La vida secreta de las palabras
Drama. Romance
En una plataforma petrolífera, aislada en medio del mar, donde sólo trabajan hombres, ha ocurrido un accidente. Una mujer solitaria y enigmática que intenta huir de su pasado (Sarah Polley) va hasta allí para cuidar de un hombre (Tim Robbins) que se ha quedado temporalmente ciego. Entre ambos nace una extraña intimidad, llena de secretos, verdades, mentiras, humor y dolor. Ninguno saldrá indemne de esta relación que marcará sus vidas ... [+]
25 de octubre de 2007
25 de octubre de 2007
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aquellos que buscan acción sólo dirán que aquí no pasa nada. En efecto, se trata de una relación de acercamiento de un hombre postrado, Joseph, y su enfermera Hanna, en una habitación donde están prácticamente aislados del mundo. La joven tiene un pasado de sufrimiento que acorrala al presente y la mantiene callada y solitaria, el hombre lleva consigo una culpa. ¿Cómo se hace para desprenderse de un pasado que duele? ¿Pueden las palabras curar? Tal vez a esto se refiere el título. En todo caso sólo se trata de reemplazar la obsesión por el pasado por la esperanza en el futuro y la desesperada soledad por el amor a otro y de otro. Notable película cuyas únicas debilidades, a mi parecer, son la extrema dureza del rostro de la chica y lo incierto de una promesa por parte del varón. Un final extremadamente precipitado, como si ya hubiéramos perdido mucho tiempo.Buenísimos diálogos, bellas imágenes, buena película.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Las menciones a "Cora" remiten al cuento de Julio Cortázar "La señorita Cora", sobre una enfermera. (En el libro "Todos los fuegos el fuego")
31 de julio de 2012
31 de julio de 2012
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La guerra de los Balcanes y sus atrocidades ya han sido tratadas en muchas películas, algunas de las cuales ya forman parte de este blog (Véase: ‘Grbavica, el secreto de Esma’; ‘En tierra de nadie’; ‘El círculo perfecto’ o ‘Antes de la lluvia’) pero ninguna se había centrado en el efecto post-traumático que se mantenía sobre los ciudadanos que más sufrieron sus consecuencias, las mujeres y curiosamente ha sido una película española la que se ha encargado de abordarlo. Isabel Coixet ya conocía de cerca el grado de abyección que alcanzó el ser humano en esta cruenta guerra gracias a su película documental: ‘Viaje al corazón de la tortura’, pero en ‘La vida secreta de las palabras’ ficciona la vida real de tantas mujeres con el toque sensibilidad, diálogos susurrantes y el desengranaje parsimonioso que caracteriza al cine de esta directora (y que un director consiga tener una impronta propia en su obra ya es un logro en los tiempos que corren).
Esta película tiene un toque mágico desde el primer momento, en una de las primeras escenas los obreros de una fábrica van cogiendo orejeras protectoras para amortiguar el ruido de la maquinaria, la estantería en la que permanecen se va vaciando hasta que se queda sólo con unas, así nos damos cuenta de que la protagonista es sorda. Este es el arranque de una película que, al estilo contemplativo, metódico y reflexivo deparará muchas sorpresas más que se desvelan casi sutilmente. Nos daremos cuenta de muchos pequeños detalles que no terminarán de encajar hasta que la película estalla. Y ese es quizá el problema de ‘La vida secreta de las palabras’ durante algo más de una hora la película no es más que el cúmulo de pequeños detalles, minúsculos diálogos, pistas a la luz de una lupa, algo que se sobrelleva, pero no llena, que se intuye pero no cala, y en ocasiones la opacidad del guión para guardar su línea argumental hace que el recorrido llegue a ser tedioso y no se llegue a cuajar la emoción que se entrevé a los personajes, que sale a veces diluyéndose al instante.
Todo cambia a los 75 minutos de película, Hannah cuenta su secreto, y entonces todo cobra sentido y el hachazo es monumental. El espectador ya está listo para recibir un torrente de sensaciones, para dejarse arrastrar por una historia llena de sensibilidad, dolor y amor en una mezcla de sensaciones poderosísima que hace de los últimos 40 minutos de película un auténtico elixir para los sentidos.
