Una de las mejores series de televisión que se han emitido. Planteada inicialmente como una alegoría del holocausto nazi, representada sobre todo en el personaje del anciano Abraham Bernstein, esta historia de unos reptiles que intentan apoderarse de nuestro planeta nos tuvo pegados al televisor cada tarde del Sábado a mediados de los 80.
No recuerdo ninguna otra serie que constituyese un fenómeno mediático como esta. si bien los efectos especiales resultarían hoy obsoletos, en especial la escena en la que Diana se come una rata ante la mirada atónita de Dónovan, en su momento fueron los mejores, y la serie ha resistido perfectamente el paso del tiempo.
Lo mejor de la serie, sus cinco primeros episodios, es decir las dos miniseries "V" y "V:la batalla final", con escenas memorables como la llegada de las naves extraterrestres a la tierra, el nacimiento de la niña de las estrellas y su hermano reptil y las emocionantes escenas de lucha.
Un detalle más que añadir es la presencia de una de las malas más memorables y carismáticas de la pequeña pantalla. la perversa y fría Diana, a la que ningún personaje de la serie hacía sombra. Magistral la interpretación de Jane Badler.
En definitiva, todo un espectáculo que nos hizo disfrutar como enanos por aquel 1985. Inolvidable.

Siento un especial cariño por esta cinta ya que gracias a ella descubrí un gran director y una actriz con mayúsculas. La base argumental puede pecar de poco original, pero en torno a ella, Truffaut creó una obra maestra que nos mantiene pegados al sillón desde el primer minuto al último. Es curioso que en la mayoría de listas de películas destacadas de Truffaut aparece este largometraje como un título menor del director, frente a otras de primera línea como "Jules y Jim" o la saga de Antoine Doinel, cuando es tan buena como éstas.

Jeanne Moureau crea un personaje fascinante, inquietante y lleno de matices como pocos; metódica, calculadora, implacable, fría, pero a la vez tremendamente sensual, tierna y humana. Es muy dificil lograr que el espectador se sienta identificado con el "malo" de la pelicula, que llegue a comprenderle e incluso a desear que no sea descubierto, y eso es justo lo que sucede con Julia, la novia que da título a la película.

El broche de oro lo pone la excelente banda sonora de Bernard Herrmann, colaborador habitual de Hitchcock (de hecho, la banda sonora de este film recuerda bastante a la de "Marnie, la ladrona").

En definitiva, un título imprescindible en la colección de todo amante del buen cine.

Si bien algunos fans acérrimos del cine de Hitchcock consideran que esta cinta tiene poco o nada que ver con el resto de su filmografía, muchos otros, entre los que me cuento, coincidimos en que estamos ante el mejor largometraje del director inglés.

Hitchcock transformó una novela corta de Robert Bloch no exenta de interés pero sin nada que la hiciese destacar por encima de otras de su género, en una obra maestra de la historia del cine. Muchos son los atractivos que la adornan: el juego constante de Hitchcock con la mente del espectador, que va identificandose con los principales personajes a medida que transcurre la historia, la maestía con la que juega con las luces y sombras, la atmosfera impresa en el motel y el caserón victoriano de Norman Bates, y, por encima de todo, las brillantes interpretaciones de Janet Leigh y de Anthony Perkins, en un papel que lo encasilló de por vida, pero que lo situó en un puesto de honor en la historia del séptimo arte.

Lo único que hoy día juega en contra de este film es que todos sabemos lo que se oculta detrás del inquietante Norman bates, incluso el que no haya visto la película. Aun así, es de obligada visión para cualquiera que presuma de ser amante del cine.

La película conoció tres secuelas y un "remake" en 1998, que fué vapuleado por la crítica. Existe también una cinta basada en la historia de Ed Gein, un granjero de Wisconsin en quien dicen se inspiró Bloch para crear a Norman Bates.

Un último apunte: si os gustó "Psicosis", no perderos "Vestida para matar" (Dressed to kill), de Brian de Palma, con Michael Caine y Angie Dickinson.

En plena fiebre por las peliculas basadas en superheroes del cómic, merece la pena echar un vistazo a esta cinta de 1978, que supuso un antes y un después en este género.
Sin lugar a dudas, esta película y su primera secuela (Supermán II, de Richard Lester), constituyen las mejores adaptaciones cinematográficas de las aventuras del héroe de Krypton.(lo siento, Sr. Bryan Singer, pero su película no llega, ni de lejos, a la calidad de esta).
Muchos son los elementos que hacen excelente este largometraje. Pero yo destacaría:
- Los espectaculares titulos de entrada, con música de John Williams.
- Las escenas del planeta Kripton (Marlon Brando cobró 10 veces más que Christopher Reeve por un papel de cinco minutos).
- El fabuloso reparto (por muchos actores que hagan los papeles, para mí, Supermán, Lois y Lex Luthor tendrán siempre los rostros de Christopher Reeve, Margot Kidder y Gene Hackman).
- El romanticismo de la escena de vuelo de Supermán y Lois.
- La estupenda combinación de acción y humor en toda la película (la escena del helicoptero, simplemente genial).
Aparte de la mencionada "Supermán II", la película conocería otras dos secuelas muy inferiores, aparte de la reciente "Superman returns", que creo que no pasa de entretenida.