Estupendo filme de Curtis Hanson que se ve en un suspiro gracias a su buen ritmo y el acertadísimo elenco de actores.
Meryl Streep, en su habitual intensidad, no decepciona pero el que se lleva la palma es Kevin Bacon, que derrocha magnetismo durante toda la película.
Muy entretenida.

Entretenida película con una Meryl Streep como profesional del rafting que junto a su familia se ve embarcada en unas complicadas vacaciones por culpa de un despiadado criminal muy bien interpretado por Kevin Bacon. Resulta correcta y a ratos emocionante. No ha sido muy bien tratada por el público, pero desde mi punto de vista cumple con su función aunque le haga falta algo de profundidad al guión.

Ya empiezan bien los títulos de crédito. Vemos a Meryl Streep remando en el río Mystic de Boston. Además de la buena fotografía escuchamos el precioso tema musical compuesto por Jerry Goldsmith. Como buena deportista la mujer se marca un reto, pasar debajo del puente antes de que llegue el tren. Incrementa su ritmo mientras la música cambia de manera radical.

Curtis Hanson supo crear un clima de tensión creciente en torno a una familia que pasa sus vacaciones en un río de aguas bravas y se encuentra con unos peligrosos delincuentes, que también quieren bajar el río con la intención de despistar a la policía.

Meryl Streep interpreta de manera creíble a una antigua guía de rafting, Gail, que desea celebrar el cumpleaños de su hijo, Roarke, en el río donde trabajó en el pasado. También parece una buena ocasión para mejorar la relación con su marido, Tom, un arquitecto obsesionado con su trabajo (David Strathairn).

Una de las bazas importantes de la película es el estupendo villano interpretado por Kevin Bacon, en uno de sus mejores trabajos. Convincente cuando busca ganarse la confianza del niño, aterrador cuando revela su verdadera cara. Tanto él como Meryl Streep en un papel atípico en ella, fueron candidatos al Globo de Oro con total merecimiento.

Hay que destacar la dirección de varias secuencias angustiosas (spoiler) y el esfuerzo de producción en buscar los escenarios naturales más apropiados a lo largo de varios Estados.

Una gran película de aventuras de los años 90.

Película de aventura y acción ambientada en los rápidos de Montana, donde una familia se apresta para pasar unas bellas vacaciones. Es un film que tiene mucho ritmo y no decae en ningún momento. A la mitad se torna intrigante y con toques de suspenso que la hacen más entretenida. Las interpretaciones de Meryl Streep y Kevin Bacon son estupendas. Ella como una apasionada de la aventura y con una fuerza interior inquebrantable cuando se trata de defender a su familia y él como un villano que causa miedo con sólo verle la mirada.

Antes que nada aprovecho para dar un tirón de orejas en general porque va la gente y cuenta demasiadas cosas sobre la película. Que si esto, que si lo otro. Se supone que es intriga, así que si queréis desvelar ciertos detalles importantes de la trama, os invito a comentarlos en el SPOILER. Dejemos el argumento tal y como viene en esta página: una matrimonio, Gail (Meryl Streep, tan estupenda como siempre e incluso atractiva físicamente) y Tom (David Strathairn) decide organizar una excursión a las montañas con su hijo Roarke (Joseph Mazzello) que incluye un emocionante descenso de rafting por un río. Pero para su desgracia (¿o no?) será más emocionante y peligroso de lo que esperaban. Y como decían en el "Un, dos, tres", hasta aquí puedo leer, o algo así.

Y entrando en el tema, "Río Salvaje" es un thriller que combina intriga, aventura y drama familiar. No llega a ser tan trepidante como las aguas de este río pero aún así ofrece un entretenimiento inteligente, cargado de buenos momentos, sin olvidar importantes lecciones, diría que para niños y mayores. Después de todo, la obediencia a los padres por parte de los más pequeños sí es un valor al igual que la idea de que tu padre puede que no sea el más guay o el más enrollado pero aún así, nadie te va a querer más que él junto a tu madre. Del mismo modo hay una especie de alegato conservador para sacar a flote, nunca mejor dicho, a las parejas en crisis y no darse la fácil salida del divorcio como también la vieja receta de más familia y menos trabajo.