Copenhague (TV)

Es una muy bien elaborada puesta en escena de la novela de Michael J. Frayn. A pesar de que la trama gira en torno al diálogo sostenido por los tres protagonistas, resulta interesante de principio a fin. La caracterización de los personajes es profunda y convincente. Se resalta el espíritu científico moderno a la vez que se cuestiona su ética y el decisivo papel que ha desempeñado la ciencia en el establecimiento del actual orden mundial. En síntesis, es una película completamente intelectual, que puede resultar fascinante para personas excesivamente mentales, y en especial, si gustan de la ciencia, lo cual sea quizás la razón de su bajo puntaje. Para aquellos más emocionales, seguro resulta más atractivo ver «La lista de Schindler» o «La vida es bella»; pero si eres de tipo más bien visual o tal vez cenestésico, buscarás acción y efectos especiales, entonces mira Pearl Harbor.

Obra basada en una novela de teatro del mismo nombre. La pélicula, en sí misma, es casi el reflejo de la discusión de los dos físicos sobre la indeterminación de la materia, los diferentes universos posibles, el choque entre la ética y el ego, etc. La Obra está basada en hechos reales que han sido teñidos por la fantasía del autor.
Muy bien los actores. Lamentablemente los hispanoparlantes hemos tenido muchos represores, dictaduras e Inquisidores y ningún premio Nobel de Física. Tal vez por esto último sea el bajo puntaje que tiene en este sitio y que no condice con la calidad de la película, los actores y la Obra. En IMDB, que no es un canto a la cultura, le dieron 7.4.

Si bien es muy interesante la relación de Niels Bohr (aliados) con Werner Heisenberg (nazis) y sus aportes científicos al desarrollo de la tecnología atómica la película no llega a la altura del tema. No tiene que ver con los actores porque, a decir verdad, Stephen Rea y Daniel Craig están muy bien. Es más bien el uso excesivo de las voces en off en que se apoya un relato que no consigue claridad lo que molesta. Un telefim que por momentos se parece a una obra de teatro filmada. Sólo pasable porque las ideas de estos dos físicos tienen un atractivo innegable pero, después de todo, se trata de una película.

No recuerdo con exactitud la última discusión que haya tenido con un amigo. Debe haber sido hace mucho, y lo más probable por una tontería. Cuando 2 amigos discuten y se pelean al punto de quitarse el saludo las conversaciones las miradas y los encuentros, al contrario de lo que piensan y sienten, vuelven a poner su amistad en el centro del universo; para redescubrir ( y quizá este sea el error: sólo a la luz de las leyes del entendimiento humano ) que aquel universo existe como una serie de aproximaciones; las que se ven truncadas con la distancia que en ese punto muerto comienzan a generar.

Ese dolor es heroico ( y estúpidamente ) abstracto y lógico.

Ahora lo recuerdo: no hubo tanta discusión; más bien un monólogo de reclamos. Y aun con la disculpa ofrecida y no aceptada, aquella distancia permanece enorme, inmóvil, inalterable. Se le echa de menos.

Copenhague, Heisenberg, Bohr, Margrethe, la amistad, la admiración recíproca, la incomprensión, el cálculo olvidado, una bomba, la revelación, la incertidumbre.