En cierto modo, comprendo la decisión de Isabel Coixet… su película podría haber sido un mejor producto cinematrográfico de haberse ajustado a otros cánones de ritmo y habernos enfrentado al dolor de la muchacha mucho antes, pero Coixet ha cambiado la calidad por el compromiso y si queremos sentir en nuestra propia carne lo que supuso para muchos el horror de esa guerra, no hay nada como ese hachazo que se queda grabado a fuego, inolvidable.
Por otro lado, el escenario de la plataforma petrolífera en medio del océano (copiado directamente de ‘Rompiendo las olas’ de Lars Von Trier; también puede encontrar la crítica en este blog) resulta fantástico para el desarrollo de la película y ese ambiente de soledad y silencio resulta muy adecuado para que los personajes vayan dejando su poso, sus pequeños extractos de vida a lo largo de la película.
También adecuado al tono de la película resulta la elección de la música, con algunas piezas nostálgicas que te dejan ciertos instantes para la reflexión y el sosiego y que incluyen al gran Tom Waits.
Tanto Sarah Polley como Tim Robbins brillan a nivel altísimo (magnífico dueto para una película española) y consiguen extraer lo mejor de unos personajes, pese al impedimento físico de no poder moverse de una misma habitación, algo que siempre es un hándicap para la interpretación, les acompaña en un papel secundario un Javier Cámara que ha tenido mejores momentos.
Así, de forma silenciosa, conspirando con los detalles, con las frases que en un principio parecen carecer de toda importancia y que luego se tornan trascendentales cuando los personajes se van liberando de sus miedos a hablar, se construye esta historia deliciosa y dramática, romántica e hiriente, dolorosa y balsámica y que deja en su haber una de las mejores frases de amor jamás escuchadas: “Aprenderé a nadar” (óigase en su contexto).
http://palomitasconchoco.wordpress.com
Esta película tiene un toque mágico desde el primer momento, en una de las primeras escenas los obreros de una fábrica van cogiendo orejeras protectoras para amortiguar el ruido de la maquinaria, la estantería en la que permanecen se va vaciando hasta que se queda sólo con unas, así nos damos cuenta de que la protagonista es sorda. Este es el arranque de una película que, al estilo contemplativo, metódico y reflexivo deparará muchas sorpresas más que se desvelan casi sutilmente. Nos daremos cuenta de muchos pequeños detalles que no terminarán de encajar hasta que la película estalla. Y ese es quizá el problema de ‘La vida secreta de las palabras’ durante algo más de una hora la película no es más que el cúmulo de pequeños detalles, minúsculos diálogos, pistas a la luz de una lupa, algo que se sobrelleva, pero no llena, que se intuye pero no cala, y en ocasiones la opacidad del guión para guardar su línea argumental hace que el recorrido llegue a ser tedioso y no se llegue a cuajar la emoción que se entrevé a los personajes, que sale a veces diluyéndose al instante.
Todo cambia a los 75 minutos de película, Hannah cuenta su secreto, y entonces todo cobra sentido y el hachazo es monumental. El espectador ya está listo para recibir un torrente de sensaciones, para dejarse arrastrar por una historia llena de sensibilidad, dolor y amor en una mezcla de sensaciones poderosísima que hace de los últimos 40 minutos de película un auténtico elixir para los sentidos.
En cierto modo, comprendo la decisión de Isabel Coixet… su película podría haber sido un mejor producto cinematrográfico de haberse ajustado a otros cánones de ritmo y habernos enfrentado al dolor de la muchacha mucho antes, pero Coixet ha cambiado la calidad por el compromiso y si queremos sentir en nuestra propia carne lo que supuso para muchos el horror de esa guerra, no hay nada como ese hachazo que se queda grabado a fuego, inolvidable.
Por otro lado, el escenario de la plataforma petrolífera en medio del océano (copiado directamente de ‘Rompiendo las olas’ de Lars Von Trier; también puede encontrar la crítica en este blog) resulta fantástico para el desarrollo de la película y ese ambiente de soledad y silencio resulta muy adecuado para que los personajes vayan dejando su poso, sus pequeños extractos de vida a lo largo de la película.
También adecuado al tono de la película resulta la elección de la música, con algunas piezas nostálgicas que te dejan ciertos instantes para la reflexión y el sosiego y que incluyen al gran Tom Waits.
Tanto Sarah Polley como Tim Robbins brillan a nivel altísimo (magnífico dueto para una película española) y consiguen extraer lo mejor de unos personajes, pese al impedimento físico de no poder moverse de una misma habitación, algo que siempre es un hándicap para la interpretación, les acompaña en un papel secundario un Javier Cámara que ha tenido mejores momentos.
