Obra de alto calado emocional. La arriesgada propuesta narrativa de Mike Leigh obtiene desgarradoras interpretaciones. Inocentes conversaciones sobre los sentimientos pueden generar destrozos emocionales irreversibles. Inteligente reflexión sobre el respeto a los sentimientos ajenos .

Dos amigas se reencuentran y recuerdan sus vidas de estudiantes. Todos daríamos lo que fuera por volver a vivir aquel tiempo, aunque fuera difícil.
Mike Leigh es un esperto en reflejar los sentimientos rebozados en filosofía de la buena y fritos en un aceite de alta calidad.
Resumiendo, que la veais.

Básicamente insoportable salvo que uno tenga algún interés personal y profesional por el tipo de síndromes que padecen los personajes. A lo mejor soy la única que la ha visto -bueno, no he aguantado ni hasta la mitad- que no sabe de qué va el asunto, pero las críticas no lo mencionan. Tal y como está, desde luego no hay quien la aguante; si te dicen que es un documental, pues a lo mejor la ves con otros ojos, no sé.