Cosmética del enemigo

Pues me ha gustado, le pongo un 7. Ha sido toda una sorpresa. La verdad que la película está muy bien hecha, te mantiene pegado a la pantalla sin pestañear, con un gran ritmo que no decae a lo largo de su corto metraje. Tiene grandes dosis de tensión y de suspense, y no adivinas a donde te quiere llevar, es más, yo no acabo de enterarme del final, pero no importa, he disfrutado bastante en este duelo interpretativo de sus dos magníficos protas, sobre todo ella.
En fin, buena película de thriller psicológico totalmente recomendable. Todo un acierto.

El ingenioso juego literario que ponía en práctica Amelie Nothomb en Cosmética del enemigo no logra una buena plasmación cinematográfica en esta película de Kike Maillo, sobrada de medios y deseos de espectacularidad, pero escasa de la inteligencia y el ingenio de la novelista adaptada. La novela original no era demasiado convincente en su tramo final, pero al menos, en la gran mayoría de sus páginas, ejecutaba con cierta solvencia un tour de forcé minimalista sobre el alambre de una obsesiva conversación entre dos personajes. Lo sobrio de la novela se ha hecho aquí aparatoso. Lo imaginativo se ha hecho vulgar. No sabemos si la conversión en joven mujer del personaje (masculino en la novela) que acosa al hombre protagonista obedece únicamente al deseo de mostrar una chica mona en el cartel de la película, o a un legítimo (pero a menudo mal planteado) afán de ganar terrenos para la mujer. El caso es que el cambio de sexo y edad obliga a un mayor retorcimiento del argumento que deteriora aún más su credibilidad (para eso, hubiera sido mejor hacer que los dos personajes fueran mujeres). Quien quiera ver una adaptación convincente de la novelística de Nothomb tendrá que seguir acudiendo a Estupor y temblores, de Alain Corneau. Sobre Cosmética del enemigo, mejor leer el libro o escuchar el audiolibro en versión Joan Mora.

No he leído la novela así que me baso en lo que vieron mis ojos... Y lo que vieron ni gustó, ni convenció. No soy de fiarme de los inicios, ni de cerrar película sin acabar. Pero a los 10 minutos de metraje ya vi cosas demasiado forzadas que me generaron antipatía, tanto al film como a los personajes. Pese a ello me tragué el bodrio.

Incluso el tándem protagonista, a pesar de tener que defender sus líneas de diálogo y personajes me parecen forzados y sin alma. A la chica no la conozco pero me genera antipatía desde el minuto 1. Y debo reconocer que es la que mejor defiende su personaje de todo el elenco. Quizás esa es la idea, entonces diremos que lo consigue y es una estupenda actriz. Tomás Koz me encantó en Cold War y Marta Nieto en Madre. Aquí hay que decir que trabajan mal. Él por forzado y ella por desganada. Y eso que Nieto tiene el papel más agradecido. Pero no saben sacarle provecho. Como a la historia. Que no es mala en si, pero tanto guión como incoherencias varias la hacen de entrada más que inverosímil. Incluso sin hacer spoiler me llama la atención que, ya no sólo en esta película, acepten y den por buenas tomas en los que los muertos de horas parpadean... No lo ven en la sala de montaje? Nadie revisa la post producción? O dan por sentado que el público no se dará cuenta?

En fin, resumiendo. La historia me pareció que podría ser interesante pero está rodada a mi parecer con desgana, con una presentación de personajes inadecuada, con diálogos y situaciones inverosímiles que creo que no se creen ni los actores. Defender algo así tiene que ser difícil, y no parece que anden cortos de presupuesto. Pero no, no convence, ni atrapa, ni nada. Aburre y es poco más de hora y media que resulta
tediosa y cabreante. Porque si! Porque a mí me cabrea que no se cuiden los detalles y te quieran vender algo atropellado y mal dirigido. Así que 3 points for Spain!!!

*Perturbadora y esquizofrénica

Cosmética del enemigo presenta al reputado arquitecto Jeremiasz Angust (Tomasz Kot) se dirige al aeropuerto tras dar una charla en París. En el taxi de camino, recoge a una joven holandesa llamada Texel Textor (Athena Strates) que también se dirige al aeropuerto. Cuando ambos pierden su avión, inician una conversación en la sala de espera.

Al principio, los personajes comienzan a hablar de su pasado. Sin embargo, a medida que se suceden los frames, ambos se acercan más al tiempo presente y el diálogo se va enturbiando cada vez más. Es entonces cuando el duelo dialéctico gira alrededor de los límites entre el amor y la obsesión, la moralidad y lo obsceno, el bien y el mal… A través de flashbacks, las historias de los personajes llegan a ser incluso esquizofrénicos. El perturbador interior de ambos protagonistas queda totalmente al descubierto a través del debate.

Un magnífico detalle que evoca visualmente al suspense tradicional es el detalle de la maqueta. Este recurso viaja hasta El Resplandor de Kubrick dejando pistas de por dónde van a ir los tiros durante el largometraje.

*Excelentes interpretaciones

El duelo de los personajes de Cosmética del enemigo no es únicamente ficticio, sino que los actores principales se complementan en un combate a la mejor interpretación. Tomasz Kot, conocido por su papel en Cold War, inicia la presentación de su personaje de forma tímida y con poca gracia. No es hasta que entabla su conversación en el aeropuerto con Texel cuando gana más credibilidad. Precisamente, Athena Strates despunta en el que puede ser su mejor oportunidad interpretativa. De principio a fin, Athena crea un halo de misterio que combina a la perfección con el largometraje.

En el reparto se incluye también Marta Nieto (Madre). Su aparición, aunque leve, es simplemente estupenda. A través de breves escenas, deja entrever la personalidad de Texel y Jeremiasz de una forma inimaginable. Sin duda, Marta podría estar labrando el camino a la cúspide de su carrera actualmente.

*Conclusión

Cosmética del enemigo es una batalla dialéctica entre dos personajes y dos actores. En su conversación, a veces algo cargante, se vislumbra la dualidad y cara oculta de las personas. El relato está lleno de pistas que llevan a la conclusión final de este thriller psicológico.

Escrito por Lucía Blazquez

Nunca entenderé esa manía por cambiar cosas de un texto que funciona perfectamente.

Ahora Textor Texel es una chica. ¿Por qué? ¿Para crear un mayor impacto, para despistar más aún? Nunca lo sabremos, pero lo que sí que sabemos es que era completamente innecesario.

La tensión que consigue crear el libro en unas 50 páginas aquí no la tenemos ni por asomo gracias a unas interpretaciones mediocres, un ritmo y montaje desganados y una dirección anodinamente gris.

Al final la sensación que queda es que le hubiesen dado dinero al niño consentido de una familia de ricos para hacer la película del libro que le gustaba.

Una oportunidad perdida para haber desarrollado una gran historia que entra rápidamente en el cajón del olvido por la falta de talento que invade toda la película.

Marta Nieto doblándose a sí misma no puede dar más vergüenza ajena.