Arrostrando la muerte

La vida de un amnésico puede dar muchas vueltas después de salir del sanatorio. Pelis sobre amnésicos vistas que recuerde hay un par de ellas: Solo en la noche del director de La huella y Dos en la oscuridad de 1945 de Anthony Mann; luego se podría meter en un saco parecido Acusado a traición de 1949 del director de Los vikingos y no quiero meter Recuerda en el mismo saco ya que el saco se rompería. The Crooked Way se asemeja bastante a Solo en la noche ya que las dos tienen un personaje que es un asesino/malhechor y la calidad de la película. Y a John Payne le quieren meter el mochuelo del asesinato de igual forma que a Humpherey Bogart en Callejón sin salida y a William Bendix en Envuelto en la sombra. Malos malísimos y una historia muy buena dan para pasar 90 minutos de cine con sabor a cine de verdad. Eso parecía casi la primera hora ya que luego dos gazapos de patio de colegio te dejan con cara de tonto por confiar en la peli con ese nombre de telenovela. Primer gazapo es dejar la pistola en el sitio equivocado y el segundo gazapo tiene que ver con el color del coche de la huida y la entrada del nota en casa ajena sin llave. Todo el mundo es humano y puede meter algún gazapillo en sus pelis pero la última media hora es para tener amnesia.

La naturaleza es sabia y, a veces, te lanza una maldición que, quizá, sea una bendición disfrazada.
Porque a Payne, un héroe de guerra, la metralla que ha recibido se le ha alojado en el cerebro provocándole una amnesia total que le impide recordar su pasado. Un pasado que...sería mejor olvidar.
Pero Payne quiere reencontrarse con su pasado y para eso vuelve a su ciudad. ! Hay que ver!. Una mente en blanco y empieza a ser acosado por la policía y por los mafiosos que, todos, le quieren dar matarile. Incluso su chica le traiciona. A ver cómo sale de esa.
Una buena cinta con momentos magníficos de suspense y de tensión donde el protagonista deberá sortear mil dificultades. Impedir que le maten, demostrar su inocencia en un crimen, reparar el daño causado cuando no era más que un cabrón y volver a enamorarse. Todo eso no es nada fácil si no sabes ni cómo te llamas.
Payne es un actor que tiene una cara de no saber por dónde le da el aire. En esta peli le va que ni pintado.
! Ahh!. Y la fotografía es cojonuda.

Mira que es difícil meter una palabra como "Arrostrando" en un título, pero ahí la tenemos. Supongo que la vida de un traductor (inventor) de títulos es dura. Estamos ante un noir, subgénero "amnesia", donde el prota tiene que recuperar su pasado, pero a veces hubiera sido mejor olvidarlo. El prota en cuestión es John Payne, actor que hizo unas cuantas de cine negro de serie B, y debo decir que la mayoría bastante superiores a esta ("El cuarto hombre", "Calle River 99"). La réplica se la da Sonny Tufts como el malo, un actor (y cantante de ópera) que fue considerado muy prometedor en su día, pero al que las cosas le salieron regular. Como novia de Payne, Ellen Drew, de la que me acuerdo en una peli tan diferente como "La isla de los muertos". También fue una de las últimas pelis de Robert Florey, un buen director de B, por lo que extrañan más algunas cosas.

No es mala película, pero el problema es que es un poco atropellada, un poco confusa, y deja "lagunas" (y algún fallo de guion o de continuidad). No queda clara la movida que hubo entre Payne y Tufts, no queda claro qué es lo que sabe el personaje de Petey (el muy característico Percy Helton en su papel clásico), no queda claro por qué Tufts hace lo que hace al final de la película (tampoco queda claro por qué hace lo que hace al principio). En fin, que la cosa es mejorable, No obstante, es cine negro, y eso significa que casi siempre funciona, aunque sea a trompicones. Dejémoslo sobre un 5,5, para amantes del género.