Ex
5,3
175
Drama. Comedia
Un retrato de la hedonista cultura de la noche berlinesa. Pero todo habitual a los clubs de música electrónica de Berlín -y de otras ciudades- sabe que aunque la pista de baile es un espacio de conexión, la acción real transcurre en los cuartos de baño, verdaderos confesionarios de la juventud.
5 de septiembre de 2020
5 de septiembre de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película homenaje a la noche berlinesa. Queriendo huir de estéticas de pistas de baile decide centrarse en los baños de las discotecas. De esta manera, la película hace gala de una intimidad con el tema que trata y así evita hacer esfuerzos con su guión para ganarla.
Las personas que vemos pasan la treintena sobradamente y su vida es la noche berlinesa. Quieren creer lo contrario: que su vida los ha llevado a refugiarse en la noche. Cada cual elabora un discurso absurdo y pretencioso acerca de por qué son especiales y por qué la sociedad biempensante les juzga duramente. Lo cierto es que no encontramos ningún relato que nos haga pensar que son juzgados. Por lo contrario, un tipo cuenta que viajó de Beirut a Berlín, donde encuentra una sociedad enormemente abierta y tolerante.
No sé las intenciones del autor. Pero una película que se promulga como un homenaje a estos clubes nocturnos se convierte en una ridiculización de la generación tecno. Recuerda en este sentido a películas de la aristocracia como “La gran belleza”. Esta gente no es lo que uno pensaría como alta sociedad, pero para pagar las ingentes cantidades de drogas que consumen hay que tener un nivel adquisitivo importante. Tenemos por tanto a una generación absolutamente improductiva y que se convencen a sí mismos con discursos rimbombantes de que si ellos dudan de la vida que llevan, es por la sociedad.
Las personas que vemos pasan la treintena sobradamente y su vida es la noche berlinesa. Quieren creer lo contrario: que su vida los ha llevado a refugiarse en la noche. Cada cual elabora un discurso absurdo y pretencioso acerca de por qué son especiales y por qué la sociedad biempensante les juzga duramente. Lo cierto es que no encontramos ningún relato que nos haga pensar que son juzgados. Por lo contrario, un tipo cuenta que viajó de Beirut a Berlín, donde encuentra una sociedad enormemente abierta y tolerante.
No sé las intenciones del autor. Pero una película que se promulga como un homenaje a estos clubes nocturnos se convierte en una ridiculización de la generación tecno. Recuerda en este sentido a películas de la aristocracia como “La gran belleza”. Esta gente no es lo que uno pensaría como alta sociedad, pero para pagar las ingentes cantidades de drogas que consumen hay que tener un nivel adquisitivo importante. Tenemos por tanto a una generación absolutamente improductiva y que se convencen a sí mismos con discursos rimbombantes de que si ellos dudan de la vida que llevan, es por la sociedad.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Las conversaciones recuerdan mucho a la primera mitad de “Clímax”. En esos baños que hacen de confesionarios nadie se escucha. Cada cual lleva su discurso y sí interactúan entre ellos, tienen diálogos, pero no conversaciones. No hay nunca debate, frases vacías. Nunca se juzga a nadie pero porque nadie dice nada en contra de nada. Sólo se habla de sexo, drogas y algún comentario acerca de ser libre. En ese lugar todo el mundo es bisexual, no hay un conflicto ahí. Los baños que se nos muestran están plagados de drogas, nadie se posiciona en contra… Sólo vemos a personajes con mucha más autoestima que las gentes sin vidas que hacen la pantomima.
La puesta en escena es maravillosa por lo insistente e insistente por lo limitada. La mayor parte de la acción se desarrolla entre dos espacios dentro de los baños. Uno luminoso, claro y azul donde están los lavabos y espejos y otro oscuro y rojo donde están las cabinas. Aunque lo ronda, no llega a forzarse el sobadísimo contraste entre azul y naranja del cine actual. Me gusta mucho lo saturante que es el bit de la música que suena afuera. Nunca escuchamos música, tan solo el taladrante pulso. Los baños son un refugio pero la fiesta sigue fuera. Me gusta mucho también que las cabinas sean estrechísimas y aun así funcione bien el formato panorámico.
La protagonista se dedica a vender drogas en los baños. Va vestida con un sujetador de arneses, dejando sus pechos al aire toda la película. El desnudo se muestra sin mucha dificultad, pero el de esta chica es el que más aparece.
La puesta en escena es maravillosa por lo insistente e insistente por lo limitada. La mayor parte de la acción se desarrolla entre dos espacios dentro de los baños. Uno luminoso, claro y azul donde están los lavabos y espejos y otro oscuro y rojo donde están las cabinas. Aunque lo ronda, no llega a forzarse el sobadísimo contraste entre azul y naranja del cine actual. Me gusta mucho lo saturante que es el bit de la música que suena afuera. Nunca escuchamos música, tan solo el taladrante pulso. Los baños son un refugio pero la fiesta sigue fuera. Me gusta mucho también que las cabinas sean estrechísimas y aun así funcione bien el formato panorámico.
La protagonista se dedica a vender drogas en los baños. Va vestida con un sujetador de arneses, dejando sus pechos al aire toda la película. El desnudo se muestra sin mucha dificultad, pero el de esta chica es el que más aparece.
30 de julio de 2020
30 de julio de 2020
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ex reivindica la "Underground toilet culture" de los Clubs de Berlín, como el verdadero lugar donde sucede la acción, más allá de la mitificada pista de baile. Sórdidos cubículos como espacio confesional donde se conecta instantáneamente con extraños al compartir intimidad (y sustancias).
Ex pretende retratar la noche Berlinesa desde su lugar más auténtico. Drogas, sexo, hedonismo, acaban revelando una necesidad de conexión y autoafirmación en una sociedad "normal" que aboca al aislamiento. El film fue rodado al final de múltiples fiestas privadas organizadas en un almacén abandonado, por el director George Markakis, y la protagonista Diana Kleimenova.
Interesante aunque cuestionable en su planteamiento conceptual (muestra un estado de "euphoric non-sense que los protagonistas no recordarán al dia siguiente), irregular en su ejecución (ese contínuo beat de fondo que acaba saturando), tiene momentos brillantes (personajes arrancándose a cantar en momentos de eufória) y muchos momentos cargantes.
Ex pretende retratar la noche Berlinesa desde su lugar más auténtico. Drogas, sexo, hedonismo, acaban revelando una necesidad de conexión y autoafirmación en una sociedad "normal" que aboca al aislamiento. El film fue rodado al final de múltiples fiestas privadas organizadas en un almacén abandonado, por el director George Markakis, y la protagonista Diana Kleimenova.
Interesante aunque cuestionable en su planteamiento conceptual (muestra un estado de "euphoric non-sense que los protagonistas no recordarán al dia siguiente), irregular en su ejecución (ese contínuo beat de fondo que acaba saturando), tiene momentos brillantes (personajes arrancándose a cantar en momentos de eufória) y muchos momentos cargantes.
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