Proceso a una estrella

La mítica Rocío Jurado actuó correctamente en esta película y cantó bien también las canciones que adornan la historia por lo que el film aparte de su valor artístico que es mediano pero tirando a aceptable puede también tener un cierto valor sentimental para sus admiradores. Del resto del reparto de la película hay dos nombres que destacar. Uno es Carlos Ballesteros por ser una de las personas más elegantes que ha tenido el mundo del espectáculo en España. Este señor aparte de demostrar su talento en el teatro como por ejemplo en una versión de "La malquerida" junto a Nati Mistral también imprimió ese talento en sus papeles para el cine. El otro nombre destacable es Elena Espejo quien tuvo aquí su última aparición cinematográfica. Lanzada al estrellato mediante el célebre "Apartado de correos 1001" brilló a partir de ese momento en el cine español de los 50 y también produjo ella algunas películas. Rafael J. Salvia dirigía películas esporádicamente y participó como guionista principalmente en films de Lazaga y Gil. "Proceso a una estrella" está dirigida con un cierto sentido de la contención porque no se exprime a fondo el contenido melodramático del argumento ni tampoco se potencia mucho la parte de intriga. Una película con un planteamiento próximo al folletín y con el temperamento artístico de Rocío Jurado como centro de atención podía haber sido más emocionante. Pero de todas formas es una película válida con los alicientes justos para serlo.

Un melodrama musical magnífico. Dentro del género del cine folclórico, este es un ejemplo del cambio de rumbo que da el género en los 60, con películas contemporáneas, muchas veces abandonando Andalucía como ubicación predilecta, que incluyen números musicales.

Me parece original el juicio y el crimen como marco de la historia. Que no suele ser la temática más habitual en este tipo de cine.

Rocío, por su parte, nos brinda su enorme talento no solo para la canción, sino también para la interpretación. Por lo que, aunque es evidentemente una película para su lucimiento como tonadillera, resultaría muy interesante verla aún sin los magníficos números musicales.