Haz click aquí para copiar la URL

Costa Brava

Drama Los Badri han escapado de Beirut para construir su utopía particular lejos de la polución y la conflictividad de la gran urbe. Pero este oasis de resistencia al capitalismo global se ve amenazado por los avances de un vertedero cercano y las grietas internas dentro de la familia. (FILMAFFINITY)
1 2 >>
Críticas 9
Críticas ordenadas por utilidad
21 de mayo de 2022
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un retrato familiar muy apegado a las tierras donde viven, donde una agresión medioambiental hará que se convierta en un drama ecológico muy interesante.

Walid Badri vive su esposa Souraya, su madre y sus hijas en una casa de campo desde hace más de ocho años. Tienen una piscina y pasan el tiempo entre gallinas y su huerto ajenos de los que ocurre en Beirut. Todo se trastoca con la llegada de bulldozers que comienzan a preparar un gigantesco vertedero al lado de su casa. La basura comienza a contaminar el agua y los olores hacen que la vida se convierta en un infierno para la familia.

La directora de "Libertad" y guionista española Clara Roquet (Petra, 10.000 km) escribe el guion junto a la directora libanesa Mounia Akl, las dos construyen una historia interesante sobre la desesperación de esta familia ante el inminente progreso de un país algo desconocido para nosotros.

La fantástica actriz y directora Ladine Labaki muy conocida por sus películas "Caramel" o "Cafarnaum" interpreta a Souraya una cantante, ahora madre con bastante temple. Saleh Bakri es Walid , el padre, un antiguo activista que acabo quemado y que abandono toda protesta hace ocho años para refugiarse en las montañas con su familia. Ahora convertido en padre sobre protector que recurrirá a medidas extremas para proteger a su familia de los males de la vida urbana.

Una película bien llevada, que consigue con esta entrañable familia llegarte a emocionar.
Destino Arrakis.com
videorecord
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
28 de mayo de 2022
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como la sesión ha disfrutado con la presencia de la directora Mounia Akl y la coguionista Clara Roquet (reciente ganadora del Goya a Dirección joven por Libertad), mejor os pongo cosas que han dicho:

Se conocieron estudiando en Columbia cuando Mounia se saltó una cola y Clara pensó "esta es de las mías" (intentar saltarse las colas es un rasgo mediterráneo que no comparto). Desde entonces son amigas y colaboradoras, Mounia editó un corto de Clara (no sé si "El adiós") y Clara coguionizó el corto de Mounia "Submarino" que es la semilla de esta película.

El título, que no se menciona en la película, es el nombre de un resort playero cerca del aeropuerto de Beirut que era tan bonito que a algún dirigente le recordó sus veraneos por la Costa Brava catalana y lo nombró así. En 2015 empezó la crisis de las basuras en Líbano, trasfondo de la película, y abrieron un vertedero al lado.

Los actores son una mezcla de profesionales, destacando la multitalentosa Nadine Labaki, y amateurs, como abuela e hija pequeña que está interpretada por dos hermanas gemelas. Dentro de la coralidad es el personaje más nuclear de la película y les costó encontrar actriz hasta que una directora de casting les pasó un vídeo de una niña vecina suya muy mandona. Les gustó y resultó que eran dos, lo cual vino perfecto para el rodaje y además cada una de ellas presentaba rasgos del personaje complementarios.

Han dicho alguna cosa más pero no me acuerdo y si os interesa tanto haber ido. Me ha gustado y no sé si porque la vi hace poco he notado algunas similitudes con Alcarràs, dada la familia rural acosada. En el caso de Alcarràs hay más sensación de familia real, en Costa Brava todos tienen marcados componentes místicos o alegóricos que por un lado le da profundidad y riqueza de lecturas a la película pero por contra provoca cierta sensación de incredulidad. Ni mejor ni peor, a gustos.

Eso sí, si tenéis que decidir entre ir a ver Top Gun o esta, yo iría a esta, allá vosotros.