Así, de forma silenciosa, conspirando con los detalles, con las frases que en un principio parecen carecer de toda importancia y que luego se tornan trascendentales cuando los personajes se van liberando de sus miedos a hablar, se construye esta historia deliciosa y dramática, romántica e hiriente, dolorosa y balsámica y que deja en su haber una de las mejores frases de amor jamás escuchadas: “Aprenderé a nadar” (óigase en su contexto).
http://palomitasconchoco.wordpress.com
3 de noviembre de 2005
3 de noviembre de 2005
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Efectivamente, para mí la película empieza un pelin floja y lenta (como ya se ha comentado anteriormente), tiene un gran BIG BANG intermedio - que te estremece salvo que seas de piedra -, y nuevamente pierde un poco de fuerza al final.
De todas maneras, considero que es una película que merece ser vista, y considero que Isabel Coixet es un ser absolutamente necesario en nuestro cine (y en cualquier otro).
De todas maneras, considero que es una película que merece ser vista, y considero que Isabel Coixet es un ser absolutamente necesario en nuestro cine (y en cualquier otro).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Como ya se ha comentado, la voz en off infantil (su hija asesinada !!!) es todo un acierto. Y la revelación de la barbarie sufrida por Hannah, aclara su apatía total por la vida y el genero humano.
Hace falta fijarse para descubrir a Leonor Waitling (que no dice ni una palabra) ... es una pena que se desperdicie su participación de esta manera.
En cuanto a la BSO, bien en general, destacando la canción de Byrne que acompaña a los títulos de crédito, aunque hecho en falta algún tema de Def Leppard o Deep Purple - cuyos nombres se mencionan a lo largo de la peli.
Salu2 kordiales.
Hace falta fijarse para descubrir a Leonor Waitling (que no dice ni una palabra) ... es una pena que se desperdicie su participación de esta manera.
En cuanto a la BSO, bien en general, destacando la canción de Byrne que acompaña a los títulos de crédito, aunque hecho en falta algún tema de Def Leppard o Deep Purple - cuyos nombres se mencionan a lo largo de la peli.
Salu2 kordiales.
27 de enero de 2006
27 de enero de 2006
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
He de reconocer que esperaba con muchas ganas poder ver la nueva película de la directora de "Mi vida sin mí" pues ésta última me parece una película altamente recomendable. Pues bien, despues de ver "La vida secreta..." he de reconocer que Coixet ha vuelto a hacer un trabajo de extraordinario dramatismo adornado con pinceladas de humor que para nada estan de más (de aquellas que te hacen sonreir en los momentos más duros, como en la vida misma). Aunque si que he de reconocer que no toda la película es redonda, pues hay algun que otro detalle de la misma que queda a mi parecer en el aire y eso le resta, sin llegar a hacer daño a la narración, alguna que otra décima de puntuación. Destacar también las actuaciones tanto de Tim Robbins como de Sarah Polley, que se lucen en sus interpretaciones como pocas veces se puede ver en el cine actual.
Recordar eso sí que Coixet al igual en "Mi vida sin mí" escribe también el guión, esta vez integramente suyo y no basado en ningún libro, y eso deberíamos de considerarlo al hablar de Coixet como directora, pues sería injusto si no lo hiciéramos.
Recordar eso sí que Coixet al igual en "Mi vida sin mí" escribe también el guión, esta vez integramente suyo y no basado en ningún libro, y eso deberíamos de considerarlo al hablar de Coixet como directora, pues sería injusto si no lo hiciéramos.
18 de marzo de 2006
18 de marzo de 2006
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sigue la barbarie siendo parte de nuestras vidas?? Acaso no la vemos cada día?? Como podemos olvidar las atrocidades que se cometen a diario?? Nos golpean constantemente, pero estamos inmunizados, no les hacemos caso... las olvidamos... Tristemente hemos aprendido a convivir con ellas.... Isabel Coixet nos pone cara a cara con una de las acciones más tristes del siglo pasado, la guerra en Yugoslavia; pero no lo hace banalizándola como pasa en muchas películas, donde no se hace más que enseñar escenas violentas, lo hace substituyendo escenas con palabras; palabras intimas, silenciosas pero que a la vez gritan.... Palabras que tienen una vida secreta....
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