The Night Owl

Interesante y entretenida cinta de Corea del Sur, que tiene como mayor tara, o así me lo ha parecido a mi, el que gran parte de las escenas, al menos las más importantes, sucedan en la penumbra, sin apenas luz, por lo que las imágenes no aparecen nítidas. O así me ha sucedido a mí, en la copia que tuve para verla.
Por lo demás, se trata de una cinta llena de intriga y suspense, fluida y dinámica y técnicamente impecable.
Su dirección artística es notable, la fotografía bellísima y las interpretaciones muy estimables.
Todo ello conduce a un film histórico, por cuanto los hechos más importantes sucedieron así, aunque se han cambiado nombres y situaciones.
Se ve con gusto y deja un buen recuerdo.

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Me pregunto porqué los coreanos hacen películas tan perfectas.

He visto esta película esta mañana y les puedo acreditar fresquísimamente que es una maravilla total: la estética, vestuario, fotografía en un grandioso 2.33/1, música, sonido, actuación impresionante de todos los actores, sobre todo por supuesto de Ryu Jun-yeol, es tremenda. Pero lo mejor de todo: el guion es una pieza de relojería con giros que te dejan sin habla, una denuncia a la corrupción política y a la realeza que sigue exactamente imperando en el mundo actual, todo ello filmado con maestría soberana.

La ensalada coreana de thriller, mentira social, gore en algunos momentos, la empatía con los protagonistas, los momentos de suspense total y la mezcla de espectacularidad con intimidad, que te hace reflexionar sobre tu propia identidad y tus responsabilidades en la vida, nos regala un plato único.

Respecto a la fotografía oscura que acredita otro filmaffinitier, les puedo acreditar que yo tengo un defecto en la vista y aún así la proyección en El Retiro de Sitges ha sido impecable, sin notar esta falta de calidad en ningún momento.

Una gozada.

*Una historia delicada y emocionante

Este año el Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Cataluña nos trae una magnífica programación asiática, con una larga lista de producciones surcoreanas que sorprenderán al público. Los ojos de la noche es una de ellas. Conspiración, traición y obsesión por el trono son elementos que no pueden faltar en una buena película histórica coreana. El filme recoge todos los tópicos del género y los utiliza en una fantástica trama de misterio con un protagonista al que han dotado de una ceguera muy peculiar.

Más que el misterio a resolver, la trama se deja llevar por los desafíos que debe enfrontar el acupuntor Cheon, interpretado por un magnífico Ryu Jun-yeol. El personaje de carácter bondadoso termina atrapado en las despiadadas redes de la política de palacio, valiéndose de sus sentidos agudizados por la ceguera. El actor ha dotado al personaje de unos matices muy bonitos, destacando su lado más dramático en un papel complicado. Es esa peculiaridad en la ceguera del protagonista lo que aporta innovación al género y frescura a la narrativa, elevando el riesgo en la trama.

Pero no sería una película coreana si no tuviese esos puntos de comedia que tanto caracteriza a sus producciones. El humor viene y va con naturalidad y mucho ingenio, haciendo que el público suelte alguna que otra carcajada. Los personajes de alivio cómico están muy bien integrados, aportando en todo momento a la trama del protagonista. Thriller, drama y pinceladas de humor en una película que te tiene al borde del asiento sufriendo por sus personajes.

*Thriller y misterio soberbios

No es ninguna sorpresa que los thrillers son una de las especialidades de Corea del Sur. Guiones detenidamente medidos y con una red de tramas que consiguen llevar con mucha maestría. Los ojos de la noche no es una excepción; un palacio que se ve patas arriba por la repentina muerte del príncipe heredero, una conspiración de eruditos que amenaza con hacerse con el trono y un acupuntor ciego que lo único que quiere es volver a casa para curar a su hermano. El filme ya tiene los ingredientes suficientes para un gran thriller que, luego, el ingenio de su director consigue exprimir al máximo resultando en una película excepcional.

Volvamos a la peculiar ceguera del protagonista que es un elemento clave para el desarrollo de la trama. El acupuntor Cheon es un hombre ciego durante el día que recupera su visión con la total oscuridad de la noche. Una característica muy especial que lo convierte también en un hombre peligroso. ¿Quién va a confiar en un ciego que lo puede ver todo? Es ese precisamente uno de los dilemas de la trama, cuando lo tienes todo para resolver un misterio, pero no puedes hacer nada sin ser expuesto. Es ahí donde la película entra en terreno moral, asfixiando al protagonista en la constante incertidumbre de si hacer lo correcto, aunque eso suponga arriesgarlo todo.

Algo que se agradece mucho durante la película es la inteligencia de los personajes. Los giros de guion se deben a la astucia y no a la mano del guionista. Para ello, Los ojos de la noche se vale de dos elementos importantes: los diálogos y las miradas. Diálogos dinámicos, con ritmo y con ese ingenio humorístico que caracteriza a los cineastas coreanos. Pero el elemento narrativo e interpretativo que más destacaría es el uso de las miradas y los silencios. Escenas con mucha tensión en las que el diálogo cae en segundo plano y nos maravillan con actuaciones que se valen de expresiones faciales y miradas que dan escalofríos.

*Una dirección de fotografía potente

An Tae-jin ha dotado a su película de un aura muy particular y eso es, en gran medida, gracias a la magnífica dirección de fotografía del cineasta Kim Tae-kyeong, especialista en fotografía lúgubre, oscura y misteriosa. Los ojos de la noche es una película que ocurre la mayor parte del tiempo en completa oscuridad, algo que ha ascendido el presupuesto de su producción. Esas escenas nocturnas son el alma de la película y donde se ve el trabajo del equipo para lograr una visión clara de la acción sin abandonar el tono. La producción ha conseguido escenas de noche donde no hace falta forzar la vista para ver lo que ocurre, algo que no muchas películas consiguen.

Y, por último, hay que destacar el trabajo de los decorados y el nivel de detallismo en cada escena. Un equipo de historiadores ha trabajado como asesores para conseguir esa sensación envolvente que te transporta a la dinastía Joseon con cada toma. Las escenas de palacio, que es donde trascurre la mayor parte de Los ojos de la noche, es donde se aprecia esa puesta en escena que hace brillar el trabajo de decorado y ambientación. Consiguiendo también así el objetivo del director en lograr que el palacio parezca un lugar cerrado, un espacio donde el protagonista se encuentra atrapado y del que parece imposible escapar.

*Conclusión

El Sitges Film Festival 2023 nos lleva a la dinastía Joseon con un thriller surcoreano excitante y emotivo. Los ojos de la noche es una película soberbia con una trama de carácter clásico, pero con elementos únicos y giros de guion que mantienen al espectador enganchado en todo momento. El filme de An Tae-jin nos deja dos interpretaciones magníficas por parte del actor Ryu Jun Yeol y el veterano Yoo Hae Jin que han mantenido al público de Sitges eufórico durante el visionado. Destacan por un lado la puesta en escena y la dirección de fotografía, logrando ese ambiente misterioso que envuelve al protagonista en todo momento. Y, por otro lado, la frescura de la narrativa que permite entrelazar thriller, drama y comedia con mucha naturalidad.

Escrito por Gemma Rubio Massó