Secretos del pasado

Interesante coproducción entre Australia y EE.UU, sobria y seria, dotada de un ritmo pausado, que no lento puesto que la historia avanza a cada instante, tornándose más y más atractiva a medida que pasan los minutos.
Es cierto que no es espectacular y se requiere prestar atención a los detalles pues para comenzar hay bastantes flash-backs que retoman un pasado oscuro, trágico y nunca aclarado, del protagonista.
Merece la pena por cuanto tiene elementos de calidad, tanto técnicos como de guión.
Una historia dura, llena de personajes heridos, donde la confianza brilla por su ausencia y el pueblo donde se desarrollan los hechos está, por así decirlo, maldito, debido a luctuosos hechos que ocasionan la infelicidad de los lugareños, presos del odio, el resquemor y la peligrosa situación del lugar, añadiéndose una sequía que dura ya un año y de seguir así podría ocasionar la ruina y desaparición del lugar.
Inteligente guión, adoptando la excelente novela de Jane Harper, buenas interpretaciones, con un Eric Bana tenso en todo momento, dominando su nada fácil personaje y quizás un metraje algo extenso. Pero se sigue con interés y nunca aburre, con algunas escenas dotadas de gran fuerza dramática.
Merece la pena.

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Ahí donde la veis esta película es una de las más taquilleras de la historia australiana, y eso en tiempos pandémicos!

Muy correctota historia de un policía (Eric Bana, aka Héctor de Troya) que vuelve a su pueblo de la infancia, escenario de antiguos eventos traumáticos. Crímenes y secretos del pasado hacen eco con crímenes y secretos del presente, y no está claro cuál de los dos el poli está más interesado en resolver. Y para disfrute del ojo, los paisajes de Wimmera (Victoria) hacen de entorno natural en sequía física y moral.

Todos los checks que ofrece el género se cumplen aunque de forma algo precipitada. La amplia galería de secundarios necesitaría un poco más de aire para respirar y hay suficiente miga como para haber hecho una peli más larga o incluso miniserie.

Gustará a: pirómanos, Marge Gunderson, gente que pide pescado en restaurantes de interior
No gustará a: Puigdemont, huerta murciana, comisarios de policía federal

Realmente buena película que para mí resulto un verdadero hallazgo ya que cuando la vi era toda una incógnita en cuanto a como resultaría. Debo decir que merece la pena verse y disfrutar de ese buen actor que es Eric Bana, quien actúa en casi todas las escenas y da sobradas muestras de su capacidad actoral. La trama se centra en un policia que como consecuencia de la muerte de un amigo debe volver a su pueblo natal, del que se fue jóven y envuelto en en sospechas de una muerte. Por supuesto volverán no solo todos los fantasmas del pasado, sino personas que se acuerdan de él y que no lo quieren cerca. Film totalmente recomendable especialmente por su estilo pausado, buenas actuaciones y muertes que quizás no sean lo que parecen ser. Para ver.

Que me encantan las historias y sin son de intriga mucho más, que están ambientadas en un pequeño pueblo. Todos se conocen, casi nadie quiere hablar, pero el culpable está entre ellos, cual lobo con piel de oveja.

Robert Connolly lo borda con Años de sequía. Porque en la misma historia combina un suceso dramático del pasado con uno muy presente. Aaron Falk regresa al pueblo donde se crió veinte años después, cuando se produce a priori el asesinato de su familia y el posterior suicidio de su mejor amigo de juventud, Luke. A pesar de que Falk es policía, no va como agente de la ley, sino como antiguo amigo de los fallecidos a presentar sus respetos a la familia. Una vez que llega, el hermano de Ellie (una chica fallecida en extrañas circunstancias hace veinte años) comienza a meterse con él y a llamarlo asesino, aún lo culpa por la muerte de su hermana. Así que ya tenemos los mimbres necesarios para hacer el cesto.

A mi me ha gustado mucho la narrativa de la película, lo bien dirigida que está. El director se ha tomado su tiempo preciso para presentar a los personajes y los acontecimientos, poco a poco y sin que el espectador se pierda en ningún momento, irá aclarando cada duda que surja a lo largo del metraje. La intriga la mantiene hasta el mismísimo final, capturando al espectador desde muy temprano sin bajar la guardia en ningún momento. Hacía mucho tiempo que no disfrutaba de un thriller tan bueno.

Las actuaciones han estado muy bien, no me gustaría destacar a nadie por encima del resto, porque no sería justo, cada personaje ha tenido su tiempo y su momento para encajar en la historia.

Muy recomendable.

En un pueblo australiano que sufre una gran sequía (cosa que tiene que ver con la trama, pero que luego no llega a tener tanta importancia como para que apareciera en el título), vemos a Eric Bana asistiendo a un funeral. Parece ser que la muerte no ha sido natural y que todo el mundo se lleva mal por aquí.
En el primer tramo de la película, la narración es confusa. Es como si la pilláramos empezada, porque no nos explican bien qué ha pasado, ni quién ha muerto. Tendremos que esperar al comienzo de la investigación del protagonista, que está entremezclada con flashbacks.
Es sin duda un film bien realizado, en el que se nota la implicación de los actores, y que tiene una muy buena fotografía. Pero el argumento, al comenzar así, de entrada no me engancha demasiado. No deja de ser, al fin y al cabo, una investigación policial corriente y muy tranquila, en la cual Eric Bana y el guion no logran despertarme mucho interés. Creo que no remonta en sus largas dos horas de duración.
El desarrollo es lento, y el caso se va desgranando casi sin emoción, de manera que me resulta muy difícil meterme en la historia y no ponerme a pensar en mis cosas. Es tan calmada, que algunas escenas de relleno me han llegado a crispar por lo poco que se avanza.
Siento ir a contracorriente (peor para mí), pero me ha resultado bastante aburrida en general. Esperaré a ver si la próxima de Bana me gusta más.