún sitio y está, a la vez, en todos. La puerta que lleva a los protagonistas a diferentes realidades es una idea interesante que Miyazaki utiliza para dividir el ya de por sí caótico guión en sub-historias, sin perder por ello el hilo principal en ningún momento.
La imaginería de Miyazaki es desbordante en cuanto a escenarios magistrales. Todas las realidades que hay tras la puerta del castillo tienen su propia belleza, tanto si es un precioso y tranquilo pueblo costero como si se trata de una sangrienta guerra que nadie es capaz de entender el por qué de la misma. La música, pura poesía, acompaña las situaciones más oníricas, regalándonos los mejores momentos del filme.
Igual que la película tiene una fuerza visual apabullante, flojea excesivamente en el guión. Siempre es importante saber qué está ocurriendo aunque te quedes embobado por las imágenes, pero aquí la historia comienza a hacerse incomprensible a partir de la mitad. Tanta magia satura demasiado la realidad y hace que la historia tenga giros poco claros, bajando considerablemente el listón. Y, en una película de casi 2 horas de metraje, puede acabar aburriendo.
A pesar de ello, es una película muy recomendable para los amantes del anime nipón y para el resto de cinéfilos que gusten dejarse llevar por las emociones.
Como ya es común en el cine de Miyazaki, la magia impregna cada fotograma mostrándola como algo cotidiano, como si formara parte de la vida de los protagonistas (de hecho, es así). Aparece bellamente representada en ese castillo nómada cuyo hogar no está en ningún sitio y está, a la vez, en todos. La puerta que lleva a los protagonistas a diferentes realidades es una idea interesante que Miyazaki utiliza para dividir el ya de por sí caótico guión en sub-historias, sin perder por ello el hilo principal en ningún momento.
La imaginería de Miyazaki es desbordante en cuanto a escenarios magistrales. Todas las realidades que hay tras la puerta del castillo tienen su propia belleza, tanto si es un precioso y tranquilo pueblo costero como si se trata de una sangrienta guerra que nadie es capaz de entender el por qué de la misma. La música, pura poesía, acompaña las situaciones más oníricas, regalándonos los mejores momentos del filme.
Igual que la película tiene una fuerza visual apabullante, flojea excesivamente en el guión. Siempre es importante saber qué está ocurriendo aunque te quedes embobado por las imágenes, pero aquí la historia comienza a hacerse incomprensible a partir de la mitad. Tanta magia satura demasiado la realidad y hace que la historia tenga giros poco claros, bajando considerablemente el listón. Y, en una película de casi 2 horas de metraje, puede acabar aburriendo.
A pesar de ello, es una película muy recomendable para los amantes del anime nipón y para el resto de cinéfilos que gusten dejarse llevar por las emociones.
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