Cuentos al caer la noche

*Historias de brujas, niños perdidos y casas encantadas

Alex es un joven y talentoso escritor de relatos de terror que un día decide abandonar la afición que tanto ama. Una bruja lo secuestra y lo encierra en su mansión maravillosa convirtiéndolo en su sirviente y obligándole a contarle cada noche una historia de terror. Pero hay una condición: el final nunca puede ser feliz. Alex no está solo en la casa. Yasmin, otra niña retenida, se ocupa de las tareas domésticas bajo la vigilancia de Lenore, una gata esfinge de grandes ojos azules.

La casa es, sin duda, lo mejor de Cuentos al caer la noche. Unos efectos visuales muy cuidados consiguen recrear espacios claustrofóbicos y llenos de magia: pasillos interminables de paredes empapeladas, escaleras infinitas y una biblioteca que haría las delicias de cualquier bibliómano. La guinda la pone el invernadero de plantas mágicas nocturnas, en las que Yasmin es una experta. Por algún motivo los niños no quieren seguir secuestrados e intentan salir de esa casa maravillosa a toda costa. Solo tienen que vencer a la malvada bruja y encontrar la salida. ¿Lo lograrán?

*Unos modernos Hansel y Gretel

No es infrecuente encontrar relecturas cinematográficas de los cuentos clásicos en las que se aportan nuevas visiones y, sobre todo, nuevos valores más adecuados a los tiempos. Del relato de los Grimm, en 2020 tuvimos la interesante Gretel y Hansel: Un oscuro cuento de hadas. En esta ocasión, la propuesta es mucho más ligera y añade el motivo de la lectura de los cuentos como salvaguarda de la vida del protagonista, al estilo de Las mil y una noches.

Los guionistas, Mikki Daughtry y Tobias Iaconis hacen un trabajo muy aceptable de adaptación de la novela de J.A. White. Quizás lo peor es que ofrezca una moraleja tan burda y evidente y que explote, una vez más, el estereotipo de que las personas que leen son unos frikis y unos parias sociales, que necesitan grandes dosis de autoestima para lidiar con el bulling. Nada que ver con la maravillosa Matilda de Roald Dahl.

*Conclusión

Cuentos al caer la noche (Nightbooks) es una película sin grandes pretensiones, entretenida para niñas y niños en torno a los diez años que disfruten con los cuentos de terror. No tiene grandes sustos, pero nos ofrece personajes juveniles que logran salvar situaciones complicadas gracias a su perseverancia, astucia y también a la cooperación.

Su argumento actualiza el relato de Hansel y Gretel y aporta una moraleja moderna sobre el valor de la amistad y la importancia de la autoaceptación. Los efectos visuales logran crear una casa fascinante, que quizás sea lo mejor de la película. Para pasar una divertida noche de Halloween comiendo palomitas en familia.

Escrito por María Zapata Clavería

Si tienes hijos entre 8 y 14 años se puede ver con ellos, pero si ya pasas de la veintena casi es mejor probar otra película al azar, como pases de los 40 está muy cerca de recibir la puntuación mínima.

No deja de ser un cuento convertido en película, por lo que tiene un intenso colorido, sus zonas lúgubres, y sus cosas inexplicables como que la bruja les cuente de donde procede su poder.

Viene a ser una especie de Hansel y Gretel, un niño y una niña están atrapados en una casa y no pueden salir de ella. La joven y bella bruja que les tiene cautivos, les exige a cambio de mantenerles con vida, que le ofrezcan lo que mejor sabe hacer cada uno, a Yazmin se le da bien cocinar y a Alex se le da bien contar cuentos de terror.

Película de terror juvenil que está dirigida por el responsable de la destacable El Hijo (2019), y protagonizada por Winslow Fegley (Ven a Jugar, 2020), Lydia Jewett (Mentes Poderosas, 2018), y Krysten Ritter (Jessica Jones, 2015), en el papel de la bruja villana.

Cuando Alex (Winslow Fegley), un chico obsesionado con las historias de miedo, es encerrado por una joven bruja malvada (Krysten Ritter) en su moderno apartamento de Nueva York, conoce a Yasmin (Lydia Jewett), que también está atrapada y se da cuenta de que debe contar una historia de miedo nueva cada noche para sobrevivir.(FilmAffinity)

Sobre una enorme cantidad de clichés que plagan toda la trama, su correcto ritmo junto unos personajes protagonistas entrañables y bastante bien interpretados, y una villana que pone cara la siempre solvente Krysten Ritter, consiguen mantener al espectador, niño y adulto, entretenido durante un metraje de 100 minutos que no se hace nada largo. El tono de la película, sobre ir claramente orientada a un público muy joven, tiene elementos efectivos que mantienen la tensión, aunque obviamente el público más adulto echará en falta un poco más de terror durante el film, debido al tono para todos los públicos.

Cuentos al Caer la Noche, ni muestra ni pretende mostrar nada lo más mínimamente novedoso, pero aún con sus clichés y falta de originalidad, es una propuesta recomendable para ir despertando a los futuros fans del cine de género el gusanillo por este tipo de cine.

Nota personal 6/10

Tiene todos los tics y trucos narrativos que estás harto de ver en el género: puertas semiabiertas en penumbra acompañadas de banda sonora con violines chirriantes, pelotas que botan sin saber quién las lanzó, tópico guion sobre qué significa la amistad, bruja mala de libro que amenaza constantemente la vida de los protagonistas a sabiendas de que no pasará nada porque este guion lo has visto mil veces en otras pelis…

Descartada cualquier tipo de sorpresa en la trama y en los golpes de efecto tan solo queda disfrutar del diseño de producción con tintes ochenteros que está realmente cuidado.

En definitiva, una hamburguesa que queda muy bien en la foto del anuncio pero que no deja de ser comida basura.

La nueva propuesta de Netflix navega por el cine fantástico de terror y el juvenil, con un argumento demasiado simple que nos recuerda en exceso, y en algunos momentos es idéntico, al del clásico de "Hansel y Gretel". Ojo, que no quiere decir que el relato sea malo, todo lo contrario, de niño era de mis favoritos, me resultaba fascinante pero también pavoroso, pero hay que trabajarlo mucho para poder realizar una adaptación cinematográfica correcta con un argumento tan escueto. Así que lo que puede quedar de fábula en un cuento, no tiene por qué resultar igual en una novela o en una película. Ya lo sabéis, son lenguajes diferentes.

El caso es que "Cuentos al caer la noche" tiene un comienzo confuso pero ligeramente ilusionante. Por desgracia pronto se estanca en una trama que guiña con los dos ojos a la de "Las mil y una noches" pero que no consigue avanzar. Al final resulta su desarrollo demasiado plano, soso y primario. Quizás porque David Yarovesky está más pendiente de la inclusión social, reivindicando por enésima vez que ser un friki está muy bien, cuando es evidente que no tener habilidades sociales, carecer de amigos o obsesionarse con cosas raras es bastante negativo, y de ahí la penalización social, que en este caso me parece comprensible.