Gustará a: Harrison Ford, moscas, Ana Torrent
No gustará a: árboles, fumadores, pájaros
eristuff
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
16 de septiembre de 2022
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interesante como muestra, por un lado, de uno de los perpetuos problemas del Líbano y el medioambiente y, por otro, las angustias de una familia, padre, madre y dos hijas, una de 17 y otra de unos 11 o 12, que huye de la ciudad y la casa de campo tranquila a la que van se encuentra luego al lado de un estercolero. Basura y basura y basura.
Pero yo les diría a la guionista y a la directora que les falta ritmo. Casi toda la película es un adagio y nos quedamos esperando algún andante, a ser posible con motto. Cosa que no llega, y no del todo, hasta que ha transcurrido casi una hora y media.
Otra lectura es verlo todo desde el punto de vista de la hija pequeña, pero en ese caso se debería dar más pistas desde el principio.
Una película baratita, con una única localización, pocos personajes, un poco como para andar por casa.
No está mal, es correcta, pero le falta chispa. Y siguiendo una tendencia cada vez más repetida, final abierto, que en la mayoría de los casos quiere decir que no se sabe cómo acabar.
yoparam
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
22 de diciembre de 2022
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
*La familia, el tema por excelencia

Desde ‘Mujercitas’, pasando por ‘El Padrino’, y llegando a las recientes nominadas a los Goya; ‘Alcarrás’ y ‘Cinco Lobitos’, podemos hacer un recorrido de lo más jugoso sobre el tema de la familia en el cine. En Costa Brava, Líbano se elabora un detallado retrato familiar a través de las distintas dinámicas y roles que desempeñan sus integrantes ante un problema común. Todos tenemos una familia a la que amar o de la que renegar, por lo tanto, todos podemos empatizar, como llevamos décadas haciendo, con una historia que parte del drama familiar.

La cinta de Mounia Akl da un espacio determinado a cada miembro para que sus momentos vitales sean tratados con la misma relevancia. Así pues, nos encontramos ante una exaltación de la figura de la abuela, que se retrata como una figura sabia, a la par que desvergonzada, que influye de una forma directa en cada uno de sus familiares. Por su puesto, contamos con la hija preadolescente que está descubriendo sus deseos de vida adulta, y con la hija pequeña, que aún guarda la fuerza feroz de la infancia, pero que es mucho más madura y resuelta de lo que debiera para su edad. Por último, en la cúspide de la pirámide, se encuentra el matrimonio que a priori podría resultar ideal, pero detrás del cual se esconden actitudes machistas y toxicidades, agravadas por la crisis familiar que acontece.

Sus vínculos mandan diversos mensajes al espectador. Uno, claramente de índole feminista, y otro, algo más ambiguo a la par que clásico, que podría resumirse en la célebre frase “la unión hace la fuerza”.

*Denuncia ecologista, el verdadero mensaje

Sin embargo, a pesar de los mensajes anteriormente mencionados, está claro que existe uno por encima del resto, y es el mensaje ecologista que lanza Costa Brava, Líbano. Existe una clara energía de denuncia en torno al desarrollo de la historia. La directora, de origen libanés, no quiere limitarse a representar una realidad, sino que va más allá, construyendo una especie de futuro distópico en el que el problema ha ido demasiado lejos.

La crisis de la basura en Líbano fue un problema muy serio que aconteció hace apenas unos siete años y que afectó a las vidas de miles y miles de personas. Las manifestaciones comenzaron y las basuras no pararon, siendo dañada la salud de los habitantes del país.

Es evidente pues que Costa Brava, Líbano no pretende sólo reflejar, sino también concienciar sobre una situación que quizá no ha recibido la atención y preocupación que debiese, y que es, además, un problema global, ya que la necesidad de que exista un buen sistema de recogida de basuras no sólo tiene lugar en Líbano, sino en el mundo entero.

*Un gusto exquisito por la estética y la composición

Un elemento destacado de Costa Brava, Líbano es el trabajo de Mounia Akl como directora. En la composición de cada plano descubrimos un talento innato y una visión prodigiosa a través del objetivo. Los movimientos de cámara, así como el trabajo con la luz, obra de Joe Saade, denotan un gusto exquisito por la estética.

