Tita Cervera: La baronesa (Miniserie de TV)

De la productora de “Felipe y Letizia” y después de emitir la “La Duquesa” llega ‘La Baronesa’. Da lo mismo que huyan… porque el chapapote excremental les salpicará (hasta en el cuadro de los ciervos brincando que tienen en el salón). Da lo mismo que emigren porque a este paso Telecinco va a ser el primer canal de Cuba o China. Da la mismo pero no da lo mismo: Tita Cervera demandará a la cadena que ha emitido “Tita Cervera: la baronesa” por ‘destruir’ su imagen, por ‘distorsión’ y ser una absoluta ‘difamación’. ¿Podemos sumarnos los espectadores a esa denuncia? ¿Por sentirnos ‘destruidos’ cerebralmente y ‘difamados’ con esas imágenes y diálogos que no aportan nada a nuestra vida repleta de sesudos cotilleos que nos hacen cada día más inteligentes y perras sabias? Esta miniserie nos la conocemos. ¡Hasta en la Wikipedia cuentan y se mojan más! Queríamos una versión con trapos sucios, conspiraciones, sexo pasional y palabrotas internacionales. ¡Queríamos una demanda por difamación de verdad! Porque ya que te van a demandar que sea por algo, ¿no?

A Tita le gusta jugar a las cartas y hacer buenas apuestas: un actor, un productor y… un Barón (y señor varón). Todos clavando la rodilla para pedirla matrimonio. Todos menos uno, el padre de su hijo… que era un don-nadie sin ese don llamado dinero. Entre cuernos, cornamentas, entre destapes y peludos, Tita decide dejar el enseñar pezón y de trabajar con grandes directores de este país como Mariano Ozores por un título y cuatro cuadros… porque ella nunca le ha interesado el dinero sino el amor. El amor a sus árboles y al arte… al arte de amar sin ánimo de lucro. La serie desvela las artes oscuras (dignas de una hechicera de Mordor) que utiliza Tita para llevarse la colección a nuestro grandísimo país donde está prohibida (por ella y sus cadenas) la tala de sus amados árboles… aunque siga legalizado el Toro de la Vega (que nadie es perfecto y este, al parecer y según la serie, es un país de cornudos).

“Tita Cervera: la baronesa” parece que quiera ser una miniserie de pinceladas artísticas porque salen… ¿cuadros? Desde luego, a cuadros podemos quedarnos. Según la miniserie el Barón Thyssen se queda con Tita porque era un ‘cuadro’. Un cuadro, en movimiento, sin marco y con derecho a roce… Pero la historia de la baronesa realmente habla del karma y de donde las dan las toman. Y, entonces, llegó él. Borja tenía que aprender mucho de pintura para ayudar a mamá y efectivamente aprendió mucho… A pintar la mona, claro.

Es un personaje que personalmente me inspira ternura y cercanía.
La serie resulta convencional, previsible y una nada arriesgada recreación de la vida de Carmen Cervera. Es probable que su biografía, la real hubiese sido realmente interesante de no encontrarnos ante el muro de las demandas que frenaron una mas trabajada versión sobre la vida de Tita.

Se adivina todo lo que no se cuenta, se deduce lo que no se sabe y ciertos entresijos de paparazzis que contaron sin decir, suculentas y veladas vivencias, escapadas, entradas y algunas salidas encubiertas.
En fin, una bonita serie, blanca como la nieve impoluta, que oculta una tierra más fértil.

Telecinco vuelve a realizar una nueva telemovie, y en esta ocasión se presenta la vida de la baronesa Thyssen.
La película se encuentra dividida en dos partes. La primera se centra en su juventud cuando fue proclamada Miss España y quedó tercera en Miss Mundo, y pasó a trabajar como actriz en películas de baja calidad. Además uno podrá observar sus dos primeros matrimonios; el primero con el actor de Hollywood Lex Barker y el segundo con el playboy venezolano Espartaco Santoni. La segunda parte se centra en su relación amorosa con el barón Thyssen (que poseía la mayor fortuna de Europa), su matrimonio, los problemas con los hijos del barón, y la vida amorosa del propio hijo de la baronesa; la historia de Borja y Blanca.
La primera parte es bastante floja. Todo va a saltos y uno no es capaz de asimilar tantos años en apenas una hora de metraje. Todo resulta bastante insulso. Por otro lado la actriz que hace de la Tita más joven resulta realmente insoportable.
La segunda parte atrae un poco más, pero aun así resulta bastante floja y carece de interés. Uno intentea averiguar un poco más de la relación entre la baronesa y su hijo, pero la información que se recoge es bastante escasa.
En fin, nos encontramos ante una telemovie de la que se esperaba mucho más de lo que ha sido en realidad, ya que aunque la vida de su protagonista pueda resultar muy interesante, el modo en como está narrada no lo es. Solo destacar la buena caracterización de los actores con los personajes reales y el vestuario. El resto no atrae nada en esta adaptación de la mujer que consiguió para Madrid la colección pictórica privada más importante del mundo.