En todo momento la paleta de colores, la luz, y la composición consiguen trasladar al espectador la cantidad justa de belleza que requiere la secuencia, siempre teniendo en cuenta el carácter documental de la obra, desde el respeto y la elegancia. A destacar, además, las imágenes de la maquinaria del vertedero, en las cuales las máquinas parecen monstruos de hierro y metal.

Especial mención también al montaje, de la mano de Carlos Marques-Marcet, fiel compañero de la guionista Clara Roquet, y que consigue en todos sus trabajos construir una historia dinámica, fluida y fiel al guion.

*Las comparaciones son odiosas, ‘Alcarrás’ y el problema de Costa Brava, Líbano

Antes de llegar a la conclusión final, no me gustaría pasar por alto el hecho de que en Costa Brava, Líbano es imposible no vislumbrar similitudes con la obra de Clara Simón, la aclamada ‘Alcarrás’, y de que, a pesar de su parecido, las películas no han tenido la misma acogida.

Alcarrás también se centra en una familia que está siendo “atacada” en su hogar, también incluye una denuncia social, y también es fiel a una estética concreta y cuidada, entonces, ¿por qué ha recibido más atención que la obra de Mounia Akl?

Tras una ardua investigación y prestar atención a mi opinión personal, he llegado a la conclusión de que más allá de la brecha geográfica, algo que ha influido en este fenómeno es el diálogo. Creo quizá que Alcarrás consigue, a través del diálogo y de los actores/no-actores, una naturalidad y frescura que la cinta de Akl no ha conseguido, a pesar de ser una película muy correcta en todos sus aspectos técnicos y de escritura, puede que haya una pequeña chispa que no ha conseguido encender.

*Conclusión

Costa Brava, Líbano es una película que ha pasado algo desapercibida para la alta calidad que nos ofrece. Nos deleita con unos planos extremadamente bien trabajados, nos presenta una situación real sobre la que concienciarnos, y nos introduce en la dinámica de una familia, convirtiéndonos en espectadores de la crisis que se vive en el interior de un hogar.

Escrito por Laura Echeverria Hermoso
Cinemagavia
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
2 de junio de 2022
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una descomunal estatua es trasladada desde el puerto y colocada en las inmediaciones de una vivienda familiar. Es el comienzo de la pesadilla de la familia Badri.
Costa Brava, Libano nos recuerda inevitablemente a Alcarrás, pero también, en otros aspectos, a Verano 1993. Es notable la similitud entre la sensibilidad de la directora española y la libanesa. La misma mirada cariñosa y respetuosa sobre los protagonistas y sus relaciones, el mismo acercamiento al mundo de la infancia con esa atenta observación de sus gestos, que tanto en las películas españolas como en la que nos ocupa, se encarna en una niña. La misma empatía para descubrir la tristeza y soledad que, con frecuencia, envuelven a esa tan idealizada etapa. La misma finura en reflejar los sentimientos de los personajes narrando, con sencillez de documental, una vida cotidiana en la que poco o nada ocurre. El mismo entorno rural que es un protagonista más.

Libano es también la historia de una pérdida. Como en Verano de 1993 y en Alcarrás. En la primera es la pérdida de la madre, en la segunda la de un modo de vida familiar. En este caso un sueño es arrancado repentina y brutalmente. El sueño de unos jóvenes idealistas de vivir lejos de la insalubridad, la corrupción y el horror que suponía la vida en Beirut (la hija mayor estuvo a punto de morir de neumonía, el padre fue despertado una vez por una explosión). La familia huye para construirse su pequeño refugio en el campo, donde cultivan sus propios alimentos, disfrutan de la paz del entorno natural, lejos de los afanes y luchas políticas de su anterior vida e intentan criar a sus hijas a resguardo de la toxicidad (física y espiritual) de la sociedad contemporánea. Las niñas son educadas en casa y no tienen acceso a internet. Casi que el padre intenta reconstruir un paraíso original en el que aislar y proteger a su familia. Su afán de protección llega a ser agobiante para los otros: “eres un fascista”, le grita su madre; “¿quién te ha pedido que nos protejas?” le reprocha la esposa.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Maria